CAPITULO VIII

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UNA MIRADA

En mi habitación Ángel y yo planeábamos como sería todo, era sencillo, iríamos por Marlen y Leny para que Ángel las llevara a un lugar seguro, tal vez traer las a Mundo imaginario, y yo enfrentaría a Gustavo, aún cuando Inu se imponía.

Esperamos a que los héroes que habían elegido e Inuyasha se marcharán, Ángel y yo esperábamos hasta que los vimos volar y desaparecer en el portal que estaba entre las nubes.

-Es hora, estás segura de esto?- me dijo Ángel listo a subir al coche

-Sí, ellas son mi responsabilidad, tengo que hacerlo.

Subimos al coche y comenzó a flotar sobre el suelo, sentía los mismos nervios de la primera vez, pero para mi sorpresa Ángel era mejor conductor que Inuyasha, llegamos fácil y rápido. EL sol estaba a su máximo fulgor, lo que me hacía pensar que Gustavo no iba a atacar a esa hora, tenía suficiente tiempo para sacar a mis amigas de ese lugar.

Bajamos del auto y toqué el timbre de la puerta y no abrían. No era hora de que estuvieran en la universidad, conocía sus horarios.

-No contestan el teléfono!- estaba enojada pues realmente odiaba que no contestarán, más cuando era una emergencia.

-Tranquila, si no están aquí deben de estar en la universidad o..

- No, yo conozco sus horarios ellas...deben haber salido, tienes razón- pensé en que estarían en su restaurante favorito o en el cine, escuché que sonó mi celular y conteste de inmediato

-ANDREA!- escuché que ambas gritaron mi nombre-dónde estás maldita????- me gritaba Marlen entre risas

-Chicas escúchenme claramente, es importante, dónde están ustedes?- traté de hablar pero ellas gritaban más con risas, supongo ellas creían que sería divertido jugar con esto

-Estamos en la plaza comercial! Compramos algunas cosas para la casa, vienes para acá?- Leny finalmente contestaba

-Sí, no sé muevan de ahí, entendido?- escuché un silencio total del otro lado del teléfono-Hola...Hola!- gritaba pero nadie contestaba, hasta que escuché gritos de muchas personas incluyendo a Marlen y Leny

-Algo anda mal, cierto?- Ángel tomó mi celular al verme alterada- Vete tú volando, yo iré en el auto, y ten cuidado, entendido, intenta no usar tu magia.

Ambos salimos rápido, el me seguía en el coche aunque iba más rápido sabía que me encontraría, volé hasta la plaza a la que siempre íbamos y efectivamente había un desastre en ese lugar, la mitad del techo estaba destrozada y salía humo.

Me moría de angustia el pensar que mis amigas estaban ahí, bajé rápidamente y noté que el lugar estaba solo, no había personas todo estaba muy silencio.

Sentí un golpe en la espalda el cual me lanzó a unos 5 metros de donde estábamos. Al querer levantarme volví a sentir esa pisada en la espalda, era el mismo peso que aquella noche, sin compasión alguna, Gustavo....

-Es honorable, Princesa, el querer salvar a este planeta, y las personas que le recibieron durante 10 años- estiró mi cabello y pude sentir su respiración en mi oído- Pero no vale la pena, ahora morirás en vano- al terminar de escuchar sus palabras mi ira se encendió y con una maniobra pude librarme de él y golpearlo para alejarlo de mi, sentía mi cuerpo ardiendo de furia.

Él se cubría el rostro, hasta que dejó ver sus ojos...profundamente negros, por completo, aunque su rostro no parecía el de un monstruo sino bastante humano se podría decir, solo por sus ojos tan peculiares. Era alto y su cabello oscuro, despeinado, era extraño pero al verlo directo a los ojos algo sucedió.

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