40 - CUMPLEAÑOS

135 19 16
                                    

—¿Dónde estabas, Cris? Te hemos buscado por todas partes.

Levanto la cabeza de la almohada para ver los preocupados rostros de Tiff y Sara. En cuanto ven mi cara, se acercan corriendo a la cama.

—¿Pero qué te ha pasado? —pregunta Sara —. ¿Por qué estás llorando?

—No es nada —respondo incorporándome en la cama —. Es sólo que ayer bebí mucho y me ha dado por llorar.

—¿Seguro? —me indica Tiff escéptica.

Yo le dedico una sonrisa. No quiero que se enteren de nada. Me juzgarían y, ahora mismo, es lo último que necesito.

—Sí, estoy segura —contesto con tranquilidad —. ¿Y por qué me buscabais? ¿Es que no sabéis vivir sin mí?

Las dos se miran y se echan a reír. Tengo que reconocerlo. Me incomoda la complicidad que se ha formado entre estas dos. Siento como si me dejaran de lado y eso no me gusta.

En ese momento se abre la puerta de mi habitación y... ¿Qué es eso? ¿Un oso rosa gigante de peluche? Me froto lo ojos incrédula, pero la imagen no desaparece. ¿Qué significa esto?

—Feliz cumpleaños, mi pequeña —dice mi madre saliendo detrás del oso.

Me echo a reír. Por un momento me había olvidado del día que era hoy. Hoy cumplo veinte años.

—Muchas gracias, mamá —respondo levantándome a abrazarle.

—¿Pero qué te ha pasado? —pregunta al ver mi cara —. ¿Es que has llorado? ¿Qué has hecho esta noche?

La mirada de preocupación de mi madre me incomoda. Tengo que buscar una excusa ya y creo que tengo la perfecta.

—Verás, mamá —contesto avergonzada —. Ayer bebí mucho y todos los recuerdos de estos días vinieron a mi mente. Comencé a sentirme sola y vine aquí para llorar.

—Pequeña —dice mirándome con una tierna sonrisa —. No deberías pensar eso. Tú no estás sola, nos tienes a nosotras. ¿Verdad, chicas?

Tiff y Sara asienten y yo les sonrío.

—Muchas gracias. De verdad.

—No nos las des y vístete —me indica Tiff dándome una palmada en la espalda —. Nicolae nos ha dicho que iba a preparar un desayuno especial y no lo sacará hasta que llegues tú. Así que date prisa, que tenemos hambre.

No puedo evitar reírme. Cuando se lo propone, Tiff es capaz de animar a cualquiera.

—Vale, vale —respondo divertida —. Pero dejadme sola para que me vista. Bajaré enseguida.

Las dos se dirigen a la puerta y, antes de salir, se vuelven hacia mí.

—Por cierto, feliz cumpleaños, Cris —dice Sara.

—Sí. Feliz cumpleaños, Cris —añade Tiff.

—Gracias, chicas —respondo emocionada —. Y ahora salid de aquí o no desayunaremos en todo el día.

Las dos salen riéndose ante mi comentario. Sonrío feliz. Mi madre tiene razón. No estoy sola.

Me meto en la ducha intentando no pensar. Me resulta imposible. Mire donde mire recuerdo la noche anterior. La ducha de Drogo es muy parecida a esta y me da la impresión de que lo hicimos en todos los rincones.

Sacudo la cabeza intentando sacar esos pensamientos de mi mente. Drogo ha sido un polvo pasajero, nada más. Hoy es mi cumpleaños y lo voy a disfrutar.

DC V: VOLVER A EMPEZAR √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora