14

1.9K 301 126
                                    

—¡Puedes dejar de ver el teléfono! mierda, estoy tratando de explicarte la distribución de espacios de la feria de negocios del mes que viene. —gruñó Doyoung, con una engrapadora en la mano.— ¡Pon atención o te la meto por el culo!

—Eres el mejor socio del mundo, sin lugar a dudas. —respondió Taeyong pasando su mano con cansancio por la frente.— Lo siento, es solo que... no sé, estoy nervioso.

—Ay no, ¿ahora a quién embarazaste? —exclamó el menor, sentándose en la silla frente a él.

—Idiota. —burló Taeyong, negando mientras pasaba las diapositivas tratando de entender lo que Doyoung había estado explicando hacia rato.— ¿Últimamente? Solo a Yuta, pero no es él el problema...

—¿Ya se te pasó la obsesión, digo, enamoramiento por el japonés?

—Ja, ja... gracioso y atractivo, no sé como sigues soltero, ah cierto... tu carácter de mierda. —exclamó, viéndolo mientras tomaba su teléfono de nuevo en sus manos.— No es él... yo, verás he estado, umhmm, viendo a alguien.

—Viéndote con alguien. —asintió Doyoung.— Continúa...

—Tuvimos una cita el fin de semana... he incluso salimos con sus amigos ayer por la tarde... pero, bueno, él no ha contestado mis mensajes desde hace un rato. —susurró preocupado, viendo en su teléfono que ninguno de sus diez mensajes habían sido respondidos.— Estoy algo preocupado...

—Las personas tienen vida ¿sabías eso no? —el menor se encogió de hombros, restándole importancia.— Tal vez tu alguien está ocupado y tu estás aquí fastidiandome.

—Me enamoras, definitivamente. —suspiró Taeyong y asintió.— Bien, tal vez tienes razón, continúa...

Doyoung siguió con su presentación y sonrió satisfecho cuando notó a Taeyong atento, cuando el mayor intervenía o preguntaba algunos detalles que no estaban en la presentación, aunque dos golpes en la puerta le hicieron parar.

—Lamento interrumpir, pero hay un joven que solicita hablar con usted. —murmuró la secretaría, fijando su atención en Taeyong.— ¿Lo dejo pasar?

—Bien, tu chico no contestaba porque venía a acosarte al trabajo, que romántico. —asintió Doyoung, recogiendo sus cosas.— Terminaremos luego.

—Claro. —murmuró Taeyong y asintió hacia la chica que esperaba una respuesta.— Digo, sí... hazlo pasar. —pidió, mientras secaba sus manos en sus pantalones y trataba de arreglar el desastre que era su escritorio.

¿Donghyuck venía a verlo? joder que su chico era maravilloso.

Aunque un pensamiento lo hizo dudar de que fuera Haechan, él nunca me había dicho dónde trabajaba... mucho menos dónde quedaba su oficina ¿cómo es que había llegado?

—Bien, tienes como treinta centímetros más que la persona que esperaba que fuera, así que creo que arruinaste mis ilusiones. —bromeo Taeyong con Johnny, pero el mayor no rió ni nada, se veía serio, sosteniendo un maletín a su lado.— Hey, era una broma... en fin, es una sorpresa tenerte aquí ¿cómo puedo ayudarte?

—Me iré rápido, solo vengo a espera a que te mueras. —suspiró John, sentándose sin permiso en la silla frente a Taeyong.— En serio no puedo creer que hayas hecho esto.

El menor frunció el ceño, sin entender bien qué había podido hacer en los dos segundos que Johnny caminó de la puerta a su escritorio.— No entiendo...

—Claro que no entiendes.

—Bien, esto es como un juego de palabras... ummhm, hagamos un paréntesis, ¿vienes de casa? ¿Haechan estaba ahí? estoy preocupado porque no me contesta y...

—Sí, me pidió que te dijera que dejes de insistir, que no va a contestar ningún mensaje o llamada tuya. —murmuró John, abriendo su maletín para sacar un sobre café.— Y Yuta me pidió que hago esto un rollito y te lo meta por el culo, pero creo que mostrarte lo idiota que eres es más divertido...

—¿Por qué no quiere hablar conmigo? —Taeyong sintió el balde de agua fría en su cuerpo.— ¿Qué pasó?

—Esto, pasó. —sentenció Johnny, extendiendo el sobre que Taeyong tomó en segundos, abriendo y sacando los papeles de su interior.

Mierda.
Eso pensó cuando sus ojos empezaron a repasar las palabras conocidas y su nombre junto al de Yuta y Johnny salió a escena. Mierda, la había cagado en grande.

—Esto es un error, yo... no sabía que mierda y lo siento, no quería, yo...

—Estaba esperando a que algo así llegara cuando una de las copias del contrato que firmaste desapareció. —exclamó John y el menor palideció.— ¿Creiste que tenía solo una copia? ¿me veo tan estúpido? Tengo decenas, Taeyong, por toda la casa y mi oficina... las coloqué ahí para monitorear si eras capaz de algo y parece que sí...

—¡Yo no sabía! Estaba estúpido... olvidé esto completamente, estuve tan perdido en mis salidas con Donghyuck que no me recordé de llamar a mi abogado, lo siento, Johnny esto se anulara, no importa. —dijo el menor, desbloqueando su teléfono.— Llamaré a mi abogado y retiraré esto, no importa...

—Igual queda sin validez, porque firmaste antes. —exclamó el mayor, negando.— Solo, intento no pasarte de listo cuando se trata de mi pareja, su amigo y mi hijo... me voy, no pases por Hyuckie a la Universidad, yo iré por él...

—¿Qué? Pe-Pero, quiero hablar con él... Johnny, prometo que solucionare esto, no es lo que parece, ya no me interesa Yuta, en serio quiero a Donghyuck, déjame hablar con él.

John suspiró, levantándose de la silla para tomar sus cosas e irse.— No creo que sea buena idea... estaba algo triste, es mejor que esperes un tiempo, después... tal vez él quiera hablar contigo.

Taeyong sintió su corazón estrujarse cuando John salió por la puerta, recordándole que Donghyuck no quería verle. Joder, la había cagado, Haechan podría estar pensando que su cariño era falso y aunque empezó así, no va a negar ahora que el menor lo trae loco.
Necesita decírselo.

Los minutos se pasaron lento, revisaba su teléfono cada segundo, confirmando que incluso Donghyuck lo había bloqueado. Su alarma de siempre sonó, indicándole que le quedaban diez minutos para salir a traer a su bebé.

Recordó las palabras de John e intento convencerse de no hacer una estupidez pero tomó sus llaves sin pensarlo y manejo hasta la Universidad. A la mierda la dignidad, lo necesita, lo extraña.

Apenas se estacionó donde siempre notó el auto de Johnny, que bajó negando mientras lo veía acercarse a él.

—Te dije que no vinieras.

—Te dije que necesito hablar con él. —repuso y su corazón se salió del pecho cuando vio a su chico bajar las escaleras con una mascarilla puesta, audífonos y una gorra.

—Hola papá Johnny. —exclamó, pasando al lado de ambos mayores, ignorando por completo a Taeyong, abrió el auto del nombrado, tiró sus cosas dentro, subió al lado del copiloto esperando por él.

Taeyong dio un paso al frente, con la intención de acercarse pero una fuerte mano en su brazo lo detuvo, Johnny le dedicaba una mirada sería, su mandíbula apretada mientras buscaba sus palabras.

—No, Taeyong... lo siento, pero Donghyuck no quiere verte. —sentenció Johnny, tocando el puente de su nariz.— Creo que lo mejor es que te vayas.

—Por favor, sé que cometí un error pero...

—Sé que lo quieres o al menos espero que eso sea lo que Yuta notó en ti... pero no quiere verte, no ahora... solo dejalo. —murmuró, soltando su brazo y caminando del lado del piloto para subirse e irse.

Taeyong se quedó congelado viendo l auto de Johnny salir, llevándose a Donghyuck con él... lejos, se sentía tan lejos. Nunca creyó que el que Haechan no quisiera hablarle le iba a doler tanto, pasó semanas pidiéndole que se callara, pero cuanto daría por escucharlo ahora... cuando daría por abrazarlo de nuevo.

—Mierda, estúpido, estúpido Taeyong.

¡Bebé a bordo! | 95 Line | NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora