Madrugada

9.6K 557 17
                                    

Era sábado por la mañana, Ari y Temo se la pasaron juntos todo el día, fueron al parque, platicaron un poco, caminaron, sonreían agarrados de la mano, fueron al cine, lo típico, sólo que ahora, ya era tarde, y Ari no podía regresar al departamento, le llamó a su mamá, y se quedaría a dormir en casa de su novio.

Llegaron a casa pero en el pensamiento de Ari, sólo se repetía una palabra y esa era "futuro". No podía vivir sin Temo, sin su novio, no le gustaba la idea de que se fuera tan lejos, a la Ciudad de México, pero sabía que su novio deseaba eso, irse a estudiar allá, por una mejor oportunidad, pero no podía asimilarlo, quizá estaba siendo un poco egoísta al no querer aceptarlo, Ari sabía que era difícil, que esto iba a pasar, que la vida no les permitiría estar juntos siempre, pero que a pesar de la distancia, su corazón era de Temo, a temprana edad sabían lo que era el amor verdadero, y tanto Ari como Temo, estaban dispuestos a hacer lo imposible por su pareja.
T: -Ari ¿todo está bien?- Temo notó lo distraído que estaba su novio, desde que llegaron a casa no había dicho ni una sola palabra.
A: -Si, mi amor, todo está bien- le dijo en un tono muy bajo, y sonriendo un poco. Temo sabía que algo estaba rondando en sus pensamientos, pero prefirió preguntar en otro momento, la tropa "Unidos" aún estaba despierta y no podian mantener una conversación a solas.

Después de cenar, los niños fueron a lavarse y se metieron a sus respectivas habitaciones, Doña Crisanta seguía en la tienda, Susana y Pancho habían ido a cenar, se tardarían más de lo habitual, Axel se acababa de ir de emergencia al hospital, por lo que Ari y Temo, fueron a dormir en la habitación de este último, pusieron una película en la televisión, y se acostaron, Ari recargado en el respaldar de la cama, Temo acurrucado junto a él.

La película había terminado, pero realmente no estaban al pendiente de lo que pasaba, prefirieron tomar una larga sesión de besos, Temo ya había apagado la televisión desde hace un buen rato, se cobijaron, y estaban dispuestos a dormir, Temo pronto se quedó dormido, pero Ari no pudo conciliar el sueño, y simplemente se quedó admirando la cara tan tierna de su precioso novio, nunca se cansaría de ver ese hermoso rostro, ojalá la vida le permitiese seguir así, a su lado, nunca alejarse, y con esa vista, pudo al fin cerrar sus ojos.

Aristóteles se despertó por el ruido que había en la casa, ya había llegado Pancho y Susana, volteó su cabeza, buscando su celular, revisó la hora, era de madrugada, no podía creer que durmió casi nada, al poco tiempo Temo se removió entre las cobijas, y abrió los ojos.
T: -¿No has dormido nada?- Le susurró a su novio.
A: -Un poco, si. ¿Te desperté?- Ari se acercó abrazando a su novio, dándole un beso en la frente, indicándole que todo estaba bien, que no importaba el tiempo que se había quedado dormido
T: -Te miré muy distraído, ¿de verdad todo esta bien contigo? Me preocupas- Temo con toda la preocupación desbordándose en sus ojos, y esperando una respuesta de su novio. -Realmente no, no todo está bien, no puedo permitirme seguir pensando en nuestro futuro, amor, te amo demasiado, no sé si logre poder vivir sin verte todos los días, estarás lejos- Una vaga lágrima recorrió la mejilla de Ari -No quiero perderte- Temo rápidamente limpió con su dedo pulgar sus lágrimas, no le gustaba ver a Ari tan vulnerable - Y no es sólo el hecho de que te vayas, existen tantos problemas en mi cabeza, está mi mamá, tengo que ayudarla con todos los gastos de la casa, está mi hermano, estoy yo, está mi futuro, el nuestro, mi papá, todo se está acumulando y no quiero derrumbarme, no frente a todos, ni frente a ti, me siento una persona miserable- Los dos comenzaron a llorar, Ari por todos los problemas que tenía, todo el peso de su familia recaía en él, y luego estaba Temo, siendo tan comprensivo, tan dulce, tratando de tranquilizarlo, y dándole palabras de ánimo, diciendo que jamás caerá el solo, los dos estaban juntos en esto, Temo estaba dispuesto a dar todo por el amor de su vida, Ari lo sabía, eso lo reconfortaba de alguna manera.

Luego de esa platica, ambos se quedaron en silencio, y antes de que Ari durmiera, Temo se escondió debajo de las sábanas, colocó su cabeza a la altura del miembro de Ari, y comenzó a bajar el pantalón de dormir junto con el bóxer, para poder sacar el pene de su novio y masturbarlo lentamente.
A: -Amor, ¿qué estás..- Temo dejó caer una gran cantidad de saliva en el miembro de Ari -Agh, Temo- No podía hacer demasiado ruido, no estaban solos en casa, pero ver a su novio sin una pizca de verguenza, lo podía por completo.

Ari puso sus manos en la cabeza de su novio, guiando los movimientos de arriba a abajo, inevitablemente empezó con un vaivén de caderas, se sentía en la gloria. Temo se levantó un poco para poder besar a su novio, quitarle la camiseta y nuevamente siguió hacia abajo con un camino lleno de besos, deteniéndose un momento en el cuello, parte del cuerpo que hacia delirar a Ari, chupó y mordió esa zona erógena, de nuevo llegó a su miembro, se lo metió entero, estaban empezando a darle arcadas, pero lo único que quería era satisfacer a su novio, y después de eso, tener un sueño reconfortante.
A: -Mmh, Temo, basta, también... ahh- Temo comenzó a chupar el glande de su novio, haciendo maravillas con su lengua -También tienes que disfrutar tú- No quería parar, quería que su novio llegara al orgasmo solo con su boca, poco le importaba si él no sentía placer.

Unas lamidas más, y Ari se sentía en el paraíso, llego al orgasmo colocándose una almohada en la cara para reprimir sus gemidos.
A: -Temo, eso fue... increíble, ahora quiero que vengas aquí y me beses- Temo se tragó todo el semen de su novio, y también limpió cualquier otro rastro, metió el pene de su novio en su ropa interior, subió el pantalón de dormir, besó a su novio con todo el amor del mundo -Ahora duerme, amor- Después de 5 minutos Ari se sumergió en un profundo sueño, y Temo solo pensaba en lo excitado que se quedó.

21 orgasmos | AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora