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Capítulo 8

31 de diciembre, 2016

—Dame unos minutos asimilo todo esto— Cierro mis ojos con fuerza. Debe ser una puta broma— ¿No conoces algo llamado protección?

—Mazi, estoy muy feliz de que este bebé venga en camino— Sonríe mostrando su pequeño hoyuelo. Se notaba que está muy feliz por la noticia— Ya estoy bastante grande. Él está muy feliz con la noticia de bebé en camino.

—Tienes veinticinco años, eres muy joven todavía— Balbuceo. Esta noticia no me la esperaba hoy, ni mañana, ni dentro de un mes, ni nunca— ¿Qué dirá tu mamá?

—Ella está muy feliz, dijo que creía que nunca le daría un nieto de mi parte— Acaricia su vientre inexistente.

— ¡Dios, voy a tener un ataque! — Agarre con fuerza las muletas. Era una noticia muy difícil de asimilar, mi mejor amiga estaba embrazada y posiblemente podría irse del departamento— ¿Y tú trabajo?

—Lo dejaré, en unas semanas hablaré con la jefa y le daré mi carta de renuncia. No quiero seguir con ese trabajo sabiendo que seré madre—Explica.

—¿En qué trabajarás entonces? ¡No ganarás en ningún otro trabajo como ganas en la agencia!

La puerta de la habitación se abre y entra una silenciosa Thalia.

—Deberías respetar su decisión, Mazikeen— Habla Thalia.

—No necesito ese trabajo para ser feliz, terminé una carrera y es hora que la ejerza, no ganaré como lo hacía con la agencia, pero no importa—Sonríe. ¡Jesús! Voy a entrar en estado de shock en este preciso momento— Quiero que mi hijo sea feliz y eso haré

—No puedo con todo esto, es demasiado— Sollozo. Todas entran a la habitación, Camila grabando todo lo sucedido y Denise riendo.

—Sé la ha creído— Ríe Helena. La miro con mis ojos cristalizados y la golpeo en la pantorrilla con una de las muletas.

—¡Feliz día de los inocentes! — Me abraza Whitney. Con la muleta que acabo de golpear a Helena hago lo mismo con ella, pero esta vez golpeo su brazo.

—¡El puto día de los inocentes fue hace dos días! — Chillo. Miro a las dos golpeadas que soban sus heridas— ¡Con eso no se juega, casi me da un infarto!

—Estás realmente loca si crees que me dejaré embarazar por alguien con quien llevó saliendo hace poco— Ríe Whitney. Yo le respondo con mi dedo corazón— Llevamos menos de tres meses y ya tú crees que yo me dejaré embarazar a la primera.

-—Oye! — Se queja la española.

—Lo siento, Lena— Ríe la morena, abrazándome— Debiste ver tu rostro, parecía que acabarás de oler queso rancio.

—Iré a revisar la cena— Avisa Denise antes de salir de la habitación.

—Si dejaré el trabajo— Habla después de un rato la Argentina. Todas le damos una mirada rápida—Terminé mi carrera y es hora que la ejerza, es mi sueño desde hace muchos años.

—¡Vaya! Eso sí que no me lo esperaba— Cierra los ojos Helena.

—Yo también tengo algo por decir— Sonríe con nerviosismo la mexicana. No estaba para otra broma, con una tenía suficiente— Yo soy la que estoy embarazada.

—Mi amor, llegue... ¡¿Qué?! — Grita Byron, entrando a la habitación. Todas miramos rápidamente al remitente. Thalia abre sus ojos con sorpresa, parece que alguien tampoco sabía.

—Sorpresa— Ríe. Byron la toma del brazo con algo de fuerza y la saca de la habitación.

—¡Jesús! Esto ha sido algo inesperado— Hablo después de un rato.