El largo camino [BNHA | Midoriya Izuku]

[1.5] La distancia se acorta solo un poco

Aclaraciones: "Pensamientos".

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[1. 5] LA DISTANCIA SE ACORTA SOLO UN POCO

Izuku Midoriya continuó yendo a donde sea que Aiko se escondiera, aparentemente porque no le agradaba la idea de que ella estuviera sola, o eso fue lo que descifró de los garabatos del niño cuando éste le mostró su cuaderno, después de que Aiko le cuestionara la razón de que la persiguiera con tanta terquedad.

Recargó la cabeza en sus rodillas y abrazó sus piernas, hizo un ruido parecido al de un gato gruñón. "Como si quisiera tener compañía", pensó con molestia y se frustró, últimamente se enojaba más, "Todo es culpa tuya" dijo en su mente mientras miraba con rencor a Izuku, o mejor dicho reproche, después de todo era demasiado joven para albergar algo tan intenso y horrible como el rencor.

—Aiko-chan, deja de ver a Izuku-kun así, luces muy aterradora.

Fukui dejó de centrar su atención en Midoriya, a quien nuevamente rechazaban para jugar, Aiko creía con firmeza que esto se debía a la energía negativa que ella le enviaba al otro, "Niño raro, te mandó mi mala suerte todo el tiempo y aun así me hablas"; para mirar a la persona que interrumpió su actividad, una chica de su mismo año y grupo de la cual no recordaba el nombre, pero que en su consideración tenía una nariz muy grande, tal vez por eso ésta se metía en asuntos que no eran de su incumbencia.

—Sí, parece como si en cualquier momento fueras a golpearlo —comentó otra más, de cabello sujeto en dos coletas y grandes orejas, aunque con bonitos ojos.

—No puedo pegarle, entonces estoy intentando que se tropiece con el poder de mi mirada —ante su declaración, la que empezó la conversación la miró con horror y la segunda palideció.

— ¡Qué miedo! —comentó la que Aiko apodó como «N» debido a lo más destacable de su cara.

—No es de extrañar que no tengas amigos —dijo la niña que ya no le parecía nada linda a Fukui y que llamó «M».

— ¿Quién dijo que quería amigos? —corrigió Aiko mientras buscaba inconscientemente la figura de Midoriya, una vez que lo encontró frunció un poco el ceño, éste corría detrás de los demás y como era usual, no podía alcanzarlos, de algún modo los ojos de Aiko empezaban a picar.

"¿Por qué?, aún falta mucho para el veintiuno de marzo".

— ¡No lo hagas! —dijo N más alto en esta ocasión para regresar la atención de Aiko sobre ella.

No obstante, su acción tuvo un resultado que nadie esperaba, Fukui se puso de pie de manera brusca y se giró para darles la cara, Aiko necesitaba silencio para pensar y aplacar a su cuerpo que empezó a actuar de modo anormal, pero probablemente las otras creyeron que buscaba pelea porque M se acercó más a N para apoyarla, y con esto N se alzó sobre su escasa estatura para continuar su sermón.

Aiko no las culpaba por malinterpretarla, ya que ella siempre era silenciosa e imperturbable.

—Izuku-kun es amable y débil, además no tiene quirk, ¡entonces no deberías ser así de mala con él!

"Suficiente".

Antes de que Aiko gritara por primera vez en su vida, la voz de Midoriya la detuvo. Izuku había logrado formar parte del grupo de niños y aún más sorprendente, aparentemente tenía un papel de héroe si su imitación a All Might significaba algo.

Fukui parpadeó varias veces porque su enojo iba disminuyendo poco a poco, cada que Izuku se emocionaba más y decía discursos de aquellos que admiraba, como también cada que éste se reía y movía para luchar contra los villanos.

¿Cómo la molestia de Aiko podía ser aplacada por la sola imagen de Izuku divirtiéndose?, no tenía sentido por ningún lado.

— ¿Aiko-chan?

— ¿No irás a golpear a Izuku-kun, cierto?

—Él no es débil —dijo Aiko, y así finalizó la charla.

Caminó aunque esas niñas trataran de pararla con sus tonos chillones, de manera automática se dejó guiar por la voz de Midoriya y cuando era tarde para retroceder, se dio cuenta de que se hallaba muy cerca del área donde todos los demás jugaban y podía oír a la perfección a Izuku, como verlo actuar igual que todos esos héroes que Aiko en secreto miraba por aburrimiento.

En un lugar remoto de su mente, ella pudo escucharse a sí misma diciendo que observar a Izuku era diferente, más real y ¿cercano?, sorprendida por esa efímera y nada bienvenida revelación, negó varias veces con la cabeza para luego sentarse en la banca más próxima.

Antes de perderse en una obsesiva búsqueda para descifrar el significado de sus raros pensamientos, Midoriya se detuvo enfrente de ella, alejado unos cuantos metros, y sonriente la saludó con entusiasmo para finalmente proseguir con el juego de héroes y villanos.

Aiko miró su propia mano como si esta fuera un objeto no identificado, porque casi le devolvió el gesto a Izuku.

"No entiendo".

A pesar de su trato frío y rayando en lo maleducado, cuando menos lo esperaba él estaba a su lado.

Fukui balanceó sus piernas y fijó los ojos en el suelo; Midoriya era extraño y la única manera que tenía para comprender su comportamiento era Bakugo Katsuki. Sin embargo, la comparación solo volvía más confuso todo, ya que Aiko entendía el porqué Izuku iba tras Kacchan aunque éste último lo alejara, Bakugo era asombroso, era más que normal querer orbitar alrededor de personas increíbles.

Entonces, ¿por qué Aiko, si ella no era destacable y además tenía un error dentro de sí?, ¿por qué Izuku insistía en tratarla como a todos los demás que nacieron sin defectos?

Volvió a la realidad cuando sintió que alguien se sentaba junto a ella y en sus manos fue dejado un cuaderno, con un descuidado dibujo colorido y palabras aún más torpes, diciendo: «Hola Aiko-chan, ¿cómo estás?».

—Bien, ¿y tú? —respondió y el niño brilló, porque Aiko en su mayoría no alargaba las conversaciones, mucho menos para saber cómo estaba Izuku y cómo le fue en el día, también porque Fukui le regresó la libreta con cuidado y hasta le prestó colores, cuando lo vio buscar y buscar sin éxito dentro de su lapicera—, ¿te duele?

Midoriya se había caído en varias ocasiones mientras jugaba con sus compañeros, tenía uno que otro raspón en las rodillas y brazos, pero era algo que podía ignorar hasta llegar a casa para que su madre curara sus diminutas heridas.

Y bueno, eso se lo explicó a Fukui por medio de su cuaderno.

—Ya veo —dijo Aiko; y sorprendiendo de sobremanera a Izuku, tomó con sus manos una de las de Midoriya para activar su quirk—, solo va a durar poco, pero algo es algo, ¿no? —informó, a pesar de esto el otro asintió feliz y con una cara tan expresiva que Aiko casi pudo oír él: «¿Hoy ha sido un buen día? Aiko-chan se ve más relajada»—. Creo... Un poco revelador pero... ¿Agradable?

Midoriya ladeó levemente la cabeza, sus ojos llenos de curiosidad no dejaron de prestarle atención y su sonrisa se mantuvo igual de deslumbrante; otra vez, en el fondo de su mente, Aiko pudo oírse cuestionarse cómo sería escuchar a Izuku diciéndole: «Aiko, todo estará bien».

"Quizá más adelante, mucho más adelante".

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N/A. Después de casi un mes publicó un nuevo capítulo, honestamente esto se está extendiendo de más, Aiko se maneja por cuenta propia y vuelve todo más lento (*llora*), en fin, ¡gracias por leer!