Sparks

Capitulo 9.

Gale POV.

"¿Quieres ser mi esposa?"

Esa pregunta retumba en mi cabeza.

Estamos en las minas, triturando trozos grandes de carbón, y la programación en las pantallas no deja de repetirse.

Toda la mañana ha salido ese Spot, por lo menos una quince veces.

Como una especie de tortura directamente hacia mí.

Aunque por supuesto, no es para mí. Es para todos.

Para dejar en claro que la historia de los Trágicos amantes del Distrito 12 es real.

Pero aun así no deja de ser doloroso.

Peeta se inca frente a ella, con una caja de terciopelo entre sus manos. Y le propone matrimonio. Y ella acepta.

Y las personas en el Capitolio se emocionan con el anuncio de la boda del año.

Y eso se repite una y otra vez.

Y se seguirá repitiendo hasta que todos lo hayan visto.

Hasta que todos se convenzan.

Pero ese no es Peeta.

Yo sé que ese no es Peeta.

No es mi Peeta.

Es la imagen que ellos crearon.

Pero aun así duele.

Así que centro mi atención en la trituradora.

Creo que hoy trabajé mejor que nunca.

Si existiesen los aumentos, estoy seguro que me darían uno.

Y es que la mina es el lugar perfecto para desquitar mi furia.

Así que eso me limito a hacer, día tras día.

Mientras ellos nos obligan a ver todos los Spots y eventos de la Gira.

Creo que jamás en mi vida una espera se me había hecho tan larga como esta.

Algo irónico es que la historia de los trágicos amantes del Distrito 12 es real.

Solo que Katniss no está en la ecuación.

Estoy yo.

Pensar las cosas demasiado solo me provoca frustración, por no poder hacer nada desde aquí.

Así que intento mantenerme ocupado.

Trabajo todo el día en las minas, tanto que por las noches solo llego a casa a dormir.

Los días que tengo libres me adentro en el bosque, hasta que es lo suficientemente noche para tener que regresar.

Y así es como logro matar el tiempo.

Hasta hoy, el día en que regresan.

No sé a qué hora llegarán al Distrito, pero tengo que trabajar en las minas, así que de todas formas no puedo estar al pendiente.

Cuando termina mi turno aún hay luz solar, así que decido ir a dar una vuelta a la Aldea.

Tengo un nudo en mi estómago, como de nervios.

Y se sustituye con ansias en cuanto Prim me dice que Katniss aún no llega. Y que no sabe si llegarán hoy o mañana.

No puedo quedarme sin hacer nada, pues la ansiedad me comería vivo, así que me voy al bosque.

Mamá tiene comida, pero aun así decido cazar.

Para el momento en que el sol se oculta yo traigo cuatro ardillas en la mochila.