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Capítulo 21

—Quiero que me expliques, Mazikeen.

—Estaba esperando por ti— Sonrío con ternura—. Creí que nunca vendrías.

—¿Con quién hablabas?— Se acercó con  seriedad.

Jesús perdóname por mentir con algo de esta índole

—Estaba hablando con el tío Lolo— Río al ver su rostro. ¡Perdón!—. Estaba mostrándole que tengo un pecho más grande que otro.

—Ven veo.

Retiró el brazo que cubría mis pechos y le enseño. V se relame los labios, saboreando cada parte de estos. No evito sonreír ante lo que he logrado, ventajas de saber utilizar muy bien tus encantos. Termina de acortar los pocos centímetros que nos separaban y toma mis dos pechos masajeandolos. Un pequeño gemido sale de mis labios y él sonríe.

—Yo creo que están iguales— Apretó mi pezón, causando un escalofrío en todo mi cuerpo. Hace un recorrido de besos hasta uno de mis pechos. Lo toma en su boca y lo saborea con bastante gusto—. Eres preciosa, mi amor.

Sonrío y dejo que continúe con su magnífico trabajo. Después de atender mis dos pechos sube de nuevo a devorar mi boca. Gimo al sentir sus manos apretar mi culo, ¡Este hombre me va a matar de excitación! Aprieto el bulto que se marca en su pantalón, logrando sacar un suspiro de sus deliciosos labios.

—Sabes qué solo te quiero a ti, ¿cierto?— Pregunta, bajando mis bragas y adentrando uno de sus dedos en mi sexo.

—Puede ser— Sonrío con ternura. Me gusta demasiado cuando se pone en ese tono, pero me gusta mucho más cuando se pone rudo en la cama—. Creo que no lo recuerdo.

Me voltea rápidamente dejándome boca abajo y azotando mi culo. Muerdo mi labio al sentir tan delicioso tacto; quien iba a creer que después que odiara que mamá me diera nalgadas cuando hacía algo malo, ahora las amará tanto.

—Ojalá no se te olvide porque será peor— Me da otro azote, pero mucho más duro. ¡Auch! Eso sí que dolió.

Me posiciono en cuatro esperando a que comience la acción. No se imaginan cuanto extrañaba esto. V entra sin avisar causando que suelte un fuerte grito, eso fue bastante inesperado. Comienzo a mover mis caderas al sentir sus dedos en mi interior, cada vez siento como mi humedad va aumentando. Vaisnava es un experto con sus dedos y su lengua, él conoce cada punto débil de mi cuerpo. Gimo su nombre en alto al sentir un escalofrío recorrerme todo el cuerpo, bienvenido al primer orgasmo de la noche.

—Di que eres mía y de nadie más, Mazi— Mordisquea mi muslo interno.

Mi lado feminista quiere responderle que soy solo mía y de nadie más, pero mi lado sumiso que está al flote en estos momentos decide cumplir el capricho del ruso, pero no sin antes hacerlo cabrearse.

—Lo siento, pero tienes que compartirme— Muerdo mi labio. Contengo una sonrisa al ver como el rostro de V cambia con esa simple frase.

Toma mi cuello con fuerza y unió nuestros labios en un beso duro, lleno de tanta posesividad. Me gusta demasiado cuando se pone posesivo y me trata duro, como también me gusta que en algunas ocasiones sea tierno, pero me gusta mucho más el V duro. Se aleja de mis labios dejándome con ganas de más, me mira directamente. Noto que sus pupilas están dilatadas y su respiración bastante rápida, ¡Me encanta!

Continuó con un adentro y afuera con demasiada rudeza. Mañana alguien no podrá caminar y cave recatar que esa será esta preciosura.

***

Después de toda una noche cargada de bastante sexo, V se encuentra dormido de espaldas en la cama. Tomo con sigilo mi celular de la mesita de noche y lo desbloqueo, no sin antes darle un rápido vistazo hacia donde duerme plácidamente Vaisnava.

[09: 40 p.m.] Garret: ¿Por qué finalizaste la llamada, Muñeca? ¿Estás bien?

[10:00 p.m.] Garret: ¡Hey!

[10:30 p.m.] Garret: Muñeca, responde. ¿Estás bien?

[11:15 p.m.] Garret: Mazikeen, es en serio, me tienes preocupado.

[01:05 a.m.] Garret: MALDITA SEA, MAZIKEEN, VOY A MANDAR A BUSCARTE EN ESTE MISMO MOMENTO.

[01:05 a.m.] Garret: ESTÁS EN LÍNEA,  RESPONDE MALDITA SEA.

[01:05 a.m.] Tú: Ni se te ocurra mandar a buscarme, porque te juro que te mato, Garret.

[01:06 a.m.] Tú: Estoy bien. No quiero que me respondas este mensaje o me llames, yo te escribiré después. No vayas a joder todo.

Elimino la conversación, actuando como si lo de hace unas horas nunca hubiera sucedido. Me quedo unas horas más revisando mis redes sociales, hasta que por fin mi cuerpo decide descansar después de un día tan agotador.

23 de Abril, 2017

Re acomodo de nuevo el cuadro en la pared. Que pintura tan espantosa verán los gemelos al nacer.

—Como tu amiga te digo que es cuadro más espantoso que he visto en toda mi vida— Bajo de las escaleras. Dios, es que es repugnante.

—Es precioso, a mí me encantó— Miró con adoración la pintura. Las hormonas afectaron por completo su buen gusto.

—Estás de joda, ¿Verdad?— Ella niega—. ¡No me jodas, Thalia, ese cuadro está horrible, los niños tendrán pesadillas por su culpa.

—No critiques, me costó treinta dolares en Amazon. Tenia muy buena calificación, cuatro punto cinco estrellas de cinco, ¡Es grandioso!

—Te robaron tan estúpidamente, Tal, ni Camila se hubiera dejado engañar tan fácilmente— Golpeo mi frente con la palma de mi mano. Este embarazo acaba de arruinar por completo el gran gusto que tenía mi amiga.

—¿Qué estás tratando de decir?— Me mira dolida. ¡Otra vez no, por favor!—. ¿Qué soy una estúpida? ¡Pues gracias, eso ya lo sé desde que me embarace del estúpido de Byron!

*De nuevo no…*

—No quise...

—No quiero estos bebés, no los quiero— Solloza con fuerza. Dios, he despertado el monstruo de nuevo.

—Quiero pensar que son las hormonas— Toco el puente de mi nariz. Ojalá y no lo esté diciendo de verdad.

—No los quiero, ya no. Los daré en adopción, desde que aparecieron en mi vida sólo han traído problemas, han puesto mi vida en peligro, no los quiero— Deja de tocar su vientre— Yo… yo… no puedo más con esto, Mazikeen, es mucho para mí.

—Si no los quisieras, hubieras hecho algo para no tenerlos, pero aquí estás, intentando ser una mejor persona para ellos— Tomo su mano. Duele ver a Thalia tan indefensa en estos momentos— No te rindas ahora, ya vas a poder hacer lo que quieras de nuevo, falta poco, Tal.

—Tú no sabes lo que es estar embarazada y no poder hacer nada, tener que estar acostada todo el día, aguantando los inquietos que son estos niños, no puedo, Mazikeen.

—Ya no puedes arrepentirte de nada, ya los niños están a nada de nacer, ya no hay nada que se pueda hacer.

—Lo estuve pensando y los daré en adopción.

***

Hola, hola.
Volví del más allá. Espero no me hayan extrañado.

Todo el amor, C.