21 orgasmos | Aristemo

Baño

T: Vamos, Diego, llevas 10 años ahí metido.

A: Déjalo, él también tiene sus necesidades, así como nosotros- le susurró en su oído esto último.

Ambos esperaban el baño, se les hacía tarde para ir a la escuela y no habían desayunado. Tener sexo una vez al día era como si no hubieran tenido nada.

T: Deja de excitarme cuando me susurras al oído, no hay tiempo, necesitamos llegar temprano- contestó de súper mal humor- ¡Diego, apúrate!

Para Ari, un Temo desesperado era lo peor, a veces no sabía como controlarlo, la única forma era el sexo, aunque suene raro, pero parece que en ese momento no funcionaba.

Ari se retiró un momento para ir por su ropa y una toalla, por fin Diego salió.

T: Dios mío, que tanto hacías.

D: -Lo mismo que hacen ustedes todos los días- salió rápidamente con una toalla en la cabeza.

Ari se acercó para tomar la mano de Temo y entrar juntos al baño, pero éste lo detuvo.

T: -No vamos a hacer otra cosa, ¿queda claro?- Ari lo besó y asintió levemente con la cabeza.

Una vez adentro, ambos se quitaron la ropa, y sólo se dedicaron a limpiar el cuerpo del otro, Ari mordía su labio al ver las marcas que existían en el cuerpo de Temo que estaban a punto de desvanecerse. Ya habían terminado, Temo iba a salir de la ducha pero Ari lo tomó de la cintura y lo besó apasionadamente.

T: ¡Te dije que no, Aristóteles, tenemos prisa!

Ari no se detuvo y lo pegó más a su cuerpo para que no se separa ni un centímetro de sus labios. Fueron pasando los segundos y Temo estaba correspondiendo a esos besos sin que el mayor aplicara más presión en el agarre. Pronto esos besos aumentaron de intensidad y Ari se sentó en el frío suelo.

Temo se acomodó rápidamente encima de las piernas de su novio y comenzó a balancearse en su regazo. Ambos penes chocaban en su abdomen mojado.

El mayor bajó una mano hacia el miembro de su novio y comenzó a masturbarlo de arriba a abajo muy rápido, se les hacía tarde y tenían que apurarse.

T: Agh, te amo, más rápido- Ari obedeció y los movimientos de su mano aumentaban mientras mordía su cuello -Métela-

Ambos tan excitados, no se daban cuenta de la hora, sólo querían saciar sus ganas. El agua era un perfecto lubricante así que Temo se levantó un poco para abrir la regadera y así continuar con lo que estaban haciendo.

No necesitaba mucha preparación, así que Ari lo tomó de la cintura y empezó a introducir su miembro. Antes de que entrara todo, Temo se sentó rápidamente y se metió el pene completamente.

A: -Ahh, amor, se siente muy bien- El menor sonrió satisfecho.

Comenzaron un vaivén de caderas, entre gemidos y palabras muy sucias, aunque afuera no se escuchaba casi nada, bendita regadera.

D: Carlota, ¿esos dos ya tardaron, no crees?

C: Ay, Diego, ¿no es obvio?

Diego la miró con una cara de confusión, y fue rápidamente a tocar la puerta del maldito baño, pero se retiró sonrojado al escuchar detenidamente la cantidad de gemidos que salían de ahí.

T: No llegaremos a clase.

A: -Creo que estaba más que claro- le susurró en el oído.

Con unos últimos movimientos, Aristóteles terminó dentro de su precioso novio, pero Temo aún no.

A: Listo, apúrate, o llegaremos aún más tarde.

T: ¿Tú, Aristóteles Córcega, crees que me voy a quedar así? A trabajar- rápidamente agarró su mano y la llevó directo a su pene.

A: No seas menso, ya vámonos- Retiro su mano de ahí, Temo con toda la frustración del mundo, salió rápidamente, mirándolo de una manera amenazante. Él sabia que dejar a Temo así, no era simplemente lo correcto.

D: -Vaya, salieron- Temo lo empujo y sin decir nada, terminó de arreglarse. -¿Y ahora que pasó?- Volteó descaradamente a la entrepierna del menor, y entendió absolutamente todo.

D: Aristóteles, no tendrás que lavar sábanas toda la semana.

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No los voy a abandonar, ok, pero son un chingo de gente, perdón jajajajajajaja. Comenten sus ideas más locas y pervertidas, voy a leerlos para el próximo capítulo, sin pena, los quiero❤