Donghyuck no iba a negar que se sentía incómodo y curioso.
Unas semanas habían pasado desde que Taeyong lo había besado y el mayor no había vuelto a aparecer por la casa, algo extraño, porque prácticamente vivía ahí, pegado al vientre de su amigo en todo momento. Yuta les explicó que al parecer tenía mucho trabajo, unos eventos que cubrir y por eso estaba ausente, demasiado ocupado para llegar a verlos...
Por eso le sorprendió tanto cuando lo vio en su maldita Universidad.
Apenas era su segundo día de regreso después de las vacaciones, estaba saliendo del edificio de su última clase, con su bolso, su tablero y unas inmensas ganas de morir, porque los profesores los habían llenado de trabajos apenas colocaron un pie en el aula y de repente, lo vio, apoyado en un auto en la salida. Se congeló por unos segundos y luego negó siguiendo su camino, definitivamente estaba perdiendo la cabeza por un beso...
—¡Donghyuck! —o tal vez no.
Se hizo el sordo, agradeciendo el llevar sus audífonos puestos y aprovecharse de eso, caminó con paso normal mientras colocaba su cubre bocas, sacó su teléfono para enviar un mensaje rápido, solo para avisarle a Yuta y Johnny que ya había salido y llegaría a la casa pronto.
—Hey, Donghyuck... —la voz se escuchó más cerca, una mano se colocó en su hombro y el nombrado maldijo en todos los idiomas que conocía y en muchos más que se inventó.— Te estaba esperando, creí que salías antes.
—No. —murmuró, apenas viéndolo.— Tomé unos cursos adicionales.
—Tomalo con calma, no queremos que se te queme el cerebro. —bromeo, pero el menor solo asintió con una ligera sonrisa mientras sus dedos jugaban nerviosos entre ellos.— ¿Cómo has estado?
—Bien, gracias... Yuta también esta bien, al igual que Johnny.
—Estaba preguntando por ti, no por ellos. —murmuró el mayor y Donghyuck sintió sus mejillas sonrojarse.— ¿Ya te vas? ¿te llevo a casa?
—No es necesario, tomaré el bus. —sonrió, tomando con fuerza sus cosas de nuevo e inclinándose para irse, sin lograrlo, porque una mano tomó su mano libre con fuerza.
—Quiero hablar contigo...
Donghyuck negó, tratando de pensar en una manera de mandarlo a la mierda porque normalmente era algo que se le daba fácil, pero ahora, con la mano del mayor sobre la suya y sintiendo su tacto caliente estaba definitivamente sufriendo un colapso mental.
Y todo fue de mal en peor cuando Taeyong tomó su rostro de nuevo, empujó su cuerpo pero las manos del mayor bajaron a su cintura llevando corrientes de electricidad a su cuerpo y durmiendo su jodido cerebro.
Así que abrió la boca y recibió la lengua de Taeyong con emoción.Sus dientes mordían sus labios, su tacto quemaba su piel y cuando fue consiente, sus manos jugaban con el cabello del mayor, atrayéndolo más a él. Se separó despacio, sus labios rozando los del contrario con cuidado mientras se movían dejando suaves besos en los labios ajenos.
—Ven conmigo...
—N-No. —balbuceo el menor, sintiendo como besaban sus labios de nuevo.— Taeyong...
—Te llevaré a casa, Haechannie. —murmuró, antes de besar su labio inferior y sonrió internamente cuando sintió el cuerpo del menor temblar.— Vamos...
Resistió gritar de la emoción cuando el menor dijo que sí, se agachó para tomar las cosas que había botado al suelo después de su sesión de besos y con seguridad entrelazo sus manos antes de caminar de vuelta a su auto.
No se perdió en como el menor se sonrojaba y observaba sus manos con confusión, guardó el tablero y el bolso del menor atrás y lo hizo sentarse a su lado.El ambiente fue incómodo en segundos.
Donghyuck estaba sentando a su lado, había aprovechado los segundos de distracción de Taeyong para encender el auto y había metido sus manos en el bolsillo de su hoodie, con la mirada al frente pensando que mierda estaba haciendo. Estaba tenso, era imposible no verlo, pero Taeyong decidió que podía usar eso a su favor.
En el primer semáforo rojo pasó sus dedos por su cabello, sintiendo como Donghyuck se estremecía por el toque y cerraba sus ojos suavemente, el contacto fue bajando por su cuero cabelludo y delineando una línea en su cuello con su pulgar, logrando que el menor jadeara.
—Eres tan lindo... te odio. —murmuró y el menor soltó una carcajada, que de paso, lo hizo reír a él también.
—Lo sé, el sentimiento es mutuo, no lo dudes. —siseo, Donghyuck, tratando de no verlo.
—¿Cuál sentimiento? ¿el odio? ¿o este? —preguntó, tomando su cuello y acercando su rostro para besarlo, se resistió, claro... pero a diferencia de otra veces el menor cedió más rápido.— Sabes tan bien que duele.
—Cállate. —pidió, con los ojos cerrados.— Cada vez que hablas me pregunto que mierda estoy haciendo.
El semáforo cambió y continuó su camino, aunque ahora más relajados, la mano del mayor descasaba en el muslo de Haechan y aunque el menor quisiera negarlo, él notaba como su pierna de movía hacia él cada vez que levantaba la mano para cambiar velocidad o ajustar un espejo.
Se estacionaron frente a la casa de Johnny y se quedaron en silencio unos largos minutos hasta que el menor aclaró su garganta.
—Yo... Gracias por traerme. —exclamó, quitando sus cinturón y sonriendo ligeramente.— Adiós. —la puerta se abrió, pero la voz del mayor le hizo girar.
—¿Y mi beso de despedida?
—Taeyong... no creo que sea buena idea.
—¿Por qué no? —murmuró, cerca de su rostro, lo suficiente como para apreciar sus bellos lunares.— ¿Te gustan mis besos o no?
Los ojos del menor se cerraron con fuerza, sus mejillas ardiendo con vergüenza.— ¿S-sí?
—Entonces déjame darte más. —pidió, tomando sus labios de nuevo mientras veía los ojos del menor cerrarse y disfrutar del contacto.
Los besos se hicieron largos y sus labios se sentían hinchados cuando se separaron, Donghyuck le sonrió ligeramente, antes de saltar fuera del auto y bajar sus cosas, corrió a la entrada, lejos de él, pero aún así pudo escuchar su voz.
—Te veré mañana, espérame donde mismo, tenemos que hablar. —exclamó y él solo alcanzó a asentir antes de cerrar la puerta y sentir su rostro arder de la vergüenza.
Mierda, mierda, mierda.
¿Qué estaba haciendo? ¿en serio acababa de tener una larga sesión de besos con el papá del bebé de su mejor amigo? ¡Yuta estaba esperando a su bebé y él dejaba que le metiera la lengua hasta la traquea! Era un pésimo mejor amigo, sin lugar a dudas pero, maldita sea, se sentía tan bien besarlo que había tenido que correr lejos o nunca entraría a casa.—Bebé Haechan ¿ya veniste? —la voz de Yuta solo lo hizo sentir peor, asi que respiró un par de veces antes de responder.
—¡Hola omma! —burló y escuchó la risa de Yuta a lo lejos.
—¡Qué temprano llegaste! —dijo su amigo emocionado, corriendo a abrazarlo.— Lo cual es genial, porque te extrañaba.
—Yo también te extrañaba a ti y a mi lindo Junnie. —dijo con una sonrisa, tocando el vientre de su amigo.— ¿Cómo se portó mi Xiaojun hermoso hoy?
—Ha estado algo hambriento, pero todo bien. —exclamó, encogiéndose de hombros y caminando de vuelta a la cocina, de donde de venía.— Iba a descansar un momento de la tesis ¿qué tal si vemos una película? solo tu y yo...
Una piedra cayó en su estómago y por milésima vez en el día se sintió el peor amigo del mundo.— Me encanta la idea... —dijo con una sonrisa y mandando a Taeyong y sus malditos hermosos labios a lo más profundo del infierno.
Pero cuando "La propuesta" empezó y Sandra Bullock se besó con Ryan Reynolds en lo único que pudo pensar fueron los besos de Taeyong y su sonrisa en medio de ellos... mierda.
Tal vez Donghyuck estaba esperando salir de clases mañana más de lo que debería con tal de tener unos besitos más... y tal vez Taeyong estaba emocionado, porque el nuevo plan estaba funcionando más rápido de lo que pensó.
Enamorar a Donghyuck definitivamente era pan comido.
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¡Bebé a bordo! | 95 Line | NCT
Fanfiction-Es mío. -No. -Taeyong bufó.- Es mío. -¿Quieres pelear enano? -una sonrisa ladina apareció por el rostro de Johnny. -Pelear es para los que no tienen cerebro. -Pequeña mierda. -¡Basta! -Yuta cubrió sus ojos con sus manos.- ¡Son tan infantiles! ...