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Capítulo 11

16 de enero, 2017

—No me siento muy bien— Soné mi nariz después de hablar. La gripe me había llegado de sorpresa y de la peor manera.

—Mazikeen, debes estar aquí en una hora, al señor Vaisnava no le dará mucha gracia que no estés aquí.

—Lo siento, pero no iré— Inhalo profundamente por mi boca. Mi nariz está bastante congestionada— Si a él le gusta, la reunión puede aplazarse.

—¡Dios mío, Mazikeen! — Resopla Georgina— Intentaré convencerlo, no prometo nada. Si pierdes esa oportunidad es tú culpa.

—Gracias. Te amo— Reí antes de colgar.

Dejo el celular sobre la mesa de noche y cierro mis ojos. Todo mi cuerpo duele, mi cabeza palpita con fuerza, el escalofrío gobierna todo mi cuerpo, la fiebre parece no querer bajar y, ni hablar de la tos y la congestión nasal. He tomado medicamentos para el malestar, pero estos se demoran en hacer efecto una eternidad.

Whitney entra a la habitación con un plato hondo en sus manos. El vapor que brota de éste, confirma que está hirviendo.

—Te traje sopa de pollo, es de mucha ayuda para combatir la gripe— Me entrega el plato. Lo dejo sobre mis piernas mientras miro a mi amiga— Thalia te manda saludes.

—Está a dos puertas y no viene— Aclaro mi garganta. Ésta también duele bastante— Es su culpa que éste así.

—Ella no quiere que la contagies ni a ella, ni a sus bebés— Ríe Whitney.

—Maldita mexicana.

Whitney contesta su teléfono, haciéndome una pequeña seña para que la espere.

—Tu madre llamó hace un rato, dijo que le devolvieras la llamada. ¡Oh! También dijo que eres una ingrata—Quita su mano del micrófono del celular. Sin dejar de hablar por teléfono, sale de la habitación dejándome con la palabra en la boca.

Maldita Argentina. Malditos todos.

En los últimos dos meses he tenido una muy buena recuperación de mi pie. Ya puedo apoyarlo y no duele tanto. Lo malo de todo, es que quedó una cicatriz no muy agradable por la operación. El doctor dijo que en unos meses puedo hacer una cirugía estética para eliminarla un poco.

Tomo mi celular y marco el número de la casa de mamá.

—Buenos días.

—¿Mazikeen?

¡Mierda, el tío Lorenzo!

—Tío Lorenzo, ¿Qué tal? — Pregunto.

—Eres una ingrata, consigues dinero y te olvidas totalmente de tu familia, de mí— Habla dramáticamente. El tío siempre siendo una actriz.

—Lo siento, perdí tu número— Susurro— ¿Qué haces en casa de mamá?

—Tu adorable madre me ofreció su casa unos días— Suspira— Estoy pasando un momento difícil con William.

—¡¿Qué pasó?! — Grité. El amor de ellos era el más puro que había conocido desde que tenía consciencia.

—Estamos con los tramites del divorcio— Toma un largo suspiro. Sabía que estaba a punto de llorar.

—Dame unas horas y estaré en casa— Avise antes de colgar.

Me levanto de la cama y me despojo del pijama. Me quedo sólo en la diminuta braga y busco en mi armario que puedo ponerme. Hoy el clima está bastante caluroso, el sol decidió salir con todo su resplandor.