Otoño, 2010
Hacer feliz a Seokjin le hacía sentir especial.
Le gustaban los cumplidos de Seokjin, los mimos de Seokjin, los besos de Seokjin...todo, absolutamente todo de él.
Era increíble. Como un sueño, casi demasiado bueno para ser verdad, y el casi era principalmente porque había ocasiones que no podía estar del todo bien con el mayor.
Seokjin no se enojaba o le reclamaba nada, pero Yoongi sentía que lo decepcionaba cuando no podía pasar tiempo con él, cuando no podía ir a su casa o cuando estaba demasiado ocupado estudiando.
Pero todo estaba cambiando, tomar la decisión de ir a la universidad de Seúl había sido sin lugar a dudas su mejor idea. Había escuchado muchas cosas buenas, había estudiado la institución incluso la había visitado.
Claro que la escuela lo había invitado personalmente y le había hecho propuestas excelentes, becas, oportunidades, incluso su propio dormitorio para él solo, pero nada de eso lo había convenido por supuesto. Su respuesta llegó solo por Seokjin.
Él estaría ahí y eso era lo más importante.
Compartirían habitación y eso sólo lo hacía mejor aún.
Sus padres habían estado de acuerdo con su decisión, después de todo era la mejor universidad del país.
•
•Los primeros días en la residencia fueron extraños. Fue más de mudanza que otra cosa, algunos besos y roces con su novio pero nada más. Había algo que quería hacer con él desde hacía tiempo, pero no sabía como plantearlo.
Llevaban dos años juntos, y bueno...él no quería ser ese chico extraño que aún era virgen en la universidad. Y no quería que su novio lo fuera tampoco.
Así que lo planeo todo para la segunda semana después del inicio de clases. Le costó un poco decirle a Seokjin lo que quería.
Pero al final...ahí estaban.
En su nueva cama, por los próximos años de universidad.
No importaba si no estaban en un lugar cinco estrellas o velas decorando. Estaban juntos y eso le parecía suficiente y esperaba que a su novio también. Para ser un chico rico Seokjin era muy humilde y nunca alardeaba de su nombre.
—¿Estas seguro? —Seokjin se preocupa por él. Lo sabía.
Lo sentía cuando él mayor besaba sus mejillas sonrojadas, cuando acariciaba su piel, como en ese momento.
Las manos de Seokjin recorrían sus costados, sus labios —sus maravillosos y suaves labios—besaban sus mejillas y pasaban por su boca y bajaron hasta su cuello.
—Lo estoy. —contestó dejándose llevar.
La ropa siguió desapareciendo, su vergüenza llegó una vez más cuando no estaba cubierto más que por su ropa interior. Su cuerpo no era espectacular, todo lo contrario a Seokjin quien ya era mucho más alto que él, sus hombros se habían hecho más anchos por la natación y su cuerpo en general parecía haberse transformado para ser la envidia de cualquier hombre de su edad. Y maldición, Yoongi se sentía el ser más afortunado al tenerlo solo para su disfrute. Era el único que lo veía de esa forma, expuesto, desnudo sobre él.
Los besos de Seokjin lo tranquilizaron y lo ayudaron a sentirse cómodo cuando la última prenda salió de su cuerpo. Estaba nervioso por lo que seguía. Había investigado e incluso buscó en esas páginas que sus compañeros de secundaria alguna vez le comentaron.
Y para ser honesto no sirvieron para nada.
Pero al menos Seokjin parecía estar más cómodo con la situación. Y eso le ayudó a mantener la calma.
Las manos de Seokjin fueron suaves en sus piernas, su boca fue sutil y sensual desde su cuello hasta su estómago y más allá de eso. Procuro por su bienestar, se aseguró de todo decenas de veces antes de siquiera tocarlo directamente ahí.
Y había sido la sensación más contradictoria de su vida, era agradable, placentero y al mismo tiempo incomodo. Pero todo siguió para mejor, la incomodidad se fue cuando no sólo fue acariciado en ese lugar, los dedos de Seokjin adentrándose en él le hicieron ver estrellas.
No podía si no pedir por más.
Y lo obtuvo, Seokjin no dejaba de tocarlo, de besarlo y de apreciarlo. Yoongi no podía dejar su boca cerrada, gemidos, sollozos y plegarias salían de sus labios. Escapaban sin permiso, sin control.
Frases a medias, jadeos y el nombre de Seokjin. Ese era el sonido en la habitación.
No podía resistir más sin sentirlo, a él. Dentro. Rogó por ello hasta que Seokjin dejó de jugar con su cordura para ir en serio en él.
El dolor fue cosa de unos instantes, se ajustó al chico sobre él, abrazándose por su cuello y apresándolo con sus piernas. Relajándose en sus brazos para acostumbrarse al tamaño y a la sensación de ser llenado.
Para cuando el mayor comenzó a moverse, Yoongi ya estaba en un mundo distinto. Sintiendo las embestidas a su cuerpo, los besos desastrosos en su cuello, las caricias en sus muslos y no había nada mejor que los sonidos producidos por Seokjin.
Lo estaba haciendo bien. Seokjin se lo hacía saber en cada toque, en cada gruñido, en cada embestida.
Cuando estaba por caer en un borde de sensaciones, Seokjin disminuyó sus movimientos, haciéndole abrir los ojos, y Yoongi nunca se había sentido más admirado en su vida. Seokjin lo observaba, desde su rostro hasta la unión de sus cuerpos.
El sonido gutural que Seokjin lanzó cuando vio el punto donde sus cuerpos se convertían en uno, solo agudizó la confianza en Yoongi para comenzar a moverse con descaro, buscando con sus caderas las del mayor. Quien no dudó en volver a un ritmo rápido.
Yoongi casi no podía mantener los ojos abiertos, pero no se perdería la vista de Seokjin sobre él cuando llegara a su climax.
Dejo caer sus manos hasta las sábanas donde las sostuvo en sus puños, moviéndose junto a Seokjin, animándolo con palabras que jamás creyó creerse capaz de decir. Dejando que sus gemidos se unieran a los de Seokjin.
Estaba cerca y se lo hizo saber. Seokjin lo tocó, masajeando al mismo ritmo que sus caderas. Estaba tan sensible que su toque fue casi como apretar el gatillo.
Sujeto las sábanas con más ímpetu y el orgasmo llegó con fuerza haciendo que su cuerpo se despegara de la cama, soltando su esencia manchando su estómago y pecho, que sus ojos se cerraran por un momento, incluso algunas lagrimas escaparon pues el mayor no dejaba de moverse.
La sensibilidad en su cuerpo parecía increíble, cuando abrió los ojos de nuevo, Seokjin estaba llegando a su propio éxtasis y fue la mejor vista de su vida.
•
•Nunca había dormido tan bien. Abrazado al que él ya proclama el amor de su vida.
Si tan solo lo supiera.
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•Hola. Cherry aquí dejando un capítulo porque pues fue el cumpleaños de nuestro Yoongi.
Espero les guste.
No duden en dejar sus comentarios.
Gracias por el apoyo ya llegamos a +400 votos y estoy muy sorprendida.
Gracias.Nos leemos pronto.
—Cherry 🍒.
Fighting.P.d. Hay una nueva historia Sujin. Se llama Seoul At Night.
Por si gustan leer.🖤💜
ESTÁS LEYENDO
Obsession |SUJIN|JINSU|KSJ+MYG
Random¿Hasta donde es capaz de llegar Seokjin con tal de tener a Yoongi? Seokjin ha desarrollado algo más que un deseo por Yoongi. Yoongi no tiene intención de negarse a Seokjin.