La foto perfecta

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¡Tómame otra!

Y ahí estaba Temo, tomándole fotos a su hermoso novio, Ari había encontrado la ubicación perfecta, una grandiosa foto en el parque era lo que necesitaba para su perfil en Instagram. Ya había tomado más de 100 fotos pero ninguna lo convencía, todas parecían ser iguales, pero si no era su cabello desordenado, era su camiseta, o el pantalón, pero siempre había algo mal puesto.

A: -En ninguna foto salgo bien- Dijo un poco frustrado, ya tenían más de media hora tomando fotos, y ninguna le agradaba a Ari.

T: -Amor, sales guapo en cada foto- Siempre consolando a Ari, y por supuesto, diciendo solo la verdad.

A: -¿Qué hice yo para merecer a Cuauhtémoc López?- Se puso de rodillas, y rogándole al cielo que nunca se llevaran a Temo de su lado, su novio, solo rodaba los ojos y se reía por lo exagerado que estaba siendo Ari, ambos eran tan afortunados de encontrarse. -Yaa, párate, siguiente foto-

A: -Gracias, amor, pero ya terminamos- Ari sabía que no necesitaba más fotos, una de ellas serviría, solo faltaba editar un poco, Temo había sido muy paciente y a decir verdad, no salía tan mal. Se agarraron de la mano, y empezaron a caminar, no temían que alguien los estuviera observando, si, eran novios, nadie tenía que juzgarlos por mostrar su amor en público.

T: Tahi, quiero sentirte- De repente soltó Temo esas palabras, así, de la nada, en el oído de Ari, este se sorprendió mucho, y amaba cada cosa que su novio hacía, se le puso la piel de gallina. -No me puedes decir estas cosas en público, Cuauhtémoc López- Ari no sabía de donde sacó tanta valentía su novio para decirle esto, es verdad que antes estaba súper nervioso por hacer las cosas, más tímido, pero ahora, no sabía como lidiar con este tipo de situaciones, si el atrevido era él, no Temo. Le encanta este nuevo lado de su novio, más seguro.

A: -¡Mamá, ya llegamos!-Gritó Ari eufóricamente al llegar a casa con Temo, no escuchó respuesta de Polita, quería decir que estaban solos.

T: -Tahi, creo que estamos solo tu y yo- Dijo coqueto en los labios de Ari, ayer ya habían tenido contacto sexual, pero Temo era insaciable.

Ari empezó a besar el cuello de su novio, sintiéndose orgulloso por el desastre de jadeos que era Temo en ese momento. Se recostaron lentamente en el sillón, y empezó un camino sin retorno, Ari arriba de su novio, buscando fricción entre sus miembros.

A: -Amor ¿ya te dije hoy que te amo demasiado?- Ari sacó el pene de su novio y empezó a masturbarlo de forma lenta y torturosa. Temo no contestó ante la pregunta de Ari, estaba más concentrado en disfrutar lo que estaba sintiendo. Paró sus movimientos.

T: ¿Qué haces?

A: -No me has contestado- Dijo formando un puchero con sus labios.

T: -Siempre tienes que hablar cuando estamos a punto de tener relaciones- Dijo Temo un poco frustrado por lo dramático que era Ari. Éste último dió una lamida al pene de su novio y lo metió de nuevo a su ropa interior, se levantó y buscó algo de comida. Temo se quedó con una erección dentro de su pantalón, y claro, súper confundido.

T: -¡Hey, regresa, y termina lo que estabas haciendo!-

Ari lo ignoró completamente y solo se dedicó a buscar un vaso de agua. Temo se estaba enfadando mucho, el niño era muy sensible, y dejarlo con una erección no era buena idea. Se quedó en el sillón pensando si irse de la casa de su novio, o arreglar el pequeño conflicto que se habia creado, pero éste prefirió hacer algo nuevo.

Ari había entrado al baño, y Temo desbloqueó su celular revisando su galería y encontró una carpeta en la que tenía varias fotos y bastantes videos, de Ari, por supuesto. Bajó el volúmen de su celular y empezó a abrir cada archivo, varias de estas reproducciones no dejaron que a Temo se le quitara esa erección, ya que contenía la perfecta imágen de su novio, o sin camiseta, o con pura ropa interior. Bajó el cierre de su pantalón y empezó a acariciar su miembro sobre el bóxer. Estaba siendo un completo sucio al masturbarse en la casa de su novio, mientras él estaba dentro del baño, y en cualquier momento podía llegar su suegra y ver a Temo en tal situación, pero al final de cuentas, todo esto era culpa de Ari.

Escuchó gemidos detrás de la puerta, estaba dispuesto a salir, pero cuando lo hizo, tuvo la imágen de su novio masturbándose, el celular a un lado de él en el cual se reproducía un video suyo, y Temo mordiéndose el labio para evitar soltar esos ruidos que tanto enloquecían a Ari, con cuidado sacó el celular y tomó la foto perfecta.




¿Parte 2?

21 orgasmos | AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora