Shinichi se hallaba demasiado consternado. Las piernas no eran capaces de sujetarlo, de modo que cayó sentado al suelo.
"¿De verdad ésta es Ran? Debe serlo, sus ropas son las mismas.... Oh, dios, ¿qué la ha sucedido? ¿Por qué tiene la apariencia de una niña de unos seis o siete años?"
- ¡Shinichi, no me escuchas! - protestaba la pequeña Ran, parándose delante de él. No entendía por qué su amigo la miraba con esa cara, como si fuera un fantasma - Hay dos hombres muy peligrosos sueltos. Estaban recibiendo dinero por unos archivos sobre tráfico ilegal de armas... Hay que avisar a la policía.
- R-ran... - consiguió articular Shinichi - No puedes ir a la policía. No con tu aspecto actual.
- ¿Mi aspecto? - Ran se miró. Es cierto que le extrañaba la largura de su ropa, pero no entendía que eso fuera un problema.
Unas voces llegaron hasta ellos en ese momento, poniéndolos en alerta. La pequeña detective se tensó al pensar que eran los hombres vestidos de negro que regresaban.
Unos haces de luz provenientes de unas linternas aparecieron, iluminando las sombras que ya se habían hecho muy oscuras.
- ¿Ves algo? - oyeron que preguntaba alguien.
- Nada todavía - respondió otra voz, mientras que se acercaban a donde se hallaban Ran y Shinichi - ¿Seguro que los ruidos se han oído por aquí?
- Seguro. Serán algunos mocosos gastando bromas.
Shinichi se alarmó bastante. Seguramente eran los guardias de seguridad del parque. Si les encontraban en esa zona tan apartada, estarían en un buen lío, ya que seguro que los visitantes no tenían permiso para andar por ahí. Además, por mucho que lo explicase, dudaba que creyeran que aquella niña era antes una chica de instituto. Y con la herida que presentaba en la cabeza, lo más seguro es que creyesen que él la había atacado.
- Tenemos que salir de aquí - murmuró mientras tomaba a Ran en brazos y comenzaba a correr.
A Ran le sorprendió la facilidad con la que Shinichi la había levantado del suelo.
Sonoko se aburría terriblemente. Suspiró mientras se aproximaba a una ventana y miraba las luces nocturnas de la ciudad.
Había tenido que acudir junto a sus padres a una cena de negocios, a pesar de que no conocía a nadie y no había ni un solo chico guapo entre los presentes que mereciera la pena. Pero no había podido negarse a asistir, ya que como futura heredera de la corporación Suzuki, era su deber establecer lazos de amistad con posibles inversores.
- "Seguro que hubiera sido más divertido ir al parque de atracciones con Ran y Shinichi." - pensó con un suspiro.
Miró la hora en su teléfono móvil. Ran ya debería estar en casa de regreso. Se moría de curiosidad por saber qué tal le habría ido a la parejita el día. Y por saber si Ran se habría animado a hacer algún acercamiento de tipo romántico hacia el futbolista.
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La Detective Que Encogió (Hiatus indefinido)
FanfictionBasado en los personajes creados por Gosho Aoyama. "¿Qué pasaría si Shinichi Kudo nunca hubiera querido ser detective, y hubiera seguido jugando al fútbol?" "¿Y si Ran Mouri fuera la detective, y hubiera ido detrás de los Hombres de Negro aquel día...