Bebé

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Ya me afectaba demasiado todos esos mareos. No habia un día donde no me sintiera realmente mal, Alastor notaba eso y sospechaba diversas cosas, pero yo no le daba pie a que pensara que de nuevo estaba embarazada. Marque un día al azar en el calendario el día que visitaría a Ángel. Tenia que darle la noticia.

Investigue con mis padres si podían cuidar de Vanngel y Anggie mientras le daba la terrible noticia a su padre. Me sentía a veces deprimida de pensar en cómo iba a reaccionar Ángel después de aquella desgarradora noticia. Mis pobres pequeños sobrinos, eran inocentes de todas aquellas desventuras de sus padres. La seguridad aumentaba a las afueras de la casa: Alastor quería que nadie me visitará, que toda llamada fuera registrada en un papel, hora, quien era etc.

El insistía en que lo engañaba.

Entonces llegó aquel 6 de junio. Recuerdo que salí temprano de la casa para pasar a una farmacia y comprar una prueba de embarazo. Entre a los baños de mala calidad de la farmacia, baje mi pantalón junto con mis bragas y tome asiento en la taza del baño. Era la primera vez de mis 2 embarazos que usaba una prueba, por lo que, al terminar de usarla la guarde en su caja y estaba pendiente de los 5 minutos. Alastie me esperaba dentro del carro con su muñeca de trapo anabelle.

~Mami a donde vamos? -dijo alastie mirándome desde el espejo retrovisor.

~Iremos a visitar al tío dust hija, te prometo que no tardaremos nada, y si lo hacemos te compro un helado ¿vale?

Mi niña agitaba la cabeza de arriba hacia abajo sonriente. Encendí el coche y acelere rápido al otro lado del pentagono, directo a la cárcel. Una vez estando ahí baje rápidamente del carro y tomando entre los brazos a Alastie.

Fui recibida por un montón de soldados que, formados en linea recta saludaba cordialmente. Hable con el jefe y pedí ver a Ángel.

Nos llevaron a una mesita dañada, le di una pluma con un papel viejo a alastie para que se entrereniera, mientras yo sentía de nuevo el dolor en mi pecho. Mi cabeza estaba llena de presión, sentía que algo no me dejaba respirar, me puse las manos en la frente, haciendome pasar los cabellos hacia atrás y dándome un ataque de histeria.

Entonces lo vi: mire a aquel pobre diablo avejentado cruzar la celda y siendo sostenido por un guardia.

~Ángel, tengo noticias de vaggie

Dije con mi voz quebrandose lentamente. El me respondió de manera apresurada y nerviosa, sentía más presión y no pude más, quebre en pleno llanto.

~Vaggie esta muerta!

Pude ver la reacción de mi amigo el albino, pude sentir uno de sus 4 brazos posarlos en mis hombros y moviendolos adelante y atrás. Alastie sólo miraba la escena asustada

Un Final No Feliz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora