Azar del Corazón (En Edición)

Azar del Corazón_2~a

♦♣♥ Azar del Corazón ♠♥🌷

Capítulo 2_a

El día era soleado, un viernes de invierno, poco común en Escocia, perfecto para terminar los preparativos para una fiesta de compromiso, Serena tenía una sonrisa que iluminaba el lugar en que estuviera, era la novia más radiante, que pudiese existir.

-Bueno días - entra Ikuko, para despertarla pero era lógico que la emoción no la dejar dormir. Era mujer alta más que Serena, de cabello negro y ojos color miel, -Serena debiste dormir mira nada más, tienes unas ojeras.
-Buenos días mamá,- a Serena poco le importo el comentario de su madre, el día era el mejor de su vida.
-Mi hija hoy se comprometerá!- la abrazo sintiendo desde ahora una terrible nostalgia
-Desde que Seiya le hablo de sus sentimientos, Serena maduro tan rápido, no te parece mamá- Setsuna entro junto a Ikuko, una joven igual de alta que su madre, bella y cuatro años más grande que Serena,
-Espero pronto encuentres un joven que te ame tanto como...- se hizo un silencio deprimente, Setsuna estaba por casarse con Arthur, un inteligente banquero guapo y galante, se decía que Setsuna era difícil de conquistar pero en cuanto Arthur poso sus ojos en ella, se empeñó en conquistarla obstinado, tanto que consiguió su amor y su mano en matrimonio.
Pero una desafortunada tarde Arthur salió de pesca, solo como su alma misma, era un hombre despreocupado y tranquilo, por eso no se percató del peligro que corría, hasta que sintió las garras de un feroz oso que lo ataco por traición, sin nadie que le brindara auxilio, perdió la vida. Días después fue encontrado su cuerpo sumergido a la orilla del lago Duch, en deplorable estado, Setsuna no pudo reponerse y al parecer jamás lo haría.
-Lo siento Setsuna- Setsuna trago el nudo de su garganta- No ha sido mi intención...
-Está bien Serena, no hay porque estar tristes, hoy es tu día, ven dime que te pondrás- Setsuna intentaba hacerse la fuerte, pero apenas había transcurrido año y medio de tan deprimente suceso y no ha permitido cortejo de nadie más, aun que han sido varios y de muy buena posición económica, respetuosos y atractivos. Pero Setsuna no ha querido saber de amor ni de compromisos.
-Pensaba en el vestido rojo, con los listones plateados.- se levantó de la cama y corrió a su pequeña cómoda.
-Este te sentara bastante bien Serena.- le sonrió Ikuko al igual que su hermana- Te verás hermosa.
-¿Tu que usaras Setsuna?- Serena pretendía ver un rayo de luz en los ojos opacos de Setsuna, tenía en mente que hoy podía conocer a alguien
-Tal vez no esté en el compromiso, se que llorare, y no quiero por ningún motivo empañarte- se llevó una mano a la boca
-Setsuna por favor, no llores,- le suplico Serena abrazándola- piensa en Arthur el no le gustaría verte así de afligida.
-Es que verte a ti así, me hace recordar el día de mi compromiso, y sus palabras. Sus dulces, coqueteos, y sus fugases besos
-¡Setsuna!- se escandalizo un poco Ikuko
-Es la verdad mamá, me robo unos cuantos besos, que sería de mi si no lo hubiese hecho.- se abrazó sola Setsuna. - Con permiso- no soporto más, tuvo que retirarse a su habitación para no llorar frente a Serena y su madre.
-Setsuna- Serena le dio alcance- 'Por favor sé que debe ser difícil para ti, pero tú eres importante para mí, tienes que estar presente, tienes que acompañarme aunque sea por un rato, no es posible que te encierres toda la tarde- la hermana de Serena agacho la vista, no podría desairarla, era su hermana y le tenía tanta estima, abogo a su fuerza de voluntad y para prometer que estaría ahí para ella.
-Tienes razón sería muy injusto de mi parte no disfrutar de tu compromiso, hare el intento de acompañarte aunque sea hasta que se dé el anuncio, está bien- Serena asintió con una enorme sonrisa cerrando los ojos
-Ya veraz como te divertirás, y tal vez conozcas a alguien.- el entusiasmo de la futura prometida de Seiya Kou, intentaba hacer sonreír a Setsuna sin más éxito que una sonrisa fingida.
-Que optimista eres mi pequeña hermana.
-Ustedes siempre deben ser unida, me alegra verlas así, bajemos a desayunar- ordeno Ikuko,
-Pero antes debo cambiarme, no puedo bajar en estas apariencias. -Serena corrió de vuelta a su habitación como una chiquilla, ambas mujeres le acompañaron para ayudarle a peina y arreglarse.