Capítulo 53

155 6 12
                                    


La reunión para informar de la existencia de una última piedra que debían romper y del inminente partido entre el Raimon y el Génesis, que marcaría el futuro del mundo, acababa de terminar.

Rhona había salido junto con el resto de sus compañeros, tal y como los agentes les habían ordenado, pero pensaba volver a entrar inmediatamente; quería hablar con los adultos.

Se hizo a un lado para no estorbar delante de la entrada al salón y esperó de que los dos chicos que quedaban dentro salieran.

Dylan no tardó en hacerlo.

En cuanto la vio fue hacia ella, con una dulce y pequeña sonrisa de alegría.

— ¿Y Jordan? —le detuvo en seco.

— T-tiene cosas que hacer.

Notó su nerviosismo.

— Entiendo —se cruzó de brazos y decidió ignorarlo.

— ¿Te a-apetece dar una vuel-vuelta?

— No.

La chica no añadió nada para suavizar su negativa. Por no decir que ni le había mirado al decir aquello.

— Bue-bueno... —Dylan estaba descolocado— Entonces, ¿prefieres pa-pasar la t-tarde hablando en mi habitación?

— No, no quiero estar contigo.

— ¿P-por qué me tratas a-así? —preguntó, molesto.

Ella se giró de sopetón hacia él, con la ira pintada en sus facciones.

— Porque eres un falso. Me dijiste que odiabas que te mintieran y ocultaran cosas y eso es exactamente lo que estás haciendo conmigo.

— ¿De qué es-estás hablando? —desvió la mirada.

— No te hagas el tonto. Sabes lo que oculta Jordan y no has querido decírmelo.

Fue el turno de Dylan para molestarse.

—N-no es asunto tu-tuyo, es algo que me ha querido con-contar en c-confianza porque soy su amigo.

— Si fuera todo así de simple por mí perfecto. Pero no me engañas, sé que Jordan está ocultando algo relacionado con la Alius desde hace muchísimo tiempo. —Dylan quiso decir algo, pero ella no se lo permitió—. No sé si es que tiene más información que nosotros porque él fue capitán o si averiguó algo en su momento, pero ¿por qué no habla con el Servicio Secreto? ¿Y por qué lo apoyas?

Dylan suspiró, derrotado.

— E-es cierto que oculta al-algo relacionado con la Alius... pero no es pa-para nada lo que estás imaginando.

Rhona no pareció muy segura con su respuesta.

— ¿En serio?

— Créeme —asintió con seguridad—. Si n-no fuese así no hubiese a-aceptado c-callármelo.

Aquello no terminó de convencerla. Dudaba de que Dylan estuviese haciendo aquello con malicia o con intención de clavarles un puñal en la espalda. Sin embargo, no era capaz de decir lo mismo del chico de pelo verde, que no le trasmitía demasiada confianza y podía perfectamente haber engañado a su ingenuo amigo con algún fin en mente.

— Está bien —mintió.

Pasaron unos segundos de silencio incómodo.

— ¿Es-estás... enfadada c-conmigo? —preguntó él, con miedo, aún notándola más seca de lo habitual y algo irritada.

Querido amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora