Matrimonio de mentiras »» [Jeon Jungkook]

Capítulo 8

Abro los ojos, siento mi cuerpo totalmente pesado. Me duele todo, pero hay un lugar donde el dolor es más fuerte, mi corazón.

Intento levantarme, con mucho cuidado me siento en la cama. Observo la habitación, estoy sola, totalmente sola. Y es ahí donde mi llanto sale, axompañado con gritos de dolor, de decepción, de tristeza.

Fue una pesadilla, miro mis muñecas y veo las marcas que ha dejado en mí. Sus dedos parecen querer dejar rastro de una marca que fue hecha en contra de mi voluntad.

Me levanto muy despacio de la cama y me dirijo al baño, donde abro la llave del agua para llenar la tina, donde me meto, siento el agua tocar mi piel, pero no distingo si está fría o caliente, no siento. Mis lágrimas se mezclan con el agua, sollozos llenan el cuarto de baño. Tallo mi cuerpo con fervor, me siento sucia, usada. Si pudiera, quisiera quitarme esta piel, tirarla en la basura.

Lo que ha hecho Jungkook ha causado un gran dolor en mi corazón, lo odio, no quiero verlo, quiero irme. Quiero estar con mis hijos, quiero desaparecer para siempre con ellos. Pero estoy segura que si hiciera eso, Jungkook me buscaría por cielo, mar y tierra y me quitaría a mis hijos, tendría que hacer algo más inteligente que eso.

Tengo que pensar, tengo que pensar que hacer para alejarme de él sin que levante represalias. Jungkook me ha dado más motivos ahora para alejarme y alejar a mis hijos, no podría dejarlos con alguien que forzó a su propia esposa, madre de sus hijos, a tener relaciones sexuales con él.

[...]

Risas se podían escuchar en la entrada de una gran casa.

─¡Me voy a caer! ─ dijo ella, mientras se sujetaba mejor del cuello de él.

─Jamás te dejaría caer ─ Jungkook sonrió hacia ella.

─Eso espero, porque si lo haces, juro que dormirás en el baño ─ lo amenazó entre risas. ─Además si caigo, se ensuciara mi vestido ─

Jungkook pasó la entrada con éxito, bajando a su ahora esposa y dejándola con cuidado en el piso.

─Siempre podemos mandar a la tintorería el vestido. ─ le acaricia su mejilla con cuidado. ─ Además, creo que se ensuciara un poco ─

─¿Por qué? ─ pregunta ella confundida.

─Porque se me ocurren varias cosas por hacerte ─ le susurra en el oído. ─Y todo eso podría ensuciar el vestido ─

Ella no puede evitar sonreír como una tonta enamorada. Lo ama, ama a ese hombre que ahora la está besando. Después de todo, hoy se habían convertido en marido y mujer, no había quien les impidiera ser felices.

[...]

─Fuiste el único que nos hizo infelices ─ susurro por lo bajo.

Solo los recuerdos son los que están quedando, y tal parece que quieren salir con más frecuencia.

El viento acaricia mi piel, moviendo mi cabello que está suelto. Me abrazo mis rodillas, mi pantalón de chándal me lo permite a la perfección. Mi blusa blanca holgada me hace sentir un poco más cómoda.

Después de ese bañarme, no podía permanecer mucho más tiempo en la habitación, no cuando esos recuerdos estaban torturandome.

─Señora Jeon ─ levante la mirada un poco, empezaba a odiar ese título.

Un hombre alto, vistiendo solo un pantalón de vestir con una camisa blanca de botones, se veía muy fresco. Unos lentes de marco oscuro estaban apoyados en su puente de su nariz. No lo reconocía, no recordaba a verlo visto.