El despertador sonó varias veces, con su característico timbre agudo, antes de que una adormecida mano saliera de entre las sábanas y lo apagase. Aún así, todavía pasaron como 10 minutos más antes de que por fin asomaran unos cabellos morenos y, poco después, el resto de la cabeza y el cuerpo de su propietario.
Con los ojos aún cerrados por el cansancio, Shinichi consiguió incorporarse y sentarse al borde de la cama. No quería ir a clase. Bostezó ruidosamente. Al menos, pensó, no tenía entrenamiento ese día y después de las lecciones podría quedar a tomar algo con Ran...
¡Ran!
Sus ojos se abrieron de par en par al recordar lo sucedido el día anterior en Tropical Land y la situación de Ran. Pero, ¿realmente había ocurrido aquello, o lo había soñado?
Un ruido fuerte y un grito de dolor provenientes de la cocina le pusieron en alerta. Corrió a aquella parte de la casa y al entrar confirmó que lo del día anterior no había sido un sueño.
Ran, o mejor dicho Irene, estaba caída en el suelo. A su lado se hallaba una silla volcada y por el suelo a su alrededor había café derramado. Las puertas abiertas del armario y el paquete de café caído sobre la encimera le dieron a Shinichi las pistas de lo que había ocurrido.
- Ya veo que esa droga no era de efectos temporales - murmuró con un suspiro, para añadir en voz alta mientras cogía la escoba para barrer el estropicio de café - ¿En qué estabas pensando?
- Iba a preparar el desayuno, pero con éste cuerpo tan pequeño no alcanzo a los armarios - se quejó la niña mientras se ponía de pie frotándose la espalda. Le dolía por el golpe.
- Tenias que haberme llamado. Es peligroso que te andes subiendo a sitios altos.
- Lo siento...
- No es tu culpa. Habrá que cambiar las cosas de sitio, y ponerlas más a tu alcance mientras vivas aquí. - Shinichi terminó de barrer y le dejó a Irene preparado los materiales que necesitaba para el desayuno - Voy a vestirme.
La pequeña se quedó triste mientras veía a su amigo salir de la cocina. Si que era su culpa todo aquello. Si no hubiera sido tan imprudente de ir detrás de los Hombres de Negro, no estaría metida en ese lío, y no tendría que vivir con Shinichi, perturbando de ese modo su rutina.
- "Pero juro que os encontraré Hombres de Negro. Sacaré a la luz vuestros crímenes"
20 minutos más tarde, los dos chicos desayunaban uno frente al otro. Irene ojeaba el periódico del día, buscando alguna noticia que pudiera relacionar con las acciones de los Hombres de Negro. Pero no tenía suerte. Shinichi la observaba en silencio, y no lo rompió hasta que vio que la pequeña detective lanzaba el periódico lejos de ella con un gesto frustado.
- Está claro que son muy buenos borrando su rastro. Es difícil que encuentres un titular con sus nombres.
- Lo sé, lo sé, pero es que no sé por dónde empezar a buscar - gruñó la niña mientras se quedaba pensativa. Una llamada entrante en su teléfono la hizo regresar a la realidad. Al ver en la pantalla quien era, se puso nerviosa - Ay, no... Es mi madre. Si la hablo con ésta voz infantil se dará cuenta de que sucede algo...
- Y si no contestas, también sospechara - dijo Shinichi, contagiado del nerviosismo de Irene. - Dila que estás enferma o algo así...
Irene miró a Shinichi sorprendida, esa era una muy buena idea. Rápidamente cogió un pañuelo de papel, rompió dos pedazos, y tras hacer con ellos unas bolitas los introdujo en su nariz. Después, descolgó el móvil.
- Gola mamá... - con el papel, su voz sonaba más nasal - si, esgoy resfriada...
Shinichi tuvo que morderse la lengua para no reírse. Aquella había sido una salida ingeniosa. Consultó su reloj, debía irse o llegaría tarde. Se despidió de Irene, dejándola hablando con su madre, y se marchó al instituto.
![](https://img.wattpad.com/cover/171287146-288-k796113.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La Detective Que Encogió (Hiatus indefinido)
أدب الهواةBasado en los personajes creados por Gosho Aoyama. "¿Qué pasaría si Shinichi Kudo nunca hubiera querido ser detective, y hubiera seguido jugando al fútbol?" "¿Y si Ran Mouri fuera la detective, y hubiera ido detrás de los Hombres de Negro aquel día...