Frustrado

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Aristóteles hace unas horas se encontraba en el parque haciendo una pequeña convivencia con varios seguidores, muchas chicas no sabían que él era gay, y que ya llevaba cierto tiempo de relación con Temo. Demasiadas niñas llevaron letreros apoyando a Ari, una de ellas se abalanzó contra él e intentó robarle un beso, cosa que a Temo no le agradó.

Ari notaba la inconformidad de su novio, pero por respeto a sus fans, y por hacerlos esperar demasiado, no pudo ir a calmar a su novio, y explicarle que sólo lo amaba a él. Temo solo se sentó en una banca, y empezó a revisar su celular, en lo que Ari terminaba su "pequeña" reunión.

Ya en casa de Ari, Temo ni siquiera le dirigió la mirada, ni lo felicitó por toda la gente que había llegado a su convivencia, simplemente se dedicó a revisar sus redes sociales.

A: -Mi amor, no me has dicho nada desde que acabé- Ari tratando de buscar la oportunidad de disculparse con Temo, y hacerle saber que solo lo quería a él.

T: -¿Quieres dejarme en paz solo un rato, por favor?- Temo no se dió cuenta de lo mal que hacían sentir esas palabras a su novio, y con el tono que las había dicho, peor. No apartó la mirada del celular para nada.

Ari solo suspiró, y fue a tomar un vaso se agua, en la cabeza de Temo solo rondaban las imágenes de las chicas siendo tan lanzadas con su novio, y quizá estaba siendo inseguro, pero mucho no le importaba. Ari le arrebató su celular, lo bloqueó, y estaba dispuesto a aclarar todo malentendido.

T: Dame eso, Aristóteles, es mi celular.

A: Deja de ignorarme, y tal vez te lo regrese.

Temo estaba muy enojado, y lo que menos quería era hablar con su novio de sus celos descontrolados. Trató de quitarle el celular, pero lo único que obtuvo fue un tropiezo, y terminó tirado en el suelo. Ari contuvo la risa, y quiso ayudarlo a que se pusiera de pie.

A: -Ven, te ayudo- Ari estiró la mano, pero Temo la negó, se paró, se sacudió su ropa, y estaba dispuesto a irse de la casa de su novio, ya no le importaba su celular, sinceramente.

A: -Hey, ¿qué pasa?- Ari se puso delante de la puerta, dejando el teléfono en la mesa, y evitando que su novio huyera.

T: No pasa nada, ¿me vas a dejar irme ya?

A: -Claro que algo pasa, nunca eres así conmigo, ¿es por lo de la chica de hace rato?- Temo solo suspiró y frotó sus manos en su cara, sabía que era por eso. -Amor, yo solo tengo ojos para ti, sólo te amo a ti, sólo te besaría a ti, por favor, no te enfades conmigo, tu sabes que no es mi intención hacerte desconfiar tanto-

Ari tenía razón, desde que formalizaron su relación, nunca le había dado motivos para sentir celos, pero el orgullo lo cegaba, seguía muy enojado con la situación. Ari sabía que Temo era, en ocasiones, un poco inseguro, así que para poder calmarlo, usó su estrategia; besarlo.

Acercó el rostro de Temo agarrándolo por el cuello aplicando un poco de fuerza, al principio el menor no le seguía el beso, así que Ari se separó observándolo confundido. Se quedaron viéndose fijamente por unos treinta segundos, hasta que Ari volvió a besarlo, sólo que está vez, llevando la lengua dentro de su cavidad bucal. Temo cedió.

Ari sabía que Temo no quería hablar de este tema, para evitar más conflicto y "arreglarse" de alguna manera, empezó a desabrochar los botones de la camisa, y metió sus manos, acariciando la espalda de Temo. Este sólo jadeaba entre besos, Ari se llevó a su novio al sofá, lo dejó acostado, y se acomodó entre sus piernas, empezando un vaivén de caderas.

T: -Ahh- Ari llevó su lengua al cuello de Temo. -Quiero que sepas que aún sigo molesto- Ari mordió el lóbulo de su oreja.

A: -Pero él no lo está- Haciendo referencia a su miembro, y apretando el bulto que ya se le notaba en su pantalón.

Ambos se quitaron la ropa, quedando en bóxer, Ari frotaba con la palma de su mano la entrepierna de su novio, este sólo soltaba gemidos, y arqueaba la espalda, hace más de dos semanas que no habían tenido contacto sexual, quizá por este factor, Temo se sentía más irritado.

Ari sacó el miembro de su novio, y empezó a masturbarlo lentamente, Temo quería más, así que empiezo a mover sus caderas de arriba a abajo para lograr tener más contacto.

T: -Ari, más rápido, por favor- Estaba muy sensible después de no ser tocado durante semanas. Le encantaba escuchar a Temo pedir más, continuó sus movimientos y empezó de nuevo a lamer su cuello.

A: -Tenemos toda la tarde, ansioso- Le susurró en su oído. Temo mordía su labio inferior tratando de no hacer tanto ruido, ya que alguien los podía escuchar.

La casa iba a estar sola prácticamente todo el día, ya que Polita estaba trabajando, Arqui en la guardería, nada podía interrumpir, ¿o si?

T: -Mm, no aguanto más- Ari empezó a realizar movimientos rápidos en el glande de su novio, para que pudiera llegar al orgasmo, pero en ese preciso momento, escuchó demasiado ruido en el pasillo, y alguien estaba tocando a la puerta eufóricamente, así que Ari detuvo sus movimientos, se percató de que la tropa estaba afuera.

Y claro, dejando a Temo, de nuevo, sexualmente frustrado.

21 orgasmos | AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora