¡Bebé a bordo! | 95 Line | NCT

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- ¿Crees que es posible hacer que lleve una pequeña base de datos del paciente en él? - Yuta mordisqueaba su labio.

- ¿Algo así como una USB? - Johnny sonrió enternecido y asintió. - Es posible, solo debes sintetizar la información importante, así cuando lo atiendan, sabrán que medicina deben darle, como se dirige su terapia... -

- ¡Exacto! ¿Gran idea no? - Yuta rió viendo hacia el techo de su habitación, el sol entraba por las puertas de su balcón

Un hermoso miércoles por la mañana.
El día anterior Johnny había pasado a traerlo al trabajo, como había estado haciendo últimamente, y habían ido directo a la casa de Yuta para empezar a ver el prototipo real que el menor presentaría en su examen privado, delante de su terna de evaluación de su tesis. Oh, solo de pensar en eso el corazón de Yuta latía a toda velocidad.

Aunque había algo más que hacia que su corazón latiera a toda velocidad... y estaba acostado a su lado, con su abdomen sobre el colchon y mechones rebeldes de cabello en su frente.

Johnny.
Aún con sus ojos cerrados a pesar de estar despierto, sus labios rojizos y perfectos entreabiertos mientras su espalda subía y bajaba por su respiración. ¿Cómo podía verse de portada de revista a pesar de haber dormido como cuatro horas? Maldición.

- ¿Qué quieres de desayuno? - preguntó el menor levantándose de la cama, estirando sus extremidades, quitándose el sueño.

- Tu especialidad. - Johnny exclamó formando una sonrisa en su rostro.

- Cereal con leche será. - exclamó Yuta entre risas caminando hasta la cocina.

Paso por la habitación de Donghyuk, él menor ya se había ido pero había dejado una nota en su puerta.

«¡Felicidades! Otro día lejos de las sendas de la putería.»

Yuta la arrancó con una risa, Haechan había empezado con esas notas cuando pasó una semana sin que Yuta fuera a una discoteca o un antro solo y buscando compañía, sin que todas sus salidas fueran a algún lugar de mala muerte y empezara a pasar casi todo el tiempo con Johnny.

Caminó hasta la cocina y comenzó a preparar el desayuno para ambos, calentó un poco la leche para él y para John la colocó fría, los bowls se llenaron del líquido blanco y Yuta sintió su estómago revolverse de hambre. Se movió rápidamente por la cocina, mientras tarareaba una canción animadamente y buscaba las cajas de cereal. Encontró la caja abierta en el gabinete de abajo y se agachó rápidamente sintiendo como su cabeza dio vueltas.

Se agarró con fuerza del mostrador, mientras su cabeza de quedaba quieta de nuevo y las luces blancas que habían aparecido en sus ojos desaparecían.

- ¿Estás bien? - la voz de John lo atacó por completo, sus manos se colocaron en su cintura intentando darle soporte. - ¿Qué pasó? -

- Solo fue un mareo. - el menor negó quitándole importancia. - Es solo, no sé tal vez tengo mucha hambre. -

- ¿Estás seguro? - la voz de Johnny sonaba preocupada, sus manos apretando más su cintura, recostando la espalda de Yuta en su pecho. - ¿Es normal en ti o prefieres ir con un doctor? -

Bueno, no, no era normal, pero tampoco era algo de vida o muerte, acababa de levantarse y se mareo. No debía hacer un drama de esto.

- Estoy bien, vamos a comer. - Asintió Yuta, tocando con sus dedos las manos de John, sintiendo como su piel hormigueaba al sentir la piel caliente del contrario.