Capítulo 5

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Sega: ¿hablándole al cielo? —Heimdall, abre el Bifrost.

Fue hay cuando una luz azul nos envolvió, transportándonos lejos de la tierra.

*Emily*

En una milésima de segundo nos rodea una luz azul, nos elevamos. ¡¿Estamos saliendo de la tierra?! ¡¿estamos en espacio?! ¡¿que esta pasando?!

¡Estábamos volando en el espacio! ¡¿este tipo nos drogo o que?!.

Nos detuvimos, entramos a una sala dorada. En el centro había un hombre de tez oscura, tenia los ojos dorados, estaba vestido con una armadura del mismo color, y un gran casco.

¿?: —les doy una cordial bienvenida a Asgard, Thomas y Emily Hiddleston— nos dijo con una voz muy profunda mientras hacia una pequeña reverencia con la cabeza.

Sega: —el es Heimdall, guardián del Bifrost, el portal que une los 9 reinos— con la cabeza nos señala la dorada habitación.

Momento de entrar en pánico.

Tom: —¡¿es una broma?!— grito primero mi hermano.

Emily: —¡¿donde estamos?!— le seguí yo.

Tom: —¡¡tiene que ser una broma!! ¡¡un mal sueño o algo así!!— trate se zafarme una vez más del brazo de Sega pero volví a fracasar.

Heimdall: —si fuese una broma no habrían visto el universo— su serenidad no combinaba en absoluto con el tenso aire.

Tom se quedo sin palabras.

Sega: —Estamos en Asgard. Les dije como 2 veces que veníamos aquí— rodó los ojos.

Emily: —i..imposible, no puede ser cierto— cerré los ojos esperando que esta pesadilla terminara pero no fue así.

Al abrirlos seguía en la misma posición, con las mismas personas, en el mismo lugar.

Tom: —suéltame— le ordeno a Sega —también a mi hermana.

Sega: —no tengo porque obedecerte— su soberbia hacia enojar a Tom.

Heimdall: —príncipe, déjelos en el piso— ese hombre no tenia expresión facial. Me recuerda a Fury.

¿Sega es un príncipe? Definitivamente este día no puede volverse más extraño.

Sega: soltó suspiro con molesta —esta bien— nos suelta.

Voy hacia el mi hermano, le quito su camisa de fútbol con cuidado y reviso donde recibió el golpe de Sega. Justo en medio de su estomago estaba la horrible marca que le dejo ese joven.

Emily: —quedo un moretón muy grande, dime ¿te duele cuando toco?— hice un poco de presión con mi dedo indice en donde estaba de color morado, su expresión de dolor fue suficiente para confirmarlo —perdón— le acomode su cabello lejos de su linda cara, tomo mi mano y le dio un beso en señal de agradecimiento, siempre tan caballero. Le hable a Heimdall —necesito algún botiquín de primeros auxilios.

Heimdall: coloco una cara de duda —no se lo que es eso señorita.

¿Cómo que no sabe? Mire a Saga quien solo se encogió de hombros.

Emily: —¿cómo no saben lo que es?— me moleste un poco —Tom esta...— el tomó mi brazo con cuidado.

Tom: —estoy bien, hermana— me habría sonreído de no ser por las circunstancias.

Emily: —pero solo mira tu herida tengo que poner algo para que no se te inflame— fruncí el ceño.

Mi hermano solía ser un poco testarudo a veces.

Tom: me abrazo —no te preocupes linda— me dio un beso en mi pelo, oí un gemido de dolor y me separe rápidamente.

Emily: —estas mal hermano— contemple lo herido que estaba su delgado abdomen —tenemos que ir con un doctor.

Heimdall: —¿doctor?— con Sega se miraron con cara de pregunta. Por favor, otra cosa más que no saben estos salvajes.

Tom: —¿cómo no saben lo que es un doctor?— me susurró.

En respuesta solo hice una mueca, estábamos en un mundo demasiado extraño.

Tome su camisa del suelo —que por cierto era negro con detalles muy bellos en dorado— se la coloque con mucho cuidado.

Sega: —¿cuando vendrán por ellos?— le preguntó al guardián.

Heimdall: —unos guardias del palacio vienen en camino— mi hermano perdió los estribos.

Tom: de la nada se altero —¡¿de qué diablos están hablando?! ¡¿qué hacemos en este lugar?! ¡¿guardias del palacio?! ¡no somos ningunos delincuentes interplanetarios para que nos arresten!— lo contemple perpleja.

El nunca suele gritar de ese modo, es una falta de respeto a alguien mayor, por ende, una autoridad —una ves por gritarle a un profesor me dio un discurso de 2 horas sobre ello— y como Tom es tan educado definitivamente algo anda mal aquí.

Emily: —¿Tom? ¿qué te sucede?— note lo pálido que se había puesto.

Sega: se cruzo de brazos —deja de decir insolencias mortal. Esto es Asgard hogar de los dioses, aquí lo único que debes hacer es quedarte callado. Agradece que no te mate hace un rato— cuanta arrogancia en solo un adolescente de 16 años.

Heimdall: frunció el ceño —príncipe, su comportamiento en la tierra fue inaceptable, inconcebible, es un irresponsable. ¿Como se atreve a tocar a el hijo de Loki?

Me quede atónita ante tales palabras ¿el hijo de Loki? Esto no puede estar pasando.

Tom: —¡¿hijo de quién?!— de la frente de mi hermano caían gotas.

El no suda, su perfección no se lo permite.

Heimdall: —de Loki Laufeyson.

Escuche pasos acercándose, alguien entro en la habitación.

Por alguna razón ese sentimiento que sentí en mi sueño regreso. Mi estomago se contrajo. "Esto no esta pasando, esto no esta pasando, esto no esta pasando" me repetía una y otra vez dentro de mi mente.

Deje de escuchar los gritos de mi hermano, a Sega, al hombre vestido de dorado, esa habitación en la que estábamos y nuble mi vista totalmente sólo para enfocarme en ese sujeto.

¿?: —Heimdall, se supone que yo debía decirles eso— me di vuelta para poder ver el propietario de esa singular voz, no sabia cuando pero ya la había oído antes.

Me congele de pies a cabeza. Con la respiración cortada y los ojos en blanco no podía apartar la vista del hombre parado en frente de nosotros. Conocía ese rostro, conocía esa sonrisa, esos ojos, solo que juraba esos rasgos únicamente existentes en mi hermano.

La misma persona de mi sueño se volvió una realidad casi absoluta.

Era mi padre.

You always be my little girl (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora