You are my guardian angel

Capítulo 4 - Sueños y Deseos:

Liam dormía. Se veía lindo, como un ángel. Miré por la ventana, el viento golpeaba contra esta. Mi nariz estaba fría y mi cuerpo comenzó a sentirlo también. A pesar de tener una elevada calefacción, podía sentir frío.

Mis piernas todavía no reaccionaban y me preguntaba si algún día volvería a recordar todo. Hasta el momento solo sabía mi nombre; Amelie Shawn. Claro que, también Liam debería sentir la misma impotencia que yo.

Mis párpados comenzaron a cerrarse lentamente. Quería dormirme desde que desperté en este hospital. Quería dormir y luego amanecer y darme cuenta de que todo fue una horrible pesadilla. Mis ojos se cerraron y caí en un profundo sueño...

#Sueño de Amelie Shawn#

-Aaron, vete a la mierda. -Exclamé mientras las lágrimas bajaban. Todo mi cuerpo estaba helado y comencé a caer por una especie de hoyo. Cerré los ojos fuerte y al abrirlos de nuevo, estaba en el asiento de un auto.

Giré para ver al conductor, pero no tenía rostro. Comencé a gritar y a tratar de girar el volante. Las luces de una camioneta se aproximaban a nosotros, tocándo la bocina a más no poder. Volví a cerrar los ojos fuertemente, y al abrirlos, estaba en una sala de hospital.

¿Porqué todos me miraban? Los rostros no se les veían, pero eran siniestros. Emitían un aura de soledad y maldad que raramente se veía. Se burlaban, y cuando intenté pararme, caí de lleno al suelo. Estaba frío y no podía mover mis piernas. Liam me tomó de la mano y sonrió falsamente.

-Te odio. -Exclamó.

#Final del Sueño de Amelie Shawn#

Abrí mis ojos, las gotas de sudor me caían por la frente. Miré para todos lados, pero ya no estaba en el lado izquierdo de la sala, ahora Liam se encontraba allí. Lo miré confundida, y las lágrimas comenzaron a bajar por mi rostro. Él ya estaba depierto, pero podía ver como su nariz estaba roja, probablemente tenía frío.

*Narra Liam Payne*

Su nariz estaba roja, y podía ver como lágrimas caían por su rostro ¿Otra vez estaría soñando? Las gotas de sudor caían por su frente, y comenzó a balbucear. Pude ver como el viento golpeaba contra la ventana, y entonces llamé a la enfermera.

-¿Necesitas algo Liam? -Exclamó la cuarentona. Su nombre era Missy.

-Missy, ¿Podría pedirte un favor? -Murmuré mientras miraba a Amelie. Se veía tan mal mientras soñaba; me pregunté con qué estaría soñando.

-Solo dime Liam. -Musitó con una amplia sonrisa en su rostro.

-Quiero cambiar de lugares ¿Podrías ponerme a mí al lado de la ventana?

-Pero...

-¿No ves que es una chica, y se está muriendo de frío? -Exclamé atónito de que me replicara. Era una chica tan linda, y estaba tiritando de frío. Missy sonrió y cerró los ojos con una expresión de negación ante la situación. Rápidamente cambió las camillas de lugar, dándome una manta extra. Solo por si acaso.