Se obsesionó llegando al platonismo. Cada día, al salir del Banco comercial, el joven se iba cerca de la tienda y se acomodaba en un escaño. Estaba pacientemente por dos horas leyendo y escuchando con audífonos sus melodías favoritas. Intimamente soñaba impresionarla, que la chica tremofíca y linda lo mirara, le preguntara por el nombre de una calle, auxiliarla de un ladrón de poca monta; por último que temblara, o cualquier cosa para estar cerca de ella... ¡Nada!
Pasado 20 días, Amor fue a enfrentarlo.
El se adelantó:
- La vereda es libre y haré guardia hasta que tú decidas ser mi amiga. Ni siquiera me declararé para que no me demandes por acoso.
Amor no podía acusarlo de nada, tenía razón. Felipe no la acosaba con gestos, miradas o palabras... Simplemente se sentaba con paciencia china, esperando que algún día, ella se conmoviera.
Pasado dos meses, Amor, al cerrar la tienda, marcando distancia y evitando nuevamente el «tuteo», le dijo:
- Don Felipe: ¡Por favor, no pierda el tiempo! Usted no me atrae absolutamente nada. No soy una chica mala, y me apena que piense en un imposible. Digo la palabra «imposible», porque, primero no es mi tipo, lo encuentro pedante, obsesivo, aburrido. Quiero que sepa que un hombre verdaderamente hermoso y de gran calidad humana ya ocupa mi corazón. Un día, que será mañana, naturalmente, me verá entrar de la mano con mi novio a la tienda, o besándonos y se verá lastimado. ¡Evite sufrir!... Me da lástima este espectáculo que ya lleva por 61 días, exactamente.
Luego de esas palabras, no dio respuesta, porque esas palabras lo dejaron más triste de lo que imaginaba. Se propuso desaparecer para siempre.
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LA CHICA TREMOFÓBICA
RandomUNA COMEDIA DE AMOR EN POCAS LINEAS Chile es mundialmente famoso por un tipo de desgracias, que frecuentemente encabezan los noticieros de la televisión, las radios y las redes sociales digitales, en forma especial. Esta breve novela de amor, cuent...