No existen los finales felices

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        Mis ojos estaban a punto de salirse de su órbita. No sé si había bebido demasiado pero... ¡demonios, sí bebí demasiado! ¡no recuerdo muy bien lo que pasó ayer!. Mi respiración se agitó y de repente mi mente se aclaró. Debía salir lo más rápido de ahí.

        Comencé a moverme tratando de hacer el mínimo ruido posible. Me vestí y entré en el baño para asearme pero choqué con el velador de zayn y boté unas cosas. ¡Mierda!. Afortunadamente creo que tiene el sueño muy pesado porque solo se removió acomodándose.

        Tomé mis zapatos y comencé a caminar como delincuente dejando la escena del crimen.

        - ¿No te aburres de molestar? - Dijo Zayn con voz ronca y soñoliento - Anoche bien tarde y ahora bien temprano.

        - Lo siento - Bajé mi mirada - No recuerdo lo que paso anoche y no quise molestarte.

        - Sin embargo lo hiciste igual - Me interrumpió y se puso de pie frotando uno de sus ojos con su mano. Llevaba solamente la parte de abajo del pijama dejando sus tatuajes del torso a la vista ¿Cómo demonios se podía ser tan sexy? - Estabas demasiado borracha y comenzaste a reclamarme porque te hablaba cuando se me venía en gana y de repente te sonreía y a veces te trataba bien. Además me dijiste que tenía una hermosa sonrisa y que habían veces en las cuales te morias por besarme y después te reclamabas a ti misma por decir todas esas estupideces.

        Aterricé abruptamente de mis condenados pensamientos no muy oportunos en estos momentos al escuchar el resumen de sucesos míos de anoche. Si mi mandíbula no hubiese estado adherida a mi cráneo hubiese perforádo el piso.

        - ¿Que yo dije qué? - Pregunté estupefacta. No puedo creer que haya sucedido todo eso y yo no lo recordaba. - Lo siento, no estaba en mis cinco sentidos quizá sólo soltaba estupideces sin pensarlo - Me avergoncé de inmediato y él dio un paso hacia mí - ¿Por que no me llevaste a mi casa si te incomodaba tanto? - Me atreví a preguntar.

        - Mira, tuve las ganas infinitas de ponerte un bozal y amarrarte a un árbol cercano a tu casa -Respondió firme - Pero te dormiste en mi espalda y comenzaste a babearme de una forma terrible - Dijo sin expresión alguna - Créeme no podía dar ni un paso más contigo mojándome entero.

        Lo único que quería era enterrarme en esos momentos. De pronto me dí valor y levanté la cabeza. No se si darle las gracias o partirle la cara.

        - De acuerdo - Dije firme - Gracias por tus atenciones, y disculpa las estupideces de anoche.

        - No tienes que agradecer - Dijo serio - Cualquiera hubiese abusado de ti en esas condiciones - Levanto su ceja izquierda - Yo no iba a ser la excepción.

        ¿Que acaba de decir? ¿acaso bromeaba? No pude guardar más la compostura y exploté.

        - ¡¿Qué, acaso tú eres tonto?! - Pregunté con la voz muy alta. Abrió lo ojos y se acercó rápidamente a mí.

        - ¡Demonios! ¿Quieres cerrar la boca? - Puso su mano sobre mi boca para que no pudiera hablar - Nadie sabe que estás acá - Seguí reclamando pero no se entendía nada de lo que decía.

        - Debiste haberme dejado en cualquier lugar - Le dije sin gritar aunque tenía mucha rabia.

        - Fuiste tu quién me babeó la espalda y resulta que soy yo el regañado - Definitivamente le partiría la cara.

       - ¡Estaba borracha! - Volví a gritar. Contrólate Grace me ordenó mi subconciente.

        - Gritas nuevamente y ahora si te pondré un bozal - Me dijo amenazante pero no me asustaba ni un poco. De hecho el que debería asustarse era él.

Evil Hazel EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora