David

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Era domingo por la mañana y Temo se había levantado primero para preparar un rico desayuno para su esposo; sí, ya se habían casado, y decidieron adoptar a un lindo niño de 4 años de edad.

Por cuestiones de trabajo, viajes, cambios de horario, y la obligación de cuidar a su hijo, sus momentos íntimos se habían reducido, un encuentro a la semana era algo tan imposible, por supuesto, ambos estaban estresados, enfadados de la rutina. Todo se tornaba aburrido e irritante.

El mayor llegó y abrazó por la cintura a su querido Tahi.

A: Huele muy rico, amor.

Temo sonrió, siguió haciendo de comer. Ari besó su nuca, y metió sus manos en el pantalón de dormir de su esposo, apretando deliciosamente su miembro.

Se movía hacia atrás para rozar su trasero con el bulto que se formaba en la pijama de Ari.

T: Mm, te quiero dentro de mi ahora- le susurró en el oído.

Ari simplemente jadeó, y volteó a su novio para poder besarlo. Siguió estimulando a Temo con su mano, pero ambos necesitaban más, bajó su pantalón pero lo detuvo.

T: No podemos, David está en nuestra habitación.

A: ¿Alguien dijo que lo haríamos en el cuarto?

Temo se separó y fue a revisar a su bebé, para poder comprobar si seguía dormido. Pero pronto regresó a la cocina.

T: No quiero despertarlo, se ve tan tierno.

A: -No hagas ruido entonces- Temo lo miró con un gesto de preocupación. -Sé que quieres-

Temo la pensó por varios minutos, pero no quería dejar su vida sexual de lado, solo por tener un hijo, trabajo, o algún viaje.

Ari lo volvió a tomar de la cintura, para darle un beso que con el paso del tiempo, se volvió mas apasionado e intenso. Lo cargó para subirlo a la mesa y siguió a quitarle la camiseta que se pegaba a su hermosa figura.

Temo besaba, dejaba marcas en el cuello de su esposo; soltaba esos ruidos que enloquecían a Ari, hace tiempo no los escuchaba.

A: Te necesitaba tanto.

Lo cargó de nuevo y se lo llevó a la alfombra, si, en el piso, donde estaban tirados algunos juguetes de David.

T: Ahh, amor... No quiero despertarlo.

Ari se levantó en busca de una almohada para dársela a Temo y así evitar que emitiera tales gemidos. Que por supuesto, no eran nada discretos.

T: Vamos, entra ya.

Ari obedeció y retiró toda la ropa de ambos. Alineó su miembro y de una estocada se introdujo en él.

T: Agh, extrañé esto.

A: Shh, no hagas ruido.

Los movimientos duraron aproximadamente unos 5 minutos, cambiando de posición dos veces.

A: Tienes que venirte ya, no hay mucho tiempo.

T: -No me dejas disfrutar absolutamente nada- exclamó un poco irritado.

Pronto se escuchó como se abría la puerta de su habitación, apareciendo con su pijama de jirafa, el pequeño David. Ambos apenados se separaron, se colocaron su pantalón rápido, y se levantaron del piso.

A: -Ya despertó mi niño precioso- Cargó a David para darle un beso de buenos días.

Temo regresó a la cocina para terminar el desayuno, se acomodó un poco el cabello, pero no se percató de un pequeño detalle.

D: Papi Temo se hizo pis.


Ups.

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Perdón por actualizar taaaaaaan tarde, prometo estar activa más seguido. No me he olvidado de ustedes:(

Les quería comentar si les gustaría que hiciera un capítulo Emiliaco, sé que me estoy basando mucho en los personajes, pero, ¿qué dicen? ¿lo hago?

21 orgasmos | AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora