-Chiaro. Per me non c'è nessun problema-respondió él.
-Gracias KyungSoo.- dijo Annie y luego me miró.
-Español, por favor.- dije y los dos rieron.
-Que si, que no hay problema.- dijo mi amiga.
Miré a KyungSoo.
-¿Seguro que no tienes cosas que hacer y sólo te quito el tiempo con mi capricho? Porque puedo esperar a que Annie tenga tiempo, no hay prisa, de verdad.
- No -me respondió-Por mí está bien, a menos que no quieras ir conmigo.
-No, digo, sí-sacudí la cabeza- Quiero decir, gracias por poder llevarme.
-A KyungSoo le encanta ese lugar, seguro que está más que encantado. Él te puede dar un tour.- dijo Annie sonriente.
-Será todo un placer- KyungSoo sonrió, formando nuevamente ese hermoso corazón en los labios.
-Gracias.- musité y me giré de nuevo para mirar la televisión.
Me había asustado un poco, desvíe completamente mi atención de los dos a propósito, debido al pensamiento que la reacción había producido en mi y comencé a pensar en ello. ¿Por qué encontraba a KyungSoo muy atractivo? Si lo era, pero la verdadera pregunta era ¿Por qué todo en él causaba una extraña sensación en mí? Miré de reojo a la feliz pareja y pude ver la sonrisa de él volar hacía Annie. Entonces llegué a una conclusión fácil. Estaba deslumbrada por él. Por supuesto, ya que era el joven más apuesto con el que me había topado en toda mi vida. Reí discretamente, que suerte la de Annie.
-¿Te quedarás a cenar?-preguntó Annie-¿Sabes? Con Astrid se me ocurrió algo, ¿Por qué no salimos un día los cuatro? Nosotros tres y Junmyeon.- explicó ella sin esperar respuesta a la primera pregunta.
-No cielo, no puedo quedarme. Hay cena familiar.- torció el gesto- Y lo de salir los cuatro, suena estupendo. Le comentaré a Junmyeon hoy.
¿Debería preocuparme? Sabía que Annie ocultaba muy dentro de ella la idea de emparejarme con alguien. Pero al pensar en el hecho... ¿Qué tan malo podría llegar a ser si se trataba del hermano de KyungSoo? Seguramente también era apuesto.
-Hasta mañana, vendré a desearte buena suerte antes de que te vayas.- dijo KyungSoo a Annie y luego besó su frente.
-Gracias amor.
-Astrid.- me giré para mirarlo- Mañana tenemos muchas cosas por hacer, espero y no te canses.- sonrió.
De pronto sentí una emoción que no pude explicar, un ligero entusiasmo se apoderaba de mi.
-Hasta mañana. -musité y le devolví la sonrisa.
Annie y KyungSoo salieron hasta la puerta, dónde tardaron más de cinco minutos en despedirse; traté de no pensar en ello, porque después de todo, su manera de decirse adiós era algo que no me incumbe.
Luego de que escuché la puerta cerrarse, Annie se sentó en el sofá a mi lado y suspiró.
-¿No es perfecto?-preguntó.
-¿Qué cosa?-inquirí confundida.
- Mi novio.- musitó con orgullo.
Reí, pero no dije nada. Aún cuando Annie me lo había preguntado no podía decirle la verdad de lo que pensaba. Si, era perfecto, pero por alguna extraña razón, no podía decir esas palabras frente a ella.
-¿A qué hora te irás mañana?-pregunté.
-A las seis.
-¿De la tarde?