La irresponsabilidad y el chantaje lo provocan todo.
2 gemelas intercambia su vida, una por placer y diversión y la otra por conservar su posición y que su más terrible secreto no sea revelado y destruya todo lo que ha conseguido.
Prohibida🚫 su c...
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—¿Qué?¿Aceptaste? —Grito molesta.
—Si. ¿Cual es el problema?
—Que tienes una carrera, que manejaste una empresa de miles de millones y ahora trabajadas como bibliotecaria. Estas loca, Sakura.
Aunque se que tenia razón y en cierto modo entendía su molestia no me arrepentía de comenzar a trabajar en una biblioteca.
Las cosas no iban mejor, aunque ya no había visto a Shion ni a su esposo mi vida no ha cambiado en nada. Ya pasaron dos meses y sigo expulsada de la empresa de mi propio padre, además de que mi madre me rechaza culpandome de todo lo que ocurrió.
A pesar de eso decidí continuar con mi vida y comenzaría trabajando, así no fuera lo que yo estudié.
—Es un trabajo normal como todos, no tienes porque molestarte.
—Me molesta porque mientras tú ganas un sueldo muy bajo, esa maldita perra disfruta de los millones del idiota de, Sasuke.
—Puede ser, pero no puedo estar aquí sin hacer nada, mientras tu sales muy temprano en la mañana a trabajar. Lo siento pero aunque sea tengo que aportar algo al departamento.
—Yo jamás te he cobrado nada.
—Lo se y te agradezco, tengo que hacerlo, Ino, entiendeme por favor.
Rodó los ojos molesta, esta plática la había ganado yo, ella sabía que por más que insistiera no iba a cambiar de opinión, además de que en algo debería de perder mi tiempo, no estaría aquí pensando todo el tiempo.
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Con mi mejor atuendo y una sonrisa no fingida empezaba mi día en la Biblioteca, para ser más exacta era un biblioteca Universitaria. El recinto estaba en medio de un campus enorme, a lado del mismo una cafetería igual de linda, no tuve la oportunidad de llegar por un cafe solo la aprecie por fuera.
A pesar de no ser mi fuerte, estaba un poco emocionada, el olor a libros me daba tranquilidad un olor sin igual que estaría dispuesta a apreciar todos los días.
Emocionada recorrí todos los pasillos, cada uno de ellos me recordó mi época de universidad, cuando creía que la vida después de esto sería lo más fácil del mundo. Nadie me dijo que todo mi futuro estaría lleno de desastres y malas decisiones.
