Momentos después de que la casa y el patio se llenaron, el aire festivo podía respirarse en cada rincón. Allistor le preguntó a Catherine si tenía whisky y ella buscó entre los licores de su esposo alguno que fuera de tradición escocesa, así que le sirvió en un vaso ancho y chato con dos hielos. Allistor lo recibió y le dijo si era posible dejarle la botella, que se la devolvería apenas pudiera.
—No te preocupes—Resolvió ella, dulce.
—Gracias, Catherine—Dice él, recibiendo el vaso.
—¿Allistor? —Lo llama, mirándolo de cerca—Cariño ¿Está todo bien?
Él sonríe de medio lado, absolutamente desacostumbrado a esas muestras de afecto. Se pregunta lo mismo para sus adentros y la respuesta le sale sola. No, hay algo en particular que está un poco mal.
—Claro, Cat—le da un sorbo a su trago y niega con su mano—. Todo bien.
Catherine se aleja, no sin antes preguntarle por su madre y dejándole sus cariñosos saludos. Siempre le ha descolocado esa extraña cordialidad que la madre de su hermana intenta conservar con todos, incluso con Kerra, que en estricto rigor era su "rival en el amor". Tal vez Catherine era demasiado señora como para caer en esas bajezas.
Ella se desvía entonces, hacia la cocina o alguna parte, y Allistor prefiere quedarse en su rincón de cigarrillos y whisky. Alice no tarda en aparecer para molestarlo. "Ven a la pista y sal de ahí, parece que pretendes ser invisible", "cállate, enana", "eres más aburrido de lo que pensé" y vuelve a desaparecer tan rápido como llegó. Alice vuelve con sus amigas, Lovise quiere un trago, Mathias se lo lleva inmediatamente y Allistor niega con la cabeza, como si se compadeciera de su amigo. Luego vuelve a dejarla sola para irse con Allistor, y éste deja que el danés le converse de cualquier cosa con tal de dejar de mirar a Murron tal como sabe que lo está haciendo.
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Murron suelta risotadas al conversar con Alice y Lovise. Hablan sobre el trabajo, comparten sus experiencias de la universidad, sus ex novios o cosas así, hasta que la conversación se desvía hacia Alice y Francis, haciendo que la cumpleañera suelte toda clase de pesadeces respecto al francés hasta el hastío, y luego las otras dos empiezan a sonsacarle lo que realmente siente por él. Lovise sonríe satisfecha al escuchar la verdadera razón de por qué Alice lo evita, y Murron la mira con perspicacia. La incita a que sea más sincera consigo misma y que si el franchute le gusta, pues que se deje llevar y ya está, no tiene nada de malo. Alice insiste, con cada vez menos credibilidad, que los franceses le desagradan, que Francis es un cursi empedernido y un melodramático de quinta que la exaspera. Murron la mira y alza la ceja, incrédula. Lovise, por su parte, rueda los ojos por lo terca que resulta ser la muchachita.
La celebración avanza, Alice empieza a beber más de la cuenta y a Allistor parece que se le enciende una alarma invisible. Va hacia ella, le intenta quitar el whisky sin éxito porque ella se comporta como fiera y su hermano prefiere dar un paso al costado. Después sirven el pastel de cumpleaños (que a Alice le hacía mucha ilusión porque había pedido un pastel con la temática de Harry Potter, cosa que a ella le gustaba un montón y qué diablos, no tenía nada de malo volver a ser niña de vez en cuando) y a las cuatro de la mañana la fiesta terminó. Allistor y Murron, que entre los más jóvenes eran los mayores allí, habían comenzado a manifestar cansancio hace al menos una hora y se lamentaban de que pasar los veinticinco pesaba más de lo que creyeron alguna vez.
Pese a que Allistor había bebido, no se mostró dubitativo a la hora de ofrecerle a Murron ir a dejarla. Alice, que ya estaba bastante entonada, se acercó a su hermano con una sonrisa traviesa con la intención de molestarlo con su amiga y el otro le puso una cara excesivamente seria que hubiera congelado a cualquiera, pero no a Alice quien ni se inmutó. Murron se adelantó al decirle que no.
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APH: El ritmo de tus ojos | EscociaxNyo!Irlanda
FanficLuego de dos años trabajando para los Kirkland, Murron Mackay experimenta una sensación extraña cuando todo a su alrededor se vuelca hacia Allistor, el hijo de su jefe, haciendo que incluso su sola presencia la divida en dos: por un lado, un aleteo...