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Hubo un tiempo en que Bakugou, siendo todavía un mocoso inmaduro, se convenció de que sería mejor si Deku continuaba siendo alguien sin importancia; tan solo un inútil más olvidado por la sociedad en que vivían, mientras que él, talentoso como era, se sentiría triunfante por haber acertado en predecir su destino.
Cuán equivocado había estado al pensar así.
Lo cierto era que, por ese entonces, todavía no conocía la imagen de un Izuku en verdad sonriente, estúpidamente confiado y mucho, mucho más fuerte; la perfecta imagen de alguien que podría ser un igual, alguien con quien poder compenetrarse de forma constante; una persona capaz de mantenerse a su lado en batalla o llegar a superarlo, pero que aun así, seguiría admirando a Bakugou con sinceridad.
Así que, en cuanto Bakugou pudo reconocer que aquello era real, que este Izuku sí existía, más allá de toda improbabilidad, también fue el momento en que sus expectativas pasadas comenzaron a desmoronarse.
En el camino que emprendió para entender por qué este Deku lo atraía tanto y por qué lo hacía emocionarse como no podía desde los cuatro años, Bakugou descubrió que todo lo que esa emoción conllevaba, la presión comprimiendo su pecho, los latidos acelerados y pérdida del aliento incluidos, se volvían casi inexistentes cuando veía a Izuku avanzar, y crecer, y ser inmensamente feliz como jamás pensó que querría verlo. Y solo... maldición, como deseó ser parte de aquello. De estar a su lado como un rival apropiado, tal vez cómo un amigo o quizás como mucho más que eso. A pesar de no tener idea de cómo mierda hacerlo.
Debido a ello, comenzó a adentrarse en un inmenso bucle de frustración y desesperación sin salida aparente. Algo extraño para Bakugou, quien no acostumbraba sentirse tan perdido y poco capaz de encontrar un maldito plan de acción en su vida personal. No obstante, aquella dubitación no perduró demasiado, porque los malditos sueños, esos que tanto lograron perturbarlo, hicieron aparición cuando la impotencia por su inacción empezaba a ser insoportable.
El primer sueño, irónicamente, había sido el más difícil de asimilar como propio.
Bakugou conocía ese parque, esos árboles, ese riachuelo como la palma de su mano. Y hubo un día en que caminó entre ellos creyendo que era una de las personas más impresionantes del mundo. Hasta que resbaló de ese estúpido tronco, cayó al agua y asumió que Izuku lo estaba menospreciando. No obstante, los cambios en el desarrollo de acontecimientos en el sueño fueron tan grandes, tan increíbles y difíciles de procesar, que hallarse tan complacido, solo por la idea de que Izuku tuviera una particularidad de pequeño había sido demasiado.
Tras despertar esa primera noche, se encontró desprevenido, vulnerable como pocas veces en su vida y tan, tan enojado consigo mismo, que lo odiaba. Porque no, definitivamente no quería cambiar la forma en que creció, pero... ¿Tan diferente habría sido su maldita infancia si aquello hubiera sucedido?
¿O solo podía soñar con eso, tras realmente ver a Izuku como en verdad era? Siendo tan sincero a su alrededor, tan impresionable ante la iniciativa de Bakugou. Siempre admirándolo. Siempre siguiéndolo y viendo las partes buenas de Bakugou a pesar de toda la otra mierda que le había hecho.
Se le había revuelto tanto el estómago al pensarlo, que buscó refugio entre las mantas como un mocoso, y solo allí, sabiendo que estaba solo en la oscuridad, dejó a sus ojos arder por algo más que una derrota después de años. Y no pudo volver a dormir.
Los siguientes sueños no habían hecho más que empeorarlo todo.
Además de evitar dormir lo más que podía, Bakugou se había sentido nervioso, inquieto, e incluso como alguien indigno por tener que experimentar todos esos malditos "tal vez". Disgustado por el pensamiento de que si todo hubiera marchado mejor entre ellos, no habría estado lidiando con la inseguridad de no saber cómo proceder con Izuku, y de paso, con todas sus potenciales parejas de mierda. Porque él mismo pudo ser otra potencial pareja. Habrían estado cerca el uno del otro, e Izuku confiaría en él con su maldito corazón para hacer algo como eso posible. Habrían podido estar junto al otro sin que se sintiera extraño o fuera de lugar.
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Conciliador de Sueños [KatsuDeku]•en edición•
FanficIzuku Midoriya se ve acechado por extraños sueños dónde hechos importantes de su vida se han visto modificados. Agobiado por lo que estás imágenes están provocando en sus emociones, va en búsqueda de respuestas, sin saber que esta le llevaría a enfr...