Azar del Corazón (En Edición)

Azar del Corazón_2~b

♦♣♥ Azar del Corazón ♠♥🌷

Capítulo 2_b

-SerenaTsukino, Darién, la señorita Tsukino y prometida y futura esposa del joven Seiya Kou- Darién giro lentamente a ver a su amigo, no entendía o tal vez no capto las palabras de Nephrite
-¿Qué?- pero porque sintió un vacío en el pecho al creer escuchar lo que escucho,
-Es por ella por quien estamos aquí Darién, ella será la futura esposa de Kou!- una sensación de impotencia empezó a embargarle, pero debía controlarse, debía, tomarlo con calma y olvidar su nombre para no repetírselo a su padre.- ¿Qué pasa?, ¿porque tienes esa cara?- Darién palideció
-Nada, no me sucede nada- un tipo de cabello negro y sujeto en una coleta por debajo de la nuca, le tomo de la mano haciéndola llegar a un gran jardín en la parte trasera de la casa, con muchas sillas acojinada y la mesas  decoradas con flores de campo, era el tal Seiya Kou
-Mira ahí está el señor Kou, vamos acércate y retirémonos- dio un paso corto Nephrite pero Darién le detuvo del brazo sin perder de vista a Serena ni un segundo.
-Ya no nos vamos Nephrite
-¿Qué, cómo?- Darién camino junto con todos los invitados siguiendo a la sonriente pareja- ¿qué te hizo cambiar de parecer Darién?
-Ella, Nephrite, ¿cómo dijiste que se llama?
-Te has vuelto loco, es una mujer prohibida, es mejor que sea yo quien te diga que es momento de irnos- Nephrite tomo del brazo a Darién, quien rápidamente clavo los ojos en su acción, recorriendo el brazo con la mirada más corrompida por el deseo la atracción y la pasión por esa mujer hasta que llego de nuevo al rostro de Nephrite.
-¿Cómo dijiste que era su nombre?, -Nephrite sintió los ojos acuchillante en Darién- Su nombre sirviente mío, ¿Cuál es?- Darién comenzaba a impacientarse, y era en esa pequeñas ocasiones que echaba mano de su condición para obligar a otros a que acataran su ordenes o deseos.
-Tsukino, Serena... Tsukino- dijo resignado Nephrite
-Tsukino, -recordó de inmediato- no es el mismo apellido de ayer…
-Si el señor Kenji, Tsukino es su padre- dijo Nephrite mientras hacia un pequeño movimiento señalándole con la barbilla, a un lado de ellos estaba aquel hombre que se había humillado tras las puertas del señor Tomoe. Aquel despojo humano que parecía ayer hoy se veía de pie, pero su mirada delataba la ruina que cargaba en sus hombros.
Una idea se había arraigado en la ambiciosa  mente de Darién, y en su caprichoso corazón, esa mujer seria suya, no sabía como pero encontraría la manera de que Serena Tsukino se convirtiera en su esposa, y la futura madre de sus hijos, tal idea, no parecía tener el mayor sentido para él, pero no podía quitársela de la mente.
-Ella me pertenece- susurro inconscientemente.
-¿Dijiste algo?- Nephrite miraba los ojos perdidos de Darién en la rubia al frente de todos, y sintió algo de pánico por lo que pudiese sentir, sabía que su amigo era capaz de cualquier cosa, pelearla, conquistarla y en el peor de los casos robarla.
-La quiero como mi esposa- balbuceo más cerca de oído de Nephrite 
-¿Qué?- Nephrite se aterro con la declaratoria de Darién

-Te vez radiante querida mía- Serena no pudo evitar sonrojarse y mostrar su temblorosa ansiedad.
-Gracias, tú también te vez muy elegante- el amor se dejaba sentir en cada poro de su piel, era una pareja modelo y ejemplar. 
-Seiya déjame  saludar a mi hija- la señora Neherenia, abre los brazos para estrujar a la pequeña Serena, entre arrumacos y melosas palabras.- dentro de poco la podrás disfrutar cuanto te plazca ahora dame la oportunidad de felicitarla por tan buena elección que has hecho tu hijo mío- los presentes escucharon y rieron
-Mamá, vas a romper a mi prometida, después que hare con un molido de mujer- Seiya intentaba calmar la tempestad que era su madre
-Felicidades mi cielo, espero seas muy feliz, bueno eso es seguro te llevas al mejor partido de todo este pueblo- Darién no pudo evitar torcer los ojos con tal comentario
-Lo se mamá- desde que Seiya le pidió su mano, Neherenia insistió tanto para conseguir que Serena le llamara mamá y se salió con la suya- es un bueno hombre, y se que seré completamente feliz con él. Porque lo amo.-Serena miro a Seiya, como si nadie más existirá en ese jardín y Darién sintió una punzada en la boca del estómago que le hizo enfurecer.
-Ikuko también estás hermosa y tu Setsuna mírate que bella- la señora Kou, soltó un poco a Serena y se acercó a saludar a Ikuko y Kenji al igual que lo hizo Rubeus.
-¿Kenji cómo va el negocio?- saluda el señor Kou estrechando la mano de Kenji
-Van bien,  después de la boda iré al mercado de medio oriente- informo con una media sonrisa
-Tomen asiento, el banquete se servita muy pronto- , Seiya se acerca a Serena, al fin puede tomarla de nuevo entre sus brazos, y le susurra palabras al oído, que hacen imposible evadir las risitas nerviosas. Darién por lo que respecta no piensa dejar de verla Serena en toda la tarde.