"No Rompas Mi Corazón" †OtaYuri†

Prólogo

Esta historia es narrada desde los dos puntos de vista, Yuri y Otabek; en cada capitulo vendrá el nombre de la perspectiva a tomar. 
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Otabek:

―¿Por qué vamos a esta mierda de nuevo? ―pregunté a mi esposa mientras jugaba con su maquillaje en el espejo del lado del pasajero.

―Porque es importante para tu primo.

―Él no es mi primo ―le recordé, cambiando de carril.

―Bien. Es importante para Yuri ―respondió, perdiendo la paciencia―. No entiendo por qué estás siendo tan idiota al respecto.

—¿Cuántas veces salimos de la casa sin los niños, Mila? Pocas veces. Preferiría no pasar nuestra noche a solas en alguna jodida cafetería llena de chicos de dieciocho años.

―Maldición, estás de mal humor esta noche ―murmuró con molestia―.
Yuri me pidió esto hace semanas. No sabía que estarías en casa.

―Correcto, los planes cambian.

―¡Le prometí que iría! Dejo todo por ti cada vez que regresas de un
despliegue. Sabes que lo hago. No puedo creer que actúes como un idiota porque por una noche tenía planes que no podía cambiar.

―Dudo mucho que Yuri me quiera aquí ―murmuré en respuesta, estacionándome en el pequeño estacionamiento que ya estaba lleno de autos―. Lo va a odiar cuando lo vea estrellarse.

Salté fuera del auto y caminé alrededor del capó para ayudar a Mila a
salir a bajar. Nunca he entendido por qué insistía en usar zapatos jodidamente altos mientras estaba embarazada; me ponía nervioso. Se veía sexy como el infierno, pero un día se iba a caer y estaba aterrorizado de que no estaría allí para atraparla.

―En verdad no tienes idea, ¿cierto? ―dijo, riendo, mientras tomaba su
mano y la tiraba suavemente del asiento―. ¿Cómo, en el nombre de Dios, crecieron juntos y todavía sabes tan poco sobre Yuri?

―Sabes que no crecí con él. ―Cerré la puerta y caminé lentamente hacia
el edificio pequeño―. Me mudé cuando tenía diecisiete años y me fui de la ciudad cuando tenía diecinueve años. No es de la familia, por el amor de Dios.

Es el sobrino consentido y raro de las personas que me acogieron por un corto periodo de tiempo.

Mila se detuvo ante la molestia en mi voz:

―Es mi mejor amigo. Mi único amigo. Y jodidamente nos presentó, en
caso de que lo hayas olvidado.

―No fue a propósito.

―¿Qué se supone que significa eso? ¿Qué no fue a propósito?

―Estaba enojado como el infierno cuando nos juntamos.

―No, no lo estaba ―discutió Mila―. ¿De qué estás hablando?

―Olvídalo. No es importante.

―¿Puedes por favor, por favor, sólo ser amable y no actuar como si estuvieras siendo torturado cuando lleguemos ahí? No sé qué te traes con él

―No me traigo nada con él, sólo quería llevar a cenar a mi hermosa
esposa esta noche, y en cambio, vamos a ver a su amigo cantar para un montón de adolescentes. No es exactamente lo que estaba esperando.

Levanté el brazo para ahuecar su mejilla en mi palma y froté la piel debajo
de sus labios con mi dedo. Quería besarla, pero después de todo el labial que se había aplicado en el auto, sabía que no me lo agradecería.