Cuando las luces se apagan no hay mucho más que decir, la máscara se cae y las lagrimas brotan.
Cuando las luces se apagan se llena de una tristeza profunda que invade el alma y las heridas sangran.
Cuando las luces se apagan se lleva consigo la voz y aprieta el nudo en la garganta sofocando.
Cuando las luces se apagan el hielo se rompe y llega el fuego abrazador destruyéndolo todo.
Cuando la luces se apagan dos más dos deja de ser cuatro y solo queda el uno en solitario y a veces, cuando la respiración se corta uno se convierte en cero.