Era ese típico día que a ninguno le apetecía hacer alguna actividad, estaban cansados, ambos descansando en sus respectivas habitaciones, hasta que a Ari, un poco curioso, se le ocurre buscar algo peculiar: Juguetes sexuales para hombre.
Quería probar cosas nuevas con su novio, tenían relaciones siempre, pero sentía que era muy rutinario todo, así que se arregló rápido, salió de casa, entró a algunas tiendas, y observó cientos de artículos, pero llevó lo típico, un lubricante, un anillo de castigo, un vibrador. Se me olvidaba, también compró unas esposas.
Llegó a su casa, Temo ya se había levantado y estaba preparando un rico desayuno para ambos, dejó rápidamente la bolsa en su cuarto y se acercó para besar a su novio.
A: -Cuando recién te levantas te ves muuuuy sexy, amor- estaba tratando de distraer a Temo para que no le preguntara que es lo que había comprado hace unas horas.
T: -¿Qué compraste?- ignoró totalmente el comentario, tenía curiosidad ya que siempre se cuentan absolutamente todo.
Ari lo tomó de la cintura para empezarlo a besar, pero este ejerció un poco de fuerza y apartó las manos de su cuerpo.
T: Te pregunté algo, Aristóteles.
A: -Compré unas cosas para el baño- Temo cruzando los brazos lo vió no muy convencido de su respuesta. -Si quieres te traigo las cosas para que las veas- Ari se iba a dar la vuelta pero lo detuvo, enredó sus dedos en los cabellos de su novio, y se besaron, cada uno respetaba su privacidad, y prefirió ya no preguntar.
Desayunaron, se lavaron los dientes y se fueron a la sala a ver una película, pero realmente ninguno ponía atención, ambos con su teléfono revisando sus redes sociales, haciendo historias en Instagram, contestando mensajes, Ari se levantó por un vaso de agua, y era el momento perfecto para que Temo, en su celular, buscara algo que ya tenía bastante tiempo pensando, y si, era lo mismo que su novio: Juguetes sexuales para hombre.
Eran tal para cual, pensaban lo mismo, solo que en tiempos diferentes, aparte a Temo le daría mucha verguenza salir a comprar esos artículos, después lo hablaría con él, lo que no sabía era que Ari ya había tomado la decisión, sin su consentimiento.
T: -Tahi, ¿salimos a cenar algo?- Ya era tarde, se habían quedado dormidos en la sala, y no tenían ganas de hacer nada, así que se pusieron sus zapatos y salieron a comprar algo.
A: Tahi, necesito que ahorita te quedes unos 30 minutos en tu cuarto, pero no te duermas.
T: ¿Para qué? Tengo libertad.
A: -Te tengo una sorpresa- le susurró pícaro en el oído a su novio y este se estremeció, ya llevaban tres días sin tener relaciones, para Temo era una eternidad.
Llegaron a su casa, cenaron, cada uno se retiró a sus respectivas habitaciones y Temo se despidió con un "Te espero", mientras que Ari solo sonreía, no sabía lo que le esperaba.
Pasó la media hora, Ari salió de su cuarto, con la bolsa, claro, para escabullirse en la habitación de Temo, abrió la puerta, se había quedado dormido, lo primero que le dijo y lo primero que hace.
Era el momento perfecto para colocarle las esposas, subió un poco los brazos de Temo, y las colocó con la cabecera de la cama. Por fin se despertó y tenía una cara de confusión total.
T: -Ari... ¿qué haces?- Empezó a removerse entre las sábanas y se desesperó un poco ya que no podía usar sus brazos.
A: Es tu sorpresa, mi amor.
Se acomodó entre las piernas de su novio y comenzó a bajar la única ropa que tenía, su bóxer. Empezó a lamer su miembro lentamente y haciendo contacto visual con él, eso le encantaba. Temo estaba completamente desesperado, le gustaba la iniciativa de su novio al hacer cosas nuevas, pero esposarlo no, quería tocarlo de todas las formas posibles.
T: Ahh, Ari, quítame esto.
A: Cállate y solo disfruta, menso.
Ari paró la felación, y se acercó a los labios de Temo, besándolos con mucha pasión, bajando por su cuello dejando muchas marcas en el, pasaba su lengua por todo el cuerpo de su novio, amaba todo de él, absolutamente todo.
Sacó primero el lubricante y se llenó la mano con él, introduciendo primero un dedo, Temo se retorcía en toda la cama.
T: Tahi... se siente bien pero quiero tocarte, quítame eso.
A: -Amor, viene la mejor parte- Por fin sacó lo que había comprado y lo introdujo lentamente en la entrada de Temo.
T: -¿Qué es.. ahh... eso?- Arqueó la espalda y gimió más que nunca, el aparato tenía diferentes velocidades y cambiaba con el paso del tiempo. También le colocó el anillo que no le permitía llegar al orgasmo, una maravillosa vista.
T: Oh, justo ahí.
A: Te ves tan sexy, mi amor.
La velocidad del vibrador aumentaba y las ganas de llegar al orgasmo eran inmensas, dejó salir algunas lágrimas por todas las sensaciones que sentía, el aparato tocaba su próstata cientos de veces, estaba en el maldito cielo.
Nunca había gritado tanto, pensó Ari, estaba seguro de que lo volvería a usar. El mayor besaba todo su cuerpo, dejando marcas donde sea.
T: ¡Dios mío, Ari, quítame el anillo!
No lo retiró, pero el vibrador si; se echó lubricante en su pene y entró de una estocada, Temo no aguantaba, sentía que iba a desmayarse de tanto placer, no podía usar sus manos para quitarse esa cosa de su miembro, todo su cuerpo ardía, sus mejillas estaban rojas, su labio sangró un poco por la fuerza que ejercía con sus dientes.
Ari seguía moviendo sus caderas esperando ese cosquilleo en la parte inferior de su abdomen para poder llegar al orgasmo.
T: ¡Ahh, esto... quema, por favor, estoy por acabar!
El menor temblaba de placer en la cama, y Ari solo disfrutaba todos esos ruidos que soltaba, con varias embestidas acabó dentro de Temo.
A: ¡Oh, dios mío, te amo!
Retiró el anillo y se vinieron simultáneamente en un delicioso orgasmo, recuperaron la respiración y Ari retiró las esposas, las muñecas de Temo dolían y estaban rojas por la presión, Ari acarició el pene de su novio como si fuera una mascota.
A: Pobrecito, no lo dejaban terminar.
Temo estaba tratando de no reírse, pero lo infantil que era su novio lo mataba a carcajadas. Ahí cayó en cuenta que lo que había salido a comprar en la mañana era su sorpresa.
T: Fue mucho, Aristóteles, pasaste el límite.
A: -Eres perfecto, Cuauhtémoc López- le sonrió, le dió un beso cálido y en cuestión de minutos cayeron en un hermoso sueño.
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21 orgasmos | Aristemo
FanfictionDos chicos descubrirán lo que es el sexo por primera vez, su deseo por el otro se intensificará, y vivirán diversas situaciones que les resultarán muy apasionadas para ambos, basada en los personajes de la novela mexicana "Mi Marido Tiene Más Famili...