Capítulo 1 - Narrando la historia:
Ella se estaba preparando para la mejor fiesta de su vida. Un famoso boliche en el corazón de su ciudad sería el punto de reunión y francamente Amelie no pensaba en nada más. Había vuelto de pasear a su perro 'Tommy' por todo el vecindario, y ahora tenía más de cuatro horas para producirse.
Su novio vendría por ella a las 7, y de allí irían directamente a Tragedy on the truck, el famoso boliche. Se rumoreaba que por fuera parecía pequeño, pero en realidad era bastante amplio. De grandes tarimas y una inmensa pista de baile. Eso sin mencionar que era barra libre y constaba de un sector VIP.
Amelie tomó su ropa y se metió al baño. El agua salía transparente, pero sin embargo cuando caía era de un color oscuro; signo de que arrastraba con ella toda la suciedad de su cuerpo. Al salir de esta, tomó el secador y comenzó a secar su hermoso cabello castaño.
Se había puesto un hermoso y ajustado vestido color negro, unos zapatos de tacón negros y se había maquillado los ojos con un esfumado negro. Su cabello castaño había caído en grandes ondas, mostrando el desgastado de sus puntas. Cuando terminó de arreglarse se miró al espejo y sonrió, satisfecha de su trabajo.
Su novio, Ashton, llegó en su auto para recogerla. Tocó el claxon y anunció su llegada. Amelie tomó su bolso, las llaves y el teléfono celular y salió por el umbral de la puerta. Su novio lo esperaba apoyado contra el auto, y ella corrió a abrazarlo.
-Te extrañé bebé. Desde hace dos días que no nos vemos. -Exclamó la castaña mientras besaba efusivamente el cuello de su novio. Éste gimió por lo bajo y le sonrió.
-Acá el único que extrañó mucho a alguien fui yo. Te extrañé cariño. -Soltó con una voz ronca y gastada. Amelie sonrió y con la ayuda de Ashton se subió a la puerta del copiloto.
Liam y sus cuatro amigos ya estaban encima de su Jeep. Este miró por última vez su casa y suspiró; había sido llevado a la fuerza a esa gran reunión en Los Angeles. Él no era la clase de chico que estaba todo el día encima de una mesa gritando y bailando, mientras mujeres desconocidas le bailaban por detrás, o lo miraran como si fuera una rodaja del más sabroso filette. Simplemente no era su forma de ser, y cuando salía a bailar, era muy de vez en cuando.
-¿Seguro que tengo que ir? Tengo algo de tos, y no me recuperé del resfriado. -Mintió Liam para poder zafarse. Sin embargo sus intentos fueron en vano.
-No. Vendrás Liam. -Afirmó Louis mientras lo observaba serio. Liam, bufó por lo bajo.
Ya una vez dentro de la camioneta le pusieron marcha a la misma. El camino no estaba bien iluminado, por lo que tenían que tener mucho cuidado con todas las personas o animales que pasaran. Habrán tardado menos de quince minutos en llegar, el lugar estaba abarrotado de gente; de adolescentes.
Amelie y Ashton intentaron pasar por entre el mar de gente. Liam y sus amigos, cuyos nombres eran: Niall Horan, el rubio de ojos celestes, Harry Styles, el de rulos alborotados, Louis Tomlinson, el castaño de hermosos ojos y Zayn Malik, el del hermoso acento británico; también lo intentaron. Había tanta gente, que en un momento terminaron por perderse los unos con los otros.
Amelie se había separado de Ashton y Liam se había separado de sus amigos; ahora ambos se encontraban solos. La castaña comenzó a caminar por el establecimiento; sin mencionar las diescisiete veces que llamó al teléfono de Ashton para que éste le contestara. Aunque jamás lo hizo.
Liam se subió a una tarima, pensaba que tal vez allí podría ubicar a los muchachos más rápido. Grave error para él, porque dos chicas de allí comenzaron a bailarle. Liam comenzó a ponerse nervioso y a sonreír de manera tonta. Bajó de la estructura lo más rápido que pudo y comenzó a avanzar por entre la gente; esto era lo que odiaba de las grandes fiestas.
Al cabo de unos diez minutos de intensa búsqueda, Amelie logró encontrar a Ashton, aunque no de la mejor manera posible. Éste se encontraba charlando con una muchacha de grandes ojos celestes y cabello color ceniza. La castaña se quedó allí, observando como su novio le sonreía a alguien más. Una escurridiza lágrima se le escapó y fue directo hacía él. Ashton la vió venir hecha una furia y rápidamente se levantó del asiento de las barras; la muchacha hizo lo mismo.
-Que bonito. Ashton, vete al diablo. Mejor aún ¿Porqué no te mueres? -Gritó mientras la morocha la veía con sus grandes ojos. Sentía lástima por ella, no se veía tan mala. Amelie corrió por el establecimiento y salió afuera. Quería respirar aire, y allí dentro no podría jamás.
Liam había intentado tantas veces conectar con alguno de sus amigos, sin embargo ellos se concentraban en las chicas. Niall, aquel irlandés rubio y de impactantes ojos, se le acercó desesperado.
-Liam, compadre, ¡al fin te encuentro! -Exclamó mientras suspiraba. Liam sonrió al verlo.
-No sabes cuanto te eh buscado. Eres mi última alternativa para salir de este lugar Niall. Vayamos a mi casa, esto es un completo caos. -Vociferó mientras el Dj ubicaba la siguiente canción. Niall afirmó con la cabeza y ambos salieron. Liam encendió el motor de su camioneta y salieron para la carretera.
Amelie dejó caer una gota mientras sollozaba en la calle; tendría que encontrar un taxi. Un par de chicos borrachos comenzaron a chiflarle, pero ella los ignoró. Al poco tiempo llegó un muchacho de linda apariencia.
-Disculpa, ¿Estás bien? -Murmuró mientras sus ojos color miel resplandecían. -Puedo llevarte a tu casa si deseas. Mi nombre es Christian. -Exclamó mientras le dedicaba una amplia sonrisa. Amelie aceptó, lo único que deseaba era salir de allí antes de que Ashton salga y la encuentre.
La carretera estaba totalmente llena de autos. Era un completo caos, y Liam maldijo por lo bajo. Tomó la primera desviación que vio y salió por la derecha. La ruta era oscura y no se veía mucho. Las luces de un auto le hicieron pisar el freno, pero estos no funcionaron. Chocaron de lleno.
¿Que había pasado? ¿Quién era él? Las sirenas de los policías y los bomberos lo despertó de su inconciencia. Estaba atrapado en un mar de sangre mientras algunas personas trataban de dar vuelta la Jeep que había volcado. El otro auto estaba semi-intacto, de no ser por la jovencita que se encontraba allí, tendida en la fría acera. Por un momento temió que estuviera muerta.
-Tendremos que llevarlos al Wennington Hospital. -Declaró uno de los bomberos antes de que Liam cerrara los ojos, quedando en un transe inconciente de nuevo.
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You are my guardian angel
Ficção Adolescente"El destino, suponen algunos, quizo tener a Liam y Amelie en la misma sala de hospital; un prestigioso hospital de Los Angeles. Quizo tenerlos ahí, juntos, para que con el paso del tiempo fueran aprendiendo como volver a sus vidas; aún si sus recuer...