Prólogo

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19 de Septiembre, 2015

—Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz— Se escucharon los cantos de mis compañeras de piso. ¡Oh, por favor, que alguien las callé!— Feliz cumpleaños Alyssa, feliz cumpleaños a ti.

Abrí mis ojos con fastidio. Mire como una de mis compañeras acercó el cupcake para que apagara la vela que estaba sobre este. La mire con cara de pocos amigos. Ellas sabían que detestaba estas fechas pero nadie podría hacer que ellas entendieran eso.

—Pide un deseo, pequeña Aly— Sonrió Whitney. Era la mayor del piso en el que vivíamos. Parecía la mamá de todas nosotras.

La miré con fastidio. Y pedí el famoso deseo antes de apagarla. Ojalá que este mes desaparezca de una vez por todas. Cerré mis ojos y apague la vela. Ojalá este día terminará rápido.

Cada una de mis compañeras se acercaron a felicitarme. Helena, la española. Atlanta, la canadiense. Camila, la colombiana. Thalia, la mexicana. Y por último, Whitney, la argentina. Recibí sus regalos por educación y no porque en realidad los quisiera. Salieron de mi habitación dejándome sola con los regalos y el cupcake.

—Feliz cumpleaños, maldita— Me autofelicito en el espejo. Detestaba lo que era y quien era.

Esta era la oportunidad para cambiar quien era. Ya era mayor de edad y no necesitaba el permiso de ninguno de mis padres para hacerlo.

Iris de Goo Goo Dolls comenzó a sonar en la habitación. Debía ser uno de mis familiares a felicitarme por mi maravilloso cumpleaños. Tome el celular de la pequeña mesa de noche y atendí la llamada sin mirar quien era.

Feliz cumpleaños mi amorHabló la mujer que me dio la vida desde la otra línea.

Gracias mamá Respondí, levantándome de la cama Gracias por llamar.

-No hay de qué hija. Tu hermano quiere saludarte.

No pude quejarme porque el maldito del hijo de mamá ya estaba en la línea.

Feliz cumpleaños a mi hermanita favorita— Me daba asco escuchar su voz. Lo odiaba.

Entregale el teléfono a mi madre, ahora mismo Escupo con rabia ¡No quiero que me hables y menos darme tus asquerosas felicitaciones! ¡Por mi te las puedes meter por el culo!

¿Qué es ese vocabulario, Alyssa Alessandra? Preguntó mamá con rabia Debes respetar a tu hermano, solo quería felicitarte, mal agradecida.

Finalice la llamada. No quería seguir escuchando, ni a ella, ni a su maldito hijo. Golpeé  con rabia la pared de la habitación y caí en el suelo llorando. La respiración comenzaba a faltarme. Estaba teniendo un ataque de ansiedad.

—¡Whitney, está pasando de nuevo!— Gritó Thalia saliendo corriendo de mi habitación en busca de Whitney.

La única que sabía la historia completa era Whitney y... mamá, la cual nunca hizo nada por ayudarme, sino que prefirió gritarme que era una mentirosa.

—Aly, necesito que dejes de pensar, necesito que dejes tu mente en blanco, por favor, cariño— Comenzó alzar y bajar mis brazos— Debes tranquilizarte, solo tu puedes hacerlo.

Comencé a respirar lentamente. Intentando calmar el dolor que sentía en mi pecho. Era como si un camión me hubiera pasado por encima.

-Eso es cariño, respira- Me levantó del suelo y me recostó en la cama- ¿Qué pasó,  cariño? Hace mucho tiempo no tenías uno de esos.

—Mi mamá y su hijo— Mire hacia un punto fijo— Ella me lo pasó, él  muy maldito se atrevió hablarme, Win. Estaba insultándolo cuando mamá  ya tenía el celular en mano y te imaginarás como término.

—Te juro que odio tanto a esa mujer pero no tanto como al maldito de su hijo, es un cabrón de primera— Levantó el cupcake del suelo y lo botó en el pequeño bote que estaba en la habitación— No debes dejar  que ellos te afecten y menos que interfieran en tu paz.

—Lo sé, ahora lo que me importa es conseguir un empleo nuevo— Cierro mis ojos— Después de lo ocurrido, perderé la ayuda de mamá, tenlo por seguro.

—Ay, mi pequeña Alyssa— Me mira con tristeza pero una pequeña sonrisa aparece en su rostro. ¿En qué  estará pensando?— No sé si te parece la idea de ir a visitar mi trabajo, están necesitando modelos.

—Pero Win, yo no soy modelo— Miro al suelo evitando reír— Ni siquiera parezco una.

—Cariño, no necesitas ser modelo de pasarela para trabajar en la agencia— Camina hacia la puerta— Prepárate que iremos por ese puesto.

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