Epilogo

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Gale POV.

Camino por los largos pasillos del hospital, ahora casi desierto.

Traigo a mis espaldas el arma que me habían entregado.

La herida punzante en mi muslo aún no ha sanado, así que cada paso que doy es un tirón de dolor que llega hasta mi cabeza.

Pero lo ignoro.

Porque a comparación de muchos otros, mi herida es irrelevante.

Entro en la habitación que buscaba, en silencio.

Pero él no está dormido.

Sino que está sentado, mirando directamente en mi dirección.

-¿Gale? –inquiere, confundido.

Peeta Mellark está conectado a un par de aparatos médicos.

Estaban sanando sus últimas heridas.

Él estaba bien, a pesar de todo.

-Solo quería asegurarme de que estuvieras bien –le digo, acercándome a él.

-Lo estoy –dice-. ¿Sabes algo de Katniss?

Niego con la cabeza.

-Haymitch dijo que la enviarían de regreso al 12.

-¿Al 12? Pero no hay nada ahí.

-Lo habrá –le explico-. Han mandado a un par de escuadrones y brigadas para reconstruirlo.

Se queda pensando en eso durante un par de segundos.

-¿Tu volverás?

Miro sus ojos.

Siguen manteniendo el mismo brillo de siempre.

-No –contesto-. De hecho... venía a despedirme.

-¿A dónde vas?

-No lo sé.

No era mentira. En realidad no sabía a donde iría.

Lo único que sabía era que no regresaría al Distrito 12.

-Okay... pues... que te vaya bien, Gale.

-Gracias.

Se forma un nudo en mi garganta.

Es la segunda vez que me despido de él.

Pero esta vez es diferente.

Esta vez se siente diferente.

No puedo resistirlo, así que paso mi mano por su cabello, peinándolo. Como acostumbraba a hacer antes.

No quiero sentirme igual que aquellos tiempos, así que me doy media vuelta y me marcho.

-Gale –me llama Peeta justo cuando estoy por salir de la habitación.

-¿Qué pasa? –le pregunto, sin girarme para mirarlo.

Hay un largo silencio interrumpido únicamente por el pitido de la maquina junto a Peeta.

No quiero voltear a verlo, porque si lo hago, me derrumbaré.

-Me amaste –suelta de pronto-. ¿Real o no?

La pregunta me deja helado.

Mi cerebro deja de coordinarse con el resto de mi cuerpo.

-Real –contesto con firmeza.

Y recupero el control de mi cuerpo.

Me giro para mirarlo.

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