Conciliador de Sueños [KatsuDeku]•en edición•

Parte VI. Aproximarse a una salida

Midoriya no estaba bien.

Después de haber cenado junto a los otros la noche anterior, se dio prisa en prepararse y regresar a su cuarto. Había guardado la esperanza de refugiarse en el sueño tras haber pasado por tanto durante el día, y ni siquiera importaba si era un sueño normal o uno más complicado, pero nada había salido como esperaba. Casi no había dormido y en cuanto fue capaz de conciliar el sueño, nada llegó hasta él. Fue como haber cerrado los ojos en un segundo y al otro, haberlos abierto para empezar el nuevo día sin descansar ni por un minuto.

Así, sin nada más.

—¿Te encuentras bien, Deku-kun?

"¿Qué es esto? ¿Déjà vu?"

—Lo estoy, Uraraka-san —respondió, mintiendo con descaro. Por supuesto, su amiga se dio cuenta de lo que estaba haciendo y entrecerró los ojos en su dirección con recelo.

No fue la única que lo notó.

—No deberías mentir, Midoriya-chan. —Tsuyu le advirtió, imperturbable. Estaba desayunando junto a ellos ese día—. Te ves bastante cansado.

A su lado, Todoroki estuvo de acuerdo.

—Asui tiene razón, Midoriya —dijo—. Te ves como si no hubieras dormido bien anoche.

—¿Es eso? —Le preguntó Uraraka, solo para confirmar sus propias sospechas.

Midoriya dejó caer los hombros con cansancio y no pudo hacer más que asentir en su dirección.

—Sí.

Ella gesticuló un 'ah', haciéndole saber que comprendía su situación. Él forzó una sonrisa al tiempo que la veía.

—Aunque no lo hubieras confirmado, tus ojeras te delatan —Tsuyu llamó su atención otra vez. Ahora presentaba una sonrisa más bien inquietante, mientras señalaba con un dedo la evidencia que se ubicaba justo debajo de sus ojos.

Se cubrió el rostro con las dos manos en respuesta a eso. Sus compañeros soltaron un par de risas ante su evidente intento de escapar de la situación. Solo se descubrió la cara cuando un grito irritado de Kacchan atravesó el lugar.

—¡Déjame en paz, pelo de mierda!

Kirishima rió con fuerza y a carcajadas después de eso, incluso más allá de las amenazas sobre explotarle la cara si continuaba incordiando al otro. Aquello no era una sorpresa, pensó Midoriya con resignación. Aun así, se sintió aliviado al notar que Kacchan estaba un poco más animado que el día anterior.

—Miren —Fue Tsuyu quien habló nuevamente, esta vez señalando al chico irritable en la otra mesa—. Allí hay alguien más que al parecer no durmió bien anoche.

—¿Bakugou-kun? — preguntó Uraraka.

—Sí.

Al igual que los demás chicos en su mesa, Midoriya miró a Kacchan con detenimiento hasta que lo notó. También tenía indicios de ojeras bajo los ojos, sus pestañeos duraban más de lo necesario y después de un momento, intentó disimular un bostezo. Una sensación extraña se asentó en su pecho al verlo así. Él definitivamente lucía mejor dispuesto que el día anterior, sin embargo, su estado físico no concordaba con eso. Midoriya se preguntó entonces si es que el problema que estaba perturbándolo afectaba su capacidad para dormir.

—Ciertamente, lucen bastante cansados —dijo Todoroki y Midoriya se giró hacia él. Su amigo estuvo concentrado en la apariencia de su compañero volátil, antes de girarse nuevamente hacia él—. Deberías tomar algo de tu tiempo hoy y descansar, Midoriya.