EL FIN Y EL PRINCIPIO

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La escritora mira a la rubia sin entender una sola palabra, aquello cada vez es más enredado y extraño ya que cuando creía que ya sabía todo lo que tenía que saber una nueva sorpresa aparece. Es una historia tan enrevesada que parece ficción.

Kayden va en busca de ayuda y se apresura en encontrar a alguien. Cuando entra en la vivienda, George Monroe la mira con cierta extrañeza.

—¿Quién es usted y cómo ha entrado en mi casa? —se dirige el hombre a ella.

—Su esposa necesita ayuda. —le informa la contadora de historias. —Ha roto aguas. —le comunica.

George sale corriendo acompañado por la escritora hacia el lugar en el que su esposa está a punto de alumbrar a sus dos bebés. Cuando llegan, la cabeza del primer bebé ya está saliendo y el tío de Marilyn corre junto a su mujer. El fantasma de la rubia mira a su tío enternecida. Él siempre había deseado ser padre.

Cuando el hombre ve a su bebé se emociona, es muy parecido a él, hasta el color de su cabello tiene, además de la pelusilla rizada. La pareja espera el nacimiento de su segundo retoño pero la criatura no parece moverse está demasiado quieta. En ese momento el fantasma de la adolescente aparece junto a Marilyn, Kayden la mira temiendo lo que pueda hacer.

Cuando el nuevo padre extrae al segundo bebé con sus propias manos del interior del cuerpo de su esposa, llora como un niño. El bebé ha nacido muerto, era de piel clara como la de su madre y en su garganta de puede apreciar un ligero morado, como si alguien hubiera hecho presión en esa parte de su cuerpo impidiendo que respire con normalidad provocando así su muerte por asfixia.

El padre del bebé fallecido aprecia una marca extraña en el cuello de su nonata criatura, ese morado de su cuello tiene la forma de lo que parecen unos dedos, unos dedos del pie de un niño pequeño.

En ese momento, el fantasma de la adolescente sonríe con maldad y luego se evapora en el aire. Seguido del fantasma de Marilyn.

Kayden comienza a darse cuenta de algo.

«No puede ser posible lo que estoy imaginando.» piensa la contadora de historia mientras comienza a atar cabos.

La siguiente escena en la que Kayden se ve envuelta es una discusión, más bien una reprimenda de la dama pelirroja a la adolescente.

—¿Has sido capaz de hacer algo así? George lo va a saber. Necesitas ayuda, hija. —dice la hermosa mujer de cabellos rojizos a su hija, la adolescente.

—No, si yo te lo impido. —responde su única hija mirándola con maldad. —No sería la primera vez que me deshago de algún estorbo.

—¿De qué estás hablando? —dice su madre que comienza a asustarse.

—¿Por qué crees que solo una de nosotras nació con vida?

Su madre que en un principio no entiende que es lo que su hija le quiere decir remonta su memoria varios años atrás.

—Eso no fue más que algo involuntario. Ella estaba destinada a no nacer. —se lamenta su progenitora.

—¿Estás segura de eso madre? —sonríe su hija de manera casi diabólica mientras eleva una ceja.

En ese momento, Hayden empuja a su madre por las escaleras, haciendo que la mujer ruede por la larga y recta escalera. La joven sonríe mientras ve caer a su madre sin mover un musculo del cuerpo. Cuando la otra joven de la casa a la que tanto se parece Hayden ve a la dama inconsciente al final de la escalera y corre hacia ella preocupada, la adolescente finge preocuparse y corre también a su madre.

La joven no duda en llorar desconsoladamente al ver a su progenitora aunque cuando nadie puede verle una pequeña sonrisa aparece en su cara.

Cuando George llega y ve la escena corre junto a ella asustado. Su mujer abre los ojos y observa a su agresora que la mira con maldad.

ESCRIBIENDO NUESTRA HISTORIA{Michael Jackson Y Marilyn Monroe) (COMPLETADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora