who is that men? 🔥yoonmin🔥

¡dos!: creo que yoongi es definitivamente mi tipo

jimin caminaba desde su departamento hasta la pastelería, esa que quedaba a tres cuadras del edificio y donde podía encontrar sus brownies favoritos, sí que había una más cercana, a sólo una cuadra, pero en esa jimin decía que la atención no siempre era buena y que los panes de chocolate no tenían casi chococolate, aparte, decía que caminar más lo mantenía en forma.

en la mente del rubio, iba haciendo una especie de análisis, pues él estaba curioso de quién se llamaba yoongi y quién se llamaba jungkook. definitivamente él quería saber el nombre del pálido con cabello negro, él era muy su tipo. síp. pero para poder decir su nombre en sueños, él debía saberlo y no podía decir "jungkook o yoongi, eres tan guapo" no, él debía saber que nombre suspirar.

mientras su mente maquinaba una manera para saber quién era quién, no se dio cuenta que ya había llegado a la pastelería hasta que sintió el olor de los panes dulces y pasteles recién horneados. ah~ ese era uno de los mejores olores para jimin.

entro rápido, dispuesto a comprar un pequeño pastel para taehyung y quizás dos o tres brownies para él, tal vez una leche de fresa para acompañar los dulces o una de vainilla... aunque quizás una leche natural sepa mejor con el dulzor de los postres...

—me gustaría un pastel de café y uno de limón, por favor.

esa voz... le era vagamente familiar, por lo que instintivamente sus ojos fueron a parar hasta el mostrador... encontrando a ese pálido que le robaba las miradas, jimin tragó duro y caminó hasta posarse detrás de su vecino, casi automáticamente, pensando que después pasaría a revisar los tipos de leche.

—claro, ¿a nombre de quién? — jimin sentía que quería llorar y besar a la muchacha que había preguntado eso. ¡al fin sabría el nombre de ese pálido tan hermoso!

—min yoongi.

—¡al fin! — el grito que jimin había imaginado fue en su mente, definitivamente no fue exactamente en su mente, pues la cajera y el ahora nombrado yoongi, habían volteado a ver a ese rubio con rostros confundidos.

—¿todo bien, niño? — le preguntó la muchacha, pues cuando jimin notó que obtuvo las miradas de los dos presentes, se puso pálido de los nervios.

—s-sí, claro. era... logré pasar el nivel de un juego en mi celular—para dar más credibilidad a sus palabras, buscó su celular en sus bolsillos traseros y delanteros... entonces recordó que él lo había dejado en casa, cargándose. —es... una exclamación tardía, recién recordé que lo logré pasar. — hasta el notó lo estúpida que era su excusa.

la muchacha le miró divertido, y el quería esconder su cabeza como un avestruz, hasta que vio la leve sonrisa de yoongi. ahora estaba feliz de no ser un avestruz y esconder su cabeza, pues la sonrisa de yoongi hizo que se derritiera un poco.

quien los atendía simplemente rió para después envolver los pedidos de yoongi y pasarlos a la caja, donde el pelinegro pagaría, así jimin subió e hizo su pedido.

—dos rebanadas de pastel de selva negra, un brownie de manjar, otro de chocolate, un pastel mil hojas y una leche de almendras.

—¿nada más? —la chica miraba medio sorprendida, no era normal que alguien pidiera tanta azúcar.

—un cheescake de maracuyá, por favor.

jimin le sonrió, haciendo que sus ojos se conviertan en dos medias lunas. sí que era mucha azúcar para su pequeño cuerpo, pero lo compartiría con taehyung y comería lo que avance hoy y lo que no mañana, pues él sentía que podría olvidar su vergüenza comiendo esos deliciosos postres.