Azar_24

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♦♣♥ Azar del corazón ♠♥🌷

Capítulo 24

-¡Serena!- grito Seiya lo guardias fueron muy bruscos, lo golpearon y arrastraron. Darién salió sin mirar a atrás, sin mirar a nadie, con Serena acogida en sus brazos seguro empoderado, tranquilo, e iracundo, protector. Aun sentía odio por Seiya, y pronto se lo haría pagar, nadie en la vida le había robado tanto, y sintió morir cuando se vio vacío sin su Serena.

Darién lleva en brazos a Serena, la coloco en el piso para subir al caballo,
-Nephrite,- le grito Darién, para que le ayudara a subir con sumo cuidado a Serena. Sentándola delante de él, con una mano le abrazaba y con la otra manejaba las riendas, Serena alcanzaba escuchar el fuerte latido de su corazón, está más que acelerado. Parecía galopar al ritmo del caballo inclusive más rápido.
Serena encontró a su Darién con una mirada imponente, Serena lo observa tan seguro de sí, pero encuentra en su mirada un frio, un odio, sabía que esto no le traería cosas buenas. Y que debía de algún modo calmar esa furia en él.
-Darién- le susurro de camino al castillo
-¿Te encuentras bien?- pregunta en un tono tan condescendiente, tan atemorizado por algún malestar en Serena.
-Claro que estoy bien ahora que estoy en tus brazos, Darién ahora estoy bien, por favor, mírame- Darién no podía bajar la vista, pendiente camino
-Hablaremos cuando estemos en casa- dijo cortante.

En el castillo Luna, Ikuko y Setsuna esperaban rezando por que encontraran a la joven Serena  sana y salva, se encontraba todas en la sala, con cara de angustia Ikuko no paraba de llorar.
Kenji y Zafiro buscaban por todo el pueblo alguna pista, pagaba peniques anticipando cualquier información ya fuera de la señora Serena o de Seiya, y que se daría aun mayor recompensa al que diera paradero, pedían se mantuviesen atentos.

Entre tanto y tanto Darién entro con Serena en brazos; Ikuko corrió de inmediato a ver a su hija y saber que estaba bien,
-Serena, hija- su tono era de voz es de alegría 
-Déjenla descansar por favor- pidió Darién con amabilidad, tragando el nudo de su garganta.
-Está bien Darién estoy bien, tu madre y mi madre también estuvieron angustiadas- respondió Serena con tranquilidad
-No tienes una idea pequeña- aseguro Luna.
-Pero dime Serena ¿tu hijo está bien?-  pregunto Setsuna
-Si está bien, estamos bien- respondió sonriendo
-Gracias  a Dios- respiraron y sonrieron las tres mujeres.
-Pero Serena que es lo que te sucedió tienes un golpe en la boca no me digas que...- intervino su madre con miedo de que le hubiera hecho daño Seiya.
-Solo fue un golpe, nada que importe estaré bien- afirmo con serenidad.
-Yo le cobrare todo, las horas y el daño- afirmo con frialdad Darién, por sus poros resaltaba su coraje no podía ni nombrarlo sin sentir una repulsión en sus adentros.
-Serena no sabes las angustias que pase en cuanto nos informaron, vinimos para acá, aunque no pudimos hacer nada- asevero su madre con congoja
-Ya estoy aquí mamá- los ojos de Serena se cerraban como si estuviese muy cansada. Darién lo noto.
-Es mejor que la dejen descansar por favor quiero que descanse, y ahora si te cuidare más, te lo juro- volvió a pedir espacio Darién quien lo único que deseaba era llevarla de nuevo a su cama, y que descansara, para él ella estaba hastiada y necesita tranquilidad.
-Darién quiero darme un baño antes- se sentí algo sucia.
-Ahora mismo dispondré todo para que cumplir tu deseo- se retiró a la cocina Luna para buscar quien llevara agua a la habitación de los señores. 

Darién al fin subió con Serena a la habitación, cuando entro noto que su vestido estaba abierto de la espalda, pero no quiso interrogarla, sentía que era humillante, pero claro estaba que Seiya la  había tocado.
Serena al entrar en la habitación, noto que la cama estaba descompuesta, y sus sabanas no estaban, todo quedo como cuando él la saco de aquí. Coloco a Serena en la cama y se hinco a su lado.
-Serena quiero que me perdones por favor- le tomo las manos y las beso con adoración- por favor perdóname te descuide- le pedía disculpas en completa ansiedad
-Darién- le acaricio la mejilla con amor y ternura.
-Perdóname Serena por favor- le besaba las manos
-Darién- Serena le sonreía complacida, al ver su ferviente amor. Ella sentía que nada tenía que perdónale a Darién pero le encantaba tenerlo así en ese momento apurado y demostrando todo su amor.
-No volverá a suceder, no te dejare sola nunca más jamás, redoblare la vigilancia, pero créeme que ese Kou no volverá a acercarse a ti y eso te lo puedo jurar- Darién se levantó alejándose de ella
-Espera Darién- Serena intento alcanzarlo, pero varias sirvientas con una tina y cubetas con agua entraron impidiendo que lo interceptara. Serena se dio el baño que necesitaba, se tomó su tiempo.

Azar del Corazón (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora