열둘. TWELVE.

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Me dolía por completo que ahora me ficharan como eso, una cualquiera que se atrevió a meterse con uno de los chicos más populares en el campus. Me sentía destrozada con el simple hecho de saber que ahora todos en el lugar me odiarían. Con esto, he recordado la vez en la que mi hermano me dijo que nunca debería importarme lo que piensen los demás ya que es mi vida y no la de ellos.

Pero... ¿Como podía ignorar esto? Estaba segura de que esto solo era el principio y que seguramente Irene estaba detrás de esto, y si ella llegó a este grado, no sé a qué otro nivel llegará. Y eso me aterraba por completo.

Sentí una lengua áspera pasar por mi mejilla discretamente, sabía que era mi fiel compañero Shiro que estaba más que preocupado por mi, él siempre cuando lloraba hacía lo posible para que yo me calmara, siempre fue un buen amigo.

Recordé la vez que mi abuelo me regaló a Shiro en navidad hace ya once años, un mes antes del accidente de auto donde todo ocurrió. En esas fechas mis abuelos enviaron a Shiro a que fuese entrenado para ser un perro guía y protector mío. Lo tuve lejos durante unos cuantos meses, cuando regresó era un perro mucho más listo, atento y lindo. Siempre se preocupaba por mí, había noches en las que lloraba y él dormía conmigo lamiendo mis lágrimas hasta que me calmaba. Tampoco recuerdo como era. Solamente lo pude ver de cachorro que fue cuando mi abuelo me lo dio, ahora que es un adulto ya grande, no imagino como es.

- Tranquilo amigo... Estaré bien. - Acaricié su pelaje suave y él me lamió de nuevo.

Estuvimos en silencio un rato mientras yo dejaba salir unas cuantas lágrimas más. Hasta que mi llanto fue interrumpido por un sonido de piano que me llamó por completo.

Al parecer el lugar no estaba solo, había alguien aquí el cual se dedicaba a tocar una melodía tranquila y un poco... Romántica. Pero una voz... Vaya voz, sonó en el lugar acompañando el sonido del piano.

Era un chico, la voz era completamente masculina, pero a su vez aguda y hermosa. La canción me era conocida... Pero no recordaba el nombre de ésta.

Me levanté del suelo con cuidado sin hacer sonido y me encaminé un poco a el origen del sonido con Shiro cuidando de mí. La canción me tenía completamente atrapada, la había escuchado miles de veces, pero la voz de el chico era magnífica y digna de admirar.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando la voz dejó de cantar y el piano se detuvo abruptamente.

- ¿Quien eres? - Una voz grave sonaba molesta. - ¿Como entraste? - Sí, estaba molesto.

- Yo.. Lo siento, no quise interrumpir, solo entré aquí por que pensé que estaba sólo el lugar. - Me apresuré a explicar.

- Hyung no le hables así la asustas... - Regaña otra voz masculina. - Disculpa sus palabras rudas... - Sonaba apenado. - ¿Como te llamas? - Pregunta amable.

- Hanri Bae. - Me límite a decir.

- ¿La chica roba novios que nombraron hace unos momentos? - Pregunta una voz con diversión y pude escuchar un gruñido de el otro chico reprendiendo.

- En realidad eso es mentira... Una chica que me odia hizo ésto. - Hablé algo nerviosa.

- Tranquila entendemos... Mi nombre es Jeon Jungkook y el chico grosero es Min YoonGi. - Habla amable uno de ellos, comenzaba a identificar sus voces.

- Oye niño tienes que practicar deja de hacer amigos. - Se queja el chico de nombre YoonGi.

- Descansemos un momento, de todos modos habías dicho que te dolían las manos para tocar el piano. - Contesta el chico de nombre Jungkook.

Blindness ♡ •[PJM]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora