Aristóteles hace una semana ya había dado ese pasó enorme y consolidar la relación con el que ahora era su hermoso novio, Temo. Pero le surgían diversas preguntas, claro, era un chico de 15 años, y por supuesto, quería intentar algo más que solo besos. Ese día tenía pensado en ir más allá, pero le preocupaba lo que iba a pensar su novio, sólo una semana de relación, y ya pensaba en hacer otras cosas, Temo lo entendería, están en esa edad, pero solo de pensarlo se le erizaba la piel, lo que Ari no tenía en cuenta es que Temo había pensando hacer lo mismo, y que éste lo deseaba más que nunca.
Había terminado de realizar tareas, cuando decidió llamar a Temo para que viniera a su casa, y si se daba la oportunidad, poder dar otro paso.
A: ¡Hola, amor! ¿cómo andas, que haces?
T: Me encanta cuando me dices amor, estaba terminando de hacer unas cosas, ¿qué tal tú?
A: Y a mi me encantas tú, oye, quería invitarte a mi casa, quizá podamos platicar un poco, o ver una película
T: No aguantas nada sin verme, le diré a Papancho, y voy, ¿si?
A: Aquí te espero, mi amor.Terminaron de hablar, Ari se estaba preparando mentalmente para lo que venía, su mamá no estaba en casa, se quedarían un par de horas solos, no sabía si todo esto incomodaría a Temo, estaba súper nervioso.
Los treinta minutos que tardó Temo en llegar, se hicieron eternos, pero por fin estaba en casa, con esa sonrisa que lo caracteriza, no pudo contenerse, y simplemente lo besó, Temo se sobresaltó un poco, pero no lo alejó, le encantaba que tomara iniciativa.
A: Perdón, no podía esperar más tiempo, tardaste media hora, Temo, me tenías mal.
Lo volvió a besar, está vez más calmado, pero solo un poco.
T: -¿Estas bien, te pasa algo?- Se separaron solo un poco para permitirle a Temo hablar.Ari se dió cuenta de que estaba siendo muy lanzado, y mejor se alejó de él, pero Temo lo detuvo antes de que se separa más de sus labios.
T: -No, Ari, me gusta- Ari tenía una cara de confusión, no sabía a que se refería -Me gusta que me beses, me gusta que seas tan lindo conmigo, me gusta saber que deseas besarme todo el tiempo posible- En ese momento Aristóteles juró consigo mismo no dejar ir por ningún motivo a ese chico, simplemente era perfecto.
No podía decir ninguna palabra, estaba maravillado con las palabras que su novio le estaba diciendo, decidió agarrarlo por la cintura, e instantáneamente Temo cruzó sus manos por el cuello de su novio, se besaron, este era un beso muy íntimo, muy especial para los dos, continuaron así, hasta que Ari cargó por los muslos a Temo, y lo sentó en la mesa, los besos que se daban ya no eran solo de amor, eran intensos, apasionados, ambos querían algo más, Ari volvió a tomar iniciativa y empezó a desabrochar los botones de la camisa de Temo, su mente estaba nublada, ambos solo pensaban en como satisfacerse, retiró la camisa y empezó a bajar el cierre del pantalón de su novio, este lo detuvo.
A: -¿Pasa algo?- Temo lo miró con nerviosismo, pero al notar las pupilas dilatadas de su novio, supo que todo estaba bien, que el deseo era mutuo.
T: -¿Estás seguro que quieres hacer "esto" conmigo?- Ari simplemente rodó los ojos -Aristóteles, tú eres el primero, y estoy tan nervioso ahora que simple.. -Ari puso sus dedos en sus labios - Cuauhtémoc, eres perfecto, y lo seguirás siendo para mi, no pienses en otra cosa, piensa en nosotros, ahora, nuestro momento, sé que esto es un poco apresurado, pero no puedo dejar de admirar tu cuerpo, no puedo permitirme borrar la imágen de mi perfecto novio sin camisa- Ambos rieron con nerviosismo -Y planeo hacer "esto" toda la vida, y claro, también en este preciso momento-
Para su buena suerte, se callaron, se miraron a los ojos y continuaron besándose, sonriendo a mitad de cada beso, Ari se llevó a su novio al sofá, Temo comenzó a quitarle la camiseta, ambos ya sé habían visto de esa manera, pero en una situación muy comprometedora, era diferente, en el buen sentido, por supuesto.
Ari se sentó primero, y ahora dejó que Temo tomara iniciativa, el nombrado bajó su pantalón, Ari no podía con tanta excitación, así que él también comenzó a quitarse su propia ropa, quedando ambos en bóxer, Temo se acomodó en él regazo de su novio, con una pierna a cada lado, y Ari comenzó a tocar su espalda, deleitándose con los jadeos y la respiraciones entrecortadas, después bajó sus manos para encontrarse con los glúteos de su amado, los dos empezaron a moverse para poder realizar una fricción entre miembros.
A: -Ah, Temo- El nombrado llevó su lengua al cuello de su novio, y Ari pudo venirse en cualquier momento, Temo se dió cuenta que era un punto sensible del cuerpo de su novio, así que mordió el cuello, siguiendo con los movimientos de cadera en su entrepierna.
Temo sabía que el miembro de su novio necesitaba más atención, así que lo sacó de su ropa interior y empezó a masturbarlo, Ari también tenía que satisfacerlo, repitió las acciones de su novio, y los dos realizaban movimientos placenteros en toda la extensión de su hombría.
T: -Ari, amor, juntos- Aristóteles solo pensaba en el placer que estaba sintiendo, y estaba confundido con lo que decía su novio, hasta que Temo volvió a insistir -El mío y el tuyo, juntos- Entonces Ari sin decir nada, entendió, alineó sus miembros y empezó a realizar movimientos con su mano en ambos penes.Era una escena perfecta para ambos, estaban descubriendo lo que era el sexo por primera vez, se intercambiaban miradas, con esos ojos más dilatados de lo normal, nadie los había tocado de esa manera, ambos estaban en el cielo, poco les importaba si llegaba alguien, simplemente disfrutaban; sudor en todo su cuerpo, sonrojados, labios rojos por las pequeñas mordidas que hacían para reprimir algún gemido, Temo se acercó al hombro de Ari y se recostó en él para dar sus últimos gemidos en el oído de su novio.
T: -Ari, ya no aguanto, me voy a venir- Temo seguía moviendo sus caderas, y dando pequeños saltitos para encontrar aún más placer, envolvió su mano con la de su novio, para llegar juntos al orgasmo, un gemido con el nombre contrario, ambos se vinieron manchando sus pechos, habían acabado el uno en el otro, controlaron sus respiraciones, y se dieron uno de los besos más puros y naturales.
A: -Duramos muy poco- Ari sintiendo un poco de verguenza, pero ambos se rieron.
T: Era inevitable, juro que ya no podré resistirme más a esto, te amo demasiado.Y esas palabras estarían en la mente de Ari por un largo, largo tiempo, le encantaba que su novio también sintiera lo mismo, que no solo era calentura del momento, ese sentimiento iba más allá, ambos se amaban, y estaban dispuestos a darlo todo por la otra persona.
Se besaron, y limpiaron todo el desastre que habían hecho, por desgracia, ellos no sabían que Polita ya había llegado al departamento, pero al escuchar esos gemidos, prefirió no sacar las llaves; retirarse sonrojada fue lo mejor que pudo haber hecho. Aristóteles tendría una gran plática después, definitivamente.
ESTÁS LEYENDO
21 orgasmos | Aristemo
FanfictionDos chicos descubrirán lo que es el sexo por primera vez, su deseo por el otro se intensificará, y vivirán diversas situaciones que les resultarán muy apasionadas para ambos, basada en los personajes de la novela mexicana "Mi Marido Tiene Más Famili...