Un Final No Feliz

Juntos por siempre

Escuche como tocaban la puerta con 3 golpes. Abrí mis ojos y mire que tenía puesto aún el vestido de bodas  y mi cara llena y revuelta de maquillaje en especial, rimel.

~Charlie, mi amor, te hice el desayuno

Podía escuchar su horrible voz, detrás de la puerta del cuarto. Me levanté y abrí la puerta, ya que no tenía otra opción.

~Buenos días fresita de mi vida -dijo mientras pasaba al cuarto mirando el desastre del cuarto, pero como siempre, sonriendo -te hice tu desayuno preferido.

Sostenía un vaso de leche con Chocolate y un plato de crepas con blueberry  (Perdón, pero a veces hablo en inglés a costa que vivo en México, y olvido el significado de las palabras en español)

~Las hice para ti

~Gracias -tome el plato y puse el vaso de leche en la mesita del cuarto.

~Estaba preocupado por ti, me daba miedo que te hicieras daño por todo lo que pasó ayer

Solamente escuchaba cada palabra (o mentira) que me decía, mientras comia mi desayuno... hecho por el.

~Charlie

Por alguna razón hizo que atrajera mi mirada a el, y el tenía una cara menos sonriente y más sería.

-Puso su mano en mi hombro- No quiero que estés así, quiero que hoy te pongas linda como otros días y quiero salir a pasear contigo -esta vez me habló con una ligera sonrisa mostrando sus dientes- quiero presumir a mi nueva esposa.

TROFEO, pensé.

~Vamos, dime algo por favor

Gire mi cabeza y seguí comiendo

~Entonces -dijo mirando a otro lado- yo escogere tu ropa y te bañare ya que tu no quieres.

Cuando acabe todo me metí al baño y me encerre ahí por un rato. Me puse encorvada en el lavabo y me mire en el espejo, sucia y llena de maquillaje y mis ojos aún más rojos. Abrí la llave de la tina y heche sales con olor a rosas. Tome aire y solté el corset de mi vestido, este cayendo al suelo rápidamente. Me hundi al agua y volví a escuchar como tocaban la puerta 3 veces. Sólo suspire y tome la esponja que se encontraba a mi lado.

~Charlie, bebé, escogí tu vestido, uno con el que te verás hermosa.

Sentía de nuevo como quería llorar, pero no de enojo o de tristeza, no, sino de infelicidad. Entonces deje caer mi dolor.

Salí con una bata del baño y el me esperaba  sosteniendo unos tacones rojo vino.

~Pensé que tardarias más querida.

~No -dije en voz baja y quebrada.

~Bien, que te parece si te quitas la bata

~ Quiero vestirme yo sola, en el cuarto sola.

~oh vamos, también quiero verte a cuerpo completo, quiero mirar a mi esposa por primera vez.

No se en que pensaba en esos momentos. Sólo me quedé mirando al espejo, en un estado depresivo.

El me quito la bata y apreciaba cada parte de mi cuerpo. Caminaba hacia enfrente y para atrás. Y yo sólo tenía la vista abajo. Pensaba en mi libertad, sentía caricias y suspiros alrededor mío.

En mi cabeza no dejaba de procesar la gran traición de mis padres. No dejaba de pensar en mis amigos, tampoco de que haría  con el hotel, no quería que se quedara con el, que fuera un gerente  y se ocupará de mis cargos...

~Listo -dijo mientras me agarraba el cabello con un listo rojo.

Me mire al espejo y tome el primer matte negro que encontré.

~Lo vez? Si lo hacemos juntos todo será más fácil

Me tomo de un lado de cara y me beso la mejilla izquierda.

Bajamos las escaleras y tomo una sombrilla, abriendo la puerta y tomando mi brazo. El tarareaba una canción vieja mientras yo miraba alrededor todas esa calles desoladas y frías sin ningún alma paseando en estas.

Cayó  la tarde y volvimos a la casa, para que el de nuevo hiciera la comida y yo preparaba la mesa. Literalmente el organizó cada detalle de la casa a su gusto.

Llego también la noche y recogí mi cabello en un chongo y también me vestí con una blusa de tirantes rosa y un pantalón rosa de puntos.

El llegó y se puso en ropa interior. Me gire al lado contrario de la cama  para evitar cualquier mirada con el e incluso palabra.

El me tomo de las caderas y me pego un poco más a el.

~Buenas noches fresita -dijo mientras apagaba la luz del Buró.

"Desearía estar muerta" pense.