Caricaturas

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Narrador Prov.

Una vez que llegaron a la casa de Mahiro el grupo inicio a despejar el cuarto de su amigo, sacando todo lo que les estorbaba para iniciar la práctica, mientras Noa, que no pertenecía al grupo se mantenía alejado, viendo los libros, mangas y comics que tenia Hidaka.

-- Mh... -- saco uno de los mangas del chico de ojos verdes, reconociendo el nombre solo por el dibujo de la portada.

A Raesung le gustaba que él leyera ese manga para él, aunque el mayor sabía japones le gustaba escuchar como él intentaba interpretar a los personajes mientras lo traducía, lo había leído al menos cinco veces solo para su amigo con derechos.

-- ¿Que haces? -- pregunto Mahiro, notando que Noa se había quedado mirando solo la portada del manga, sin siquiera ojearlo -- Puedes leerlos si gustas -- sonrió tiernamente, sin recibir ninguna respuesta del mayor.

-- ¿No quieres ver la televisión para distraerte mientras nosotros hacemos lo nuestro? -- ofreció Kotaro, jalando a el más alto, que asintió múltiples veces, despegando su mirada de la portada del manga, dejándolo de nuevo en su lugar.

-- ¿Que le sucede? -- pregunto curioso Mashiho a Haruto, quien ajusto las agujetas de sus zapatillas para que no se desataran cuando bailara, que no pudo evitar dirigir su mirada hacia su primo mayor.

-- Esta en el mismo estado que Keita -- respondió simplemente, levantándose para ir a su posición, dando fin a la charla para iniciar a bailar junto a el grupo una vez que la música inició.

Recostados en el suelo, riendo por las boberias de la animación que tenían frente a ellos, haciéndose cosquillas de vez en cuando, para amantes las risas, y comiendo de sus dulces sin dejar de ver la maratón de la serie animada.

-- Basta -- sonrió subiendo su mirada a la del mayor, por que mientras más pasaba el tiempo más su contacto travieso dejaba de ser infantil para volverse un tanto más valiente y atrevido.

-- Como digas -- solto el muslo del menor, tomando un malvavisco de la bolsa que tenia a su lado.

-- Tengo que ir a ver quien me llama -- aviso cuando su teléfono inicio a sonar en su cuarto, intentando levantarse del suelo sin golpear o molestar a Raesung.

-- No te muevas -- ordeno el mayor cuando Noa callo por accidente sobre su cadera, quedando de horcajadas sobre él, sonriente se apoderó de la cintura de este.

-- No te atrevas -- amenazo, poco atemorizante, con una sonrisa gustosa más que amenazante, incitando al mayor a besarlo, recibiendo los labios del mayor sobre los suyos, en un movimiento apacible y cariñoso, lleno de los sentimientos de ambos mezclados, formando uno.

Un momento totalmente perfecto, a pesar del ruido del teléfono de Noa y el sonido de la caricatura que antes veían.

-- Si supieras cuanto te extraño -- murmuró tragando un gemido, secando las lágrimas que corrían de forma involuntaria por sus mejillas, tratando de concentrarse en ver la caricatura y disimular que todo estaba bien.

Bajo la mirada de Yoshinori, quien había dejado de bailar para ver a Noa, mientras Mashiho corregía los pasos de sus compañeros.
De alguna forma podía sentir el dolor de Noa, de alguna manera no podía despegar su mirada del mayor y por alguna razón sentía que debía abrazarlo.

Noa era un nómada y él un huérfano, prácticamente conocía el dolor por el que pasaba, comprendía el no estar sujetado a nada y tener que depender de otra persona para ser feliz, ya que por su cuenta nunca podrían ser lo.

Eran iguales pero, a la vez no.

𝐔𝐍 𝐃𝐔𝐋𝐂𝐄 𝐓𝐑𝐀𝐓𝐎 ✦ ࣪ ִֶָ p𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora