¿Podría ser?

2.4K 207 0
                                    

—Hola Severus —Me saludas con alegría a la vez cierras el libro que estabas leyendo antes de que te interrumpiera y con una tranquilidad te levantas del sofá dispuesto a depositar el libro en su sitio correspondiente, te sigo con la mirada mientras lo haces.

—¿Qué haces aquí, creía que en estos momentos estarías rumbo a la madriguera con tus amigos? —Pregunto algo extrañado por su presencia, mientras ingreso a la habitación sin quitarte la vista de encima.

—Bueno —Suspira —,se supone, pero decidí no irme siempre con ellos —Responde sin voltear a verme, aun continua de pie frente al librero.

Me parece algo extraña su manera de comportarse, camino hacia la chimenea y me sirvo una copa de whisky de fuego para tomar asiento en mi sillón favorito.

—Bueno, ¿Y qué razón te motivo a quedarte? —le pregunto dando un sorbo al whisky.

—Veras —Murmura dándose la vuelta y puedo ver que se encuentra nervioso, se debate entre hablar o callar —es que... —pronuncia frases o inicios de frases incompletas, no puedo evitar fruncir el ceño confundido por ese tartamudeo.

Pronto dejo de prestar atención a lo que sigue murmurando puesto que ha comenzado a jugar nerviosamente con sus maños, mi mente comienza a preguntarse en cómo se sentirán esas manos en mi cuerpo, en probar esos labios que me enloquecen y que quisiera poder besar todo el tiempo, preguntándome si son tan suaves como se ven.

—Severus —Escucho como me llamas, aunque tu voz suena como un lejano susurro—Severus —insistes nuevamente, esta vez vuelvo a la realidad —Severus, te estoy hablando y ni siquiera me respondes —Me miras con algo de molestia mezclada con nerviosismo y diversión.

—Perdona me distraje, ¿Qué me decías? —Respondo algo distraído aun— Te escucho —le animo a que continúe hablando.

Suelta un suspiro resignado porque no le preste atención y me siento culpable de ello, no quiero que piense que no me interesa lo que me tiene que contar; niega lentamente con la cabeza mientras toma asiento en el
amplio sofá frente a mí, una vez que toma asiento su semblante vuelve a ser nervioso e inseguro.

—Dije que no me podía irme —Coloco el vaso en la mesa a un costado del sillón, indicando que tiene mi completa atención —veras tenía que hacer algo mucho más importante
—hizo una pequeña pausa para reunir algo de valor para continuar o eso parece creo yo.

—Y ¿Que sería eso tan importante? ¿Ha ocurrido algo? —Pregunto
preocupado, el solo niega con la cabeza.

—Eh, no para nada —Se muerde el labio y puedo sentir como mi autocontrol flaquea ante esa imagen— Me encanta estar con los Weasley, tu sabes muy bien que los amo, son como mi familia, pero preferí mejor quedarme aquí, había algo que debía hacer —Se ve realmente adorable haciendo ese gesto.

—Muy buen, creo —No sé qué responder, no comprendo el porqué de que decidiera quedarse y, sus claros intentos por evadir el tema el mayor tiempo posible.

—¿Y que podría ser lo... —no consigo siquiera llegar a formular la mitad de la pregunta, pues en ese instante siento chocar su boca con la mía en un beso inesperado, abro enormemente los ojos ante la acción
totalmente inesperada, de mi mano cae la copa que sostenía, estrellándose y rompiéndose en miles de pedazo contra el piso, derramando el líquido que contenía, dejando un enorme charco sobre la alfombra, es algo que realmente no me importa.

Mi mente ha quedado en blanco, el mundo a mi alrededor carece de importancia y en lo único que soy consiente es el calor que irradia el cuerpo de mi amado, tan cerca del mío, el sabor de sus labios, oh cuantas veces no imagine que se sentiría probar sus labios y ahora que los puedo sentir me transportan al cielo con su sabor, son más suaves de lo que me imagine, siento como un pequeño calor se esparce por mi pecho, el beso me tomo por sorpresa pero no evito que pudiera sentir el torrente de emociones que este encierra.

Por más que me fascine el sentirle cerca, el probar sus labios y embriagarme de su aroma, la inminente necesidad del oxígeno hace que me vea obligado a romper el beso; muevo mis manos que hasta ahora se habían mantenido en su cintura (¿en qué momento lo hice?)Hasta sus hombros para poder mirarle a la cara.

—Harry ¿Qué...? —Comienzo a hablar pero me cuesta concentrarme tras el beso, me he quedado aturdido y me cuesta reorganizar mi mente, pero es mucho mayor mi esfuerzo por no arrojarme sobre él, la visión que se me presenta es sumamente tentadora, un Harry sonrojado, con los labios hinchados y respiración acelerada, me hace reunir el poco autocontrol del que aun soy capaz.

—Yo... yo, lo lamento tanto, no, no debí haber hecho eso, perdón —Pequeñas lagrimas comienzan a formarse en sus ojos y trata de soltarse de mi agarre —creo que es mejor que me marche, perdóname Severus, por favor —Murmuro entre lágrimas.

No reaccionó inmediata y al no responderle de inmediato el interpreta mi silencio como algo negativo, desspués de unos instantes logra zafarse y rápidamente emprende la huida de esta bochornosa situación, suelta un sollozo mientras corre hacia la puerta dispuesto a marcharse, pero el sonido me hace reaccionar y antes que logre marcharse le sujeto del brazo, impidiéndole continuar con su huida.

—Harry, espera —Insisto —,por favor, no te vayas —Esta vez prácticamente le suplico.

Mi agarre es firme pero sin llegar a lastimarle, no es mi intención hacerlo, pero busco que volteé para poder mirarle a la cara; el insiste en liberarse y en su frenesí por liberarse se hace daño, desesperadamente busca que le suelte pero mi agarre no disminuye ni un poco.

Sin embargo no tarda en dejar de forcejear al darse cuenta que no le eh de soltar, finalmente se da la vuelta pero baja su rostro, pero antes de hacerlo puedo ver como sus ojos se cierran con fuerza, rindiéndose, las
lágrimas vuelven a salir y ahora corren libremente por su rostro hasta caer al suelo.

—Por favor, ¿podemos hablar? —le pido, el asiente con la cabeza pero se niega a mirarme, suelto el agarre que ejercía sobre él y gentilmente le guiode regreso al sofá donde toma asiento mientras me agacho a su altura,
aun así el continua esquivándome la mirada y su llanto no se detiene.

Suspiro y me tomo un momento para escoger con cuidado mis palabras, no quiero que él las malinterprete, busco que lo que le diga salga de mi corazón, me cuesta algo de trabajo, nunca ha sido sencillo para mí el expresar mis sentimientos, además busco también tranquilizar mi alocado corazón que siento que se saldrá de mi pecho en cualquier momento.

—Harry, necesito saber que ha sido eso —Pregunto apenas consigo recuperar el aire sin soltar mi agarre sobre el.

No te busquéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora