Azar del Corazón (En Edición)

Azar_26

♦♣♥ Azar del corazón ♠♥🌷

Capítulo 26

Serena volvió a recostarse y entre el llanto se quedó dormida. Unas horas más tardes el hambre la fue despertando poco a poco, acaricio con los ojos cerrados el lado de la cama que ocupa Darién, su mano choco con algo que no era habitual en su cama. Abrió de golpe los ojos y vio la rosa escocesa de todas las mañanas, y una nota junto a ella

“Hoy te toca sonreír, hazlo para mi cariño”.

Serena pensó que Darién se había vuelto y sonreír no le consto en absoluto nada, salió de la cama, en su busca. Despacio pero con la rosa en su mano.
-Darién- lo llamo- ¿dónde estás Darién?- miraba para todos lados buscándolo. Quien escucho fue Luna quien estaba en el comedor desayunado, se encamino rápido a ayudarla a terminar de bajar las escaleras
-Querida Luna- sonrió Serena con mucha alegría
-Serena estas muy alegre ¿qué sucede?- Luna le sostuvo la mano
-Darién, donde esta mi Darién- Luna sonrió con tristeza
-¿No se despidió de ti?- dijo bajando lentamente la sonrisa
-Sí, pero él volvió no es así, él me dejo una rosa en mi cama, él está aquí- Luna empezó a negar con la cabeza
-No Serena, Darién se fue con su padre y los guardias, a arreglar los asuntos que requerían la atención de Artemis- Serena se debilito sosteniéndose sobre el madero de la escalera- ¿estás bien Serena?
-Estoy bien- se limpió la mejilla con los nudillos de su mano dando pequeños toquecitos- es solo que tengo un miedo a que no esté aquí para cuando nazca Eliot- confeso su miedo.
-¿Eliot Serena, se llamara Eliot?- sonrió Luna al saber el nombre que llevaría su nieto
-Si fue lo último que me suplico pero aún podemos hablarlo ¿verdad?, cuando vuelva- se consoló ella sola, sentía que estaba confesando la última voluntad de su amado esposo.
-Pero aún no sabes si será niño, ¿qué sucederá si nace siendo una niña?- Luna pretendía distraerla.
-Si es niña, se llamara Selene- hablo con suavidad, sonriendo
-Es hermoso Serena, pero solo esperemos que nazca con bien, lo demás vendrá con el tiempo- aseguro Luna tranquilizándola
-Ellos volverán a tiempo verdad Luna- demostraba sus miedos la temblosa voz de Serena.
-Por supuesto pequeña, nada hará que se retrasen, y Darién tendrá prisa en volver, solo estarán fuera solo por dos semanas, pero si el té prometió que estaría aquí, para cuando lleguen al mundo Eliot, el estará aquí- le aseguro Luna mirándole a los ojos para darle confianza- ven vamos a desayunar, ¿es acaso que no tienes hambre?
-Yo no, pero parece que mi pequeño si tiene y mucha- Luna la tomo del brazo y la llevo a desayunar, en los meses de embarazo, Serena había aumentado su apetito había aumentado su alimentación, pero ese día comió forzadamente, mas por su bebe que por las ganas que ella tuviese, la comida no le pasaba. Pero qué le diría Darién, cuando volviese y estuviese pálida por no comer correctamente o débil, seguramente él la reprendería, pudo sonreír por un segundo de imaginarse a Darién regañándola como a una pequeña niña.
-¿Que te ha hecho reír?- cuestiono Luna al ver su rostro esa luz que reflejaba con la sonrisa.
-Los regaños de Darién, cuando vuelva, la comida no me pasa Luna, pero me obligo por mi hijo, si no lo hago, Darién sabrá que no he cuidado bien a su hijo, y me regañara, y luego me llenara de besos y me rodeara con sus brazos- se soltó a llorar no podía evitarlo
-Oh, estas tan sensible verdad, entiendo el porqué, Darién no se separó de ti en todo este tiempo, y eso es lo que sucede lo extrañas- aseguro Luna, Serena no tuvo razón para contarle sus angustias, como si supiese que Darién estuviese corriendo un gran peligro.
-Si hace apenas unas horas que se marchó y ya lo extraño. Quiero que vuelva ya.- Serena respiro hondo inhibiendo el llanto- serán eternas estas semanas para mí.
-No sucederá así, veraz como los días se irán veloces- Serena asintió fingiendo aceptar las palabras de Luna.

Serena se dedicaría los siguientes día a tejer, bordar, y cantar para su bebe, cada mañana en su cama había una rosa con una nota. Darién había dado la indicación a Haruka para que lo hiciera por él, para que ella no lo extrañara. La noche antes de partir, Darién se quedó en vela observándola dormir y escribiendo todo lo que ella lo hacía sentir y cuán grande era su amor por ella.
Calculando las noches que estaría fuera escribo diecisiete notas, por si se demoraban un día o dos.