—No lo haré— Sonreí con suficiencia. Estaba bastante loco si creía que lo haría.
—Es fácil, Mazi— Suspira. Miro su cara que demuestra súplica y misericordia.
—No me haré pasar por tu amante— Ruedo mis ojos con fastidio— Sino quieres casarte sólo díselo, la sinceridad, ante todo.
—Créeme que ya lo intenté y no funcionó, si se incumple el contrato tendré que pagar una suma muy alta de dinero— Cerró sus ojos y suspiró con desesperó. Vaya que esto lo estaba afectando bastante—Prefiero pagarte cuatro mil dólares para que nos acostemos y ella nos vea, es fácil.
—¿Me viste cara de prostituta? —Pregunto ofendida.
—Claro que no, no es como si no lo hubiéramos hecho antes— Levanta sus hombros restándole importancia. Tiene razón, pero no es lo mismo—Por favor, muñeca.
—Son seis mil o nada— Advierto. Él acepta con mala cara y eso me hace feliz— Este es el último favor, no volverá a pasar.
—Eres un ángel— Me abraza con fuerza. Por lo menos esos seis mil me ayudarán bastante— No sabes de lo que me estás salvando.
—Si eso es todo, ya puedes irte. Tengo una cena muy importante en una media hora y no estoy lista.
Me siento sobre la cama y cruzo los brazos con algo de desespero. Odio llegar tarde o no estar lista a tiempo.
—Nos vemos mañana, muñeca— Besa mi mejilla antes de salir de la habitación.
Sin mirar el reloj quito toda la ropa que traigo puesta y me quedo solo en mis diminutas bragas de encaje. Paso mi vista por todo el armario y no veo nada que me guste. Es hora de comprar ropa nueva.
—¿Ese no era Garret Williams? — Pregunta V, entrando a la habitación. Esperen... ¡¿Qué hace él aquí?
Cubro rápidamente mis pechos descubiertos ante el individuo. Creo que a Vaisnava ya se le hizo costumbre entrar cuando estoy casi desnuda.
—Mejor dicho, ¿Tú qué haces aquí? — Le doy la espalda y continúo buscando. Miro un vestido color piel y lo tomo con rapidez.
—Primero pregunté yo— Suelta con seriedad. Ruedo mis ojos.
Paso el vestido por mis piernas y me pongo de espaldas a V para que suba el cierre.
—Venía por ayuda, ya sabes que se casará en unas semanas y su prometida necesita mi ayuda— Suelto con tranquilidad. Ni siquiera tendría porque darle explicaciones—Ahora ya puedes decirme porque estás aquí.
Susurra algo que no entiendo mientras sube el cierre del vestido y deja un beso en mi hombro descubierto. Mi cuerpo se eriza ante aquel acto, pero lo paso por alto.
—Son las nueve de la noche, lindura.
Doy media vuelta, buscando los tacones negros de plataforma de Whitney. ¡Mierda! ¿Dónde están? Busco en el armario y no hay rastro de ellos; me pongo sobre mis rodillas y los busco debajo de la cama. Doy un pequeño grito al sentir un pequeño azote en mi culo.
—¡Oye!
—Tenía que hacerlo, lo siento— Ríe. Lo miro con cara de pocos amigos. Tomo los zapatos y me los pongo con rapidez.
—Oh, cállate. Mejor espera en la sala mientras terminó de arreglarme— Me miro sobre el espejo y suelto mi cabello. No evito mirar la expresión de burla de V al ver mi cabello— Ni se te ocurra reírte.
Mi cabello está hecho un desastre. ¡Jesús! Estoy a punto de dejarme calva. Agarro el cepillo e intento desenredarlo, pero es tiempo perdido. Intento hacerme un moño alto que me sale como a la tercera vez.
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Webcam Model
Teen FictionHoy puedo confirmar que soy una persona totalmente distinta a lo que era hace algunos años y creo que me hace sentir bastante bien. Soy la persona que todos querrían tener bajo ellos, pero no todos cumplen ese maravilloso deseo. ¿Quieres saber quié...