Azar del Corazón (En Edición)

Corazón-4

♦♣♥ Azar del corazón ♠♥🌷

Capítulo 4

Más de una semana ha transcurrieron tan veloz que Serena sentía que no le era suficiente el tiempo para terminar de tejer unas sábanas para su noche de bodas pero tan solo le faltaba el acabado, unos hermoso listones entrelazados por el borde de los hilos, ansiosa por ir a colocarlas a la cama que Seiya había comprado para su casa a las orillas de Lochalsh, muy pequeña pero acogedora.

Ahora tiene que esperar su última visita, han acordado que no se verían hasta el día de la boda faltando tres días para el feliz día.
-¿Serena que haces?- Kenji está por salir para arreglar algunos asuntos
-Dándole unos lindos toques a las sábanas Padre, mira- le muestra con orgullo
-Serena te han quedado hermosas, en verdad que tienes un buen gusto en cuestión de colores te han quedado espléndida- interviene Ikuko
-Será que quiero quedar bien con alguien, no quiero solo ser una muñeca madre, quiero que vea que soy muy lista he ingeniosa, que puedo decorar nuestro hogar para que todos los días vuelva con la satisfacción de encontrar una casa alegre- Kenji no soporto mucho eso
-Bien yo me retiro de lo contrario se me hará tarde vuelvo en un par de horas- Kenji beso a Serena con culpa y a Ikuko muy rápido.
-¡Hasta luego padre!
-Te lo aseguro que el apreciara hasta la costura de un botón por lo atolondrado que lo tienes- dice Ikuko retomando la conversación
-¿De que están hablando?- Setsuna entra con una charola con unas tazas de té
-De los últimos detalles de mi boda Setsuna de que más- soltó una pequeña risa
-A debí suponerlo, - Setsuna se acercó con el té, y en un descuido accidentalmente la tasa que tenía en la mano callo sobre los tejidos hilos, manchado un poco la hermosa sábana y el vestido de Serena al tiempo que alguien está tocando a la puerta
-Serena perdóname- Setsuna están completamente apenada- En verdad que no lo he hecho a propósito
-Setsuna es que eres muy descuidada, mira nada más se ha manchado todo- Ikuko se dirigió a la puerta a atender aun dando el reproche a Setsuna, Ikuko se mostró más molesta por el incidente.
-Tranquilízate mamá esto tiene remedio- dijo con una suave risa Serena en verdad que nada le haría borrar su sonrisa de felicidad- Lo lavare y quedará magnífico,- Serena levantó la vista esperando ver a Seiya entrar a la pequeña salita, imaginando su sonrisa al contarle este simpático accidente, pero en vez de su amado Seiya quien entro fue una mujer con su mano en el vientre.
-Serena esta mujer quiere hablar contigo- Serena se levantó de inmediato, y le sonrió a la extraña junto a su madre, una mujer esbelta de cabello verde, recogido completamente en un molote traía un abanico algo extraño, con plumas rosadas, a pesar de su estado se dejaba ver que su complexión era delgada, era muy bonita, y a juzgar por su apariencia no era fina, aunque portaba un vestido caro, en color verde casi obscuro con cintillas rosas en el escote, y sobre las mangas.
-No la conozco Seño...ra, pero dígame si es que no la recuerdo!- Serena le intriga su presencia quien era y que tendría que hablar con ella.
-No, señorita Tsukino- miro de reojo a Ikuko y se puso nerviosa- nadie me conoce en el pueblo
-Entonces me intriga aún más, saber qué asunto puede usted tratar conmigo- extendió la mano- pero siéntase por favor en tu estado no es muy bueno que se esfuerces en gran medida.
-Estoy bien, el asunto que vengo a tratar es muy breve, no demorare mucho- la mujer frente a ella traía una actitud de dignidad rebajada y una tristeza en los ojos, algo muy grave estaba por decirle y Serena temía algo no sabía que pero su corazón estaba intranquilo con la presencia de esa mujer.
-Me ha despertado en absoluto mi curiosidad, dígame por favor de que se trata- Serena está impaciente
-Me han llegado los rumores de que usted es la prometida de Seiya Kou,- dijo al fin, pero a ella que más le daba
-No entiendo, noto en su modo de hablar que no es por curiosidad, dígame a usted que le puede interesar ese asunto- el tono de Serena ya no era dulce conllevaba defensa.
-Respóndame señorita, es usted la prometida del señor Kou- insistió
-Si, en un par de días seré su esposa, pero dígame usted ¿de dónde conoce a Seiya?, y ¿por qué habla de él con gran familiaridad?
-Es que verá esto no es fácil de decir, es usted tan joven, en verdad muy dulce señorita- la mujer dulcifico su voz
-Gracias,- Serena fue apagando la sonrisa de su rostro y solo quedaba una mirada de incertidumbre
-Mi nombre es Esmeralda de Kou, vengo de Broadford- dijo con convicción pero con mucha tristeza- Soy la esposa de Seiya Kou- no parpadeo no desprendió la mirada de Serena.
-Debe haber un error, yo conozco a Seiya desde que éramos unos niños no puedo creer en su palabra...- un hielo entro en su pecho.
-Lo supuse, supuse que usted sería tan inocente señorita pero tengo aquí una boleta observarla y compruébelo por usted misma- Esmeralda saco de entre los pliegues de su vestido un papel amarillento.
Serena tomo entre sus manos el maltratado papel, tal vez de modo en que traía doblado en sus faldones, pero según lo escrito en el, Seiya era un hombre casado, Serena se desplomó sobre el piso, Esmeralda ahora era la señora de Kou, y ella se estaba convirtiendo en un instante en la otra, tal vez la casa chica, y el corazón se le achico
-¡Serena!!! - gritaron Ikuko y Setsuna
-Si no fuera por qué estoy esperando un hijo de Seiya tenga por seguro que tendría el bastante orgullo para abandonarlo aunque me quedara sola, sin nadie que me tendiera la mano, ni esperando que ese tal Seiya viera por su hijo, pero en este mundo es muy difícil criar aún hijo sola, usted debe comprender- hablaba con dignidad.
-No, esto no es verdad, usted es una embustera lárguese de mi casa, esto no es verdad Seiya es mi prometido y no tiene ningún otro compromiso, no venga a manchar su reputación embustera,- Serena se levantó para agredir a la mujer que la miro con terror pero Setsuna la detuvo a tiempo.
-Serena está embarazada no hagas cosas de las que después te arrepentirás!- trato de controlarla Setsuna
-Me decía que tenía que trabajar aquí cuidando un rebaño, también sé que tiene una cicatriz en el muslo izquierdo, eso lo sé por qué compartí intimidad con él,- se tapó el rostro sonrojada con el extraño abanico- disculpen mi indiscreción.
-Yo se eso señora y así cualquiera lo puede saber...
-Tranquilízate Serena por Dios no des créditos- Ikuko era mayor y tal vez más centrada.
-Lárguese, la odio embustera, mala mujer- gritaba histérica Serena mientras que la mujer de Kou salió sin decir más palabras.
-Serena espera no des créditos a lo que ella te acaba de decir- su madre la consolaba.
-Mamá, me dio una boleta aquí claramente está su nombre mamá,- señalo el papel.
-Seiya no debe tardar en llegar pero tranquilízate así no puedes confrontarlo, puedes lastimarlo Serena- Setsuna la llevo al diván para que se tranquilizara.
-¿Más de lo que está doliendo a mí?- la histeria se apodero de Serena.
-Serena no puedes creer no te dejes influenciar, espera a que dé una explicación, tranquilízate te prepararé un té, eso te puede hacer daño- Ikuko corrió a la cocina volvió pronto con el té que Serena tomo de golpe, caminaba de un lado a otro. Ikuko fue a preparar la comida junto con Setsuna dejando a Serena sola en la pequeña salita.