Capítulo 8 - Miedo a perderte:

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Se me heló la sangre y de pronto sentí como mi corazón paraba. Comenzó a latir tan deprisa que hasta dudaba que estuviera allí. No sentía nada, mis ojos no se movían, nada de lo que me dijeran conseguía sacarme del transe en el que ahora me encontraba.

¿Es que acaso todavía podía ser peor? Digo, ya me había quedado paralitica, y el hecho de perder toda una vida de recuerdos familiares y primeros amores no era demasiado bueno tampoco. Pero, ¿Que era eso que ahora lo empeoraría todo?

A Liam solo le faltaban unos pocos días para su alta, pero yo seguiría estancada en el mismo hospital otros meses más. David soltó un suspiro y miró a Liam, con una mirada fría y distante, de pocos amigos, muy poco caracteristica de él. Liam le devolvió la mirada, rabioso y atónito.

-No me iré. Quiero estar con ella, quiero hacerme cargo de lo que eh provocado. -Exclamó en un tono firme y decidido. Una lágrima resbaló de mi mejilla, y Liam me besó. Sus labios cálidos me devolvían algo de la vida que había perdido semanas atrás. Todo era tan complicado, tan confuso, tan misterioso. Todo lo que me ocurría, llevaba una contra consigo, y me estaba hartando de ello. Liam acarició mi mejilla y de cierto modo me devolvió a la realidad.

-Muy bien, entonces esto es lo que sucede. -Murmuró en un tono más relajado y fresco, pero sin perder la seriedad del asunto. Sacó de su maletín un sobre blanco, lleno de estudios de sangre, tomografías y resonancias magnéticas que días anteriores me habían realizado. Lo miré confundida, no entendía nada de lo que decían aquellos papeles.

-Amelie, tu condición a nivel del sistema nervioso es más complicada y explícita que la de Liam. Tal vez él logre recuperar sus memorias en un par de días, pero tú... querida, te hemos encontrado un tumor. -La última palabra comenzó a resonar en mi cabeza, y mis ojos se abrieron como dos platos ¡¿Que carajo era todo esto?! ¿Alguna clase de sueño? Más bien pesadilla.

David continuaba explicándome el caso, pero todas sus palabras no se oían. Me quedé ahí sentanda, apoyada contra el respaldo de mi camilla, y las lágrimas no tardaron en aparecer ¿Tan mal me había portado como para que algo así me estuviera sucediendo? Liam comenzó a frotar mi mano, y yo sentí más ganas de llorar.

-Querida, gracias a Dios encontramos este tumor antes de que se propage a otras áreas. Podemos sacarlo si te realizamos una operación. -Levanté mi vista, algo nublada, y lo miré sorprendida.

-¿Y porqué no la hemos realizado aún? -Exclamé mientras las lágrimas de tristeza se mezclaban con algunas de rabia.

-Necesitabamos tu aprobación, porque... Amelie, hay un gran porcentaje de probabilidades de que pierdas la memoria de nuevo. -Y ahí fue cuando la rabia inundó mi cuerpo y yo solo necesitaba estar sola. Esto era lo único que me faltaba, ¡Perder las pocas cosas que aún recordaba! Y eso sin mencionar a Liam... ¿Seguiría estando aún si perdía mi memoria?

You are my guardian angelWhere stories live. Discover now